Toshiro abrió lentamente sus ojos y al abrir los se dio cuenta de que estaba lloviendo, no sólo eso sí nos que estaba dentro de una caja y caminaba en cuatro patas!.
" Pero qué demonios" penso Toshiro" porque camino en cuatro patas y porque estoy dentro de una maldita caja" derrepente sintió que alzaron la caja y alguien puso su paraguas para proteger lo. Cuando Toshiro alzó el rostro se topo con unos hermosos ojos negros,y una bonita sonrisa cálida.
Al observar la detalladamente se quedó con la boca abierta, era Kurosaki Karin la chica humana que conoció hace años, pero su cabello estaba más largo y su cuerpo más desarrollado ya casi no la conocía con esa extremada belleza.
Karin le dio una bella sonrisa a Toshiro y hablo.
— Descuida estarás bien— después de un tiempo de caminar llegaron al fin a casa, la azabache.
—Yuzu ya llegue— decía mientras colocaba el paraguas aún lado.
— Que bueno Karin-chan la comida está servida— Ichigo que se encontraba mirando el periódico miro a un lado donde Karin estaba sostienendo a Toshiro.
— Ah Karin que es eso?— pregunto curioso — Ichi-nii es un gato— alzó la peli-negra al gato albino y este comenzó a patalear. Cuando Yuzu escucho la palabra gato salió rápidamente a ver lo y sus ojos brillaron.
— Kyaaa que hermosos ojos tiene— decía mientras chillaba de ternura — como le llamarás— pregunto curiosa la menor Kurosaki.
— Mmm. Pues estaba pensando en Toshi! Ya que me recuerda a alguien— decía con una hermosa sonrisa.
Despues de eso Karin fue a cambiar se, sin antes colocar a Toshiro en la cama esto le dio una pequeña oportunidad al albino de conocer un poco su cuarto, realmente era muy bonito tenía varios póster de futbolistas y estaba pintado el cuarto de color morado pastel, había mucho orden, además de ver unos trofeos por hay y unos cuantos balones de fútbol regados por el cuarto.
Despues de unos minutos Karin salió vestida con un pantalón negro y una falda blanca, una blusa negra de manga larga y su pelo suelto ya que estaba mojado.
La peli-negra tomó el gato entre sus manos y con un trapo comenzó a secar lo, quedando Toshiro suave y esponjoso.
Continuara...
