Prologo
No era la primera ni la segunda vez que me enfrentaba a la decisión, a la cual me enfrento hoy-negué-yo era más que eso, tenía miedo a lo que sea que pasará hoy me iba a marcar, mire el cielo como si este me diera las respuestas, hoy era el último día no había duda, hoy mi "matrimonio" terminaría y una parte de mi odiaba eso.
Durante estos meses la había pasado como nunca, risas, llanto y un teatro que aunque yo sabía que no era buena actriz me había salido excelente.
Me puse los tacones y salí por fin a ver a mi "esposo", llevaba un esmoquin negro que resaltaba perfectamente con su piel, se acercó lentamente a mí sus ojos brillaban intensamente y los míos también, me tomó suavemente del mentón mientras nuestros corazones se aceleraban.
