6 de mayo de 1861

"Y fuiste como una estrella fugaz: pudimos verte, admirarte, e incluso amarte por unos segundos…"

D. Malfoy

Trataré de ser lo más fiel a la historia que de él conocí, aunque debo reconocer, retomando las sabias ideas de los filósofos, que quizá esto sea imposible. Y es imposible en el sentido de que lo que diré de él fue captado por mis ojos y por mis oídos, pero en la reconstrucción de los hechos habré implantado parte mí mismo.

Asimismo, también debo reconocer que aunque tuve la oportunidad de tenerle junto a mí y de recibir su amor, nunca lo acabé de conocer. Algunos dirán que esto es resultado de que el tiempo en que se nos concedió coincidir realmente fue mísero en el gran esquema de las cosas, pero yo sé que además su corazón era difícilmente alcanzable. En sus ojos lo mismo se reflejaba alegría, exaltación, determinación y una eterna curiosidad que incertidumbre, desapego y una arraigada melancolía. Había momentos en que me era imposible llegar a él, quién sabe hacia qué recuerdos lo trasladaba su mente. Ciertamente, para alguien tan joven y tan hermoso, las experiencias de una vida llena de exaltación le habían dejado con el alma de un viejo.