*¡Hola! Aquí yo al habla. Como sabrán (o si no saben, no importa, porque a fin de cuentas se los diré), decidí editar todos mis fics en los errores que le encuentre. Ya estoy empezando a editar éste, pues es el que ví primero XD. Y este cap en especial ya está editado. No edité palabras... o no muchas, porque confieso que sí lo hice. Pero no fue nada que cambie el curso de la historia. Sólo son pequeños sinónimos o cosas que pueden ser agregadas para darle más efecto. Aunque no sé si ya eliminé absolutamente todo lo que está mal escrito (lo cual espero), pronto haré otra revisión (cuando ya haya acabado con todos mis fics... y tenga un tiempito para descansar). Espero que ahora esté mejor escrito, y ya no sea tan malo. Cuidense, ignoren las notas (xqe no tengo corazón para borrarlas... por muy horriblemente mal que estén escritas XD) y espero poder actualizar pronto! Gracias por leer esta historia, si son nuevos; y si son viejos, ¡gracias por leer esta nota! Besos (:


Todos los personajes aqui aparecidos no son propiedad mía, son de J.K. Rowling y Warner Bros


Capítulo 1: Heather

Hermione lo siguió por todo el castillo... no tenía idea de a donde se dirigía ni nada... Ron se veía molesto, pero... ¿porqué?

Se metió un rato en el baño de prefectos, a ella se le ocurría meterse con el... pero... algo dentro de ella le decía que no debía de hacerlo... sería imprudente...

Aunque lo amara desde hacía años, ella siempre había respetado su espacio; siempre creyó que él necesitaba tiempo… Recordaba sus orejas coloradas en cada ocasión que se quedaban solos... cada vez se sentía más enamorada, ilusionada y sobre todo emocionada de que él podría sentir lo mismo.

Pero él actuaba extraño últimamente, aparte de que por cualquier cosa se molestaba, sus calificaciones iban en picada, y también su función de guardián (lo que honestamente tenía sin cuidado a Hermione, pero los que echaban chispas de rabia eran sus demás compañeros), pero en varias ocasiones lo veía deprimido, y cuando ella quería hablar de eso, se irritaba al punto de gritarle...

Pero ese impulso de entrar hacía que sus pies se acercaran lentamente a la puerta del baño...

Sin poder contenerse susurró la contraseña ("Mantícoras") y después, lentamente asomó su cabeza por la puerta y vio que tenía la cabeza agachada; sin poderse contener —nuevamente— entró.

—Ron... —ella se acercó débilmente—. Ron... ¿q-qué t-te pasa...?

Él se incorporó inmediatamente y la miró fijamente, Hermione sentía como poco a poco se derretía...

—Nada... ¿Tú qué estas haciendo aquí? Se suponía que ibas a ayudar a Harry con los deberes...

—Sí, pero yo pensé que quizás tú también querrías hacer la tarea con nosotros y pues yo te seguí...

—¡Me seguiste! Pero... pero... —Ron frunció el ceño—. ¿Por qué te metes en donde no te llaman?

—Ron, no empieces, ya hablamos de esto. Yo no tengo la culpa de lo que te esta pasando... —se detuvo secamente, Ron la fulminaba con los ojos—. Por que yo no tengo la culpa... ¿verdad?

—Eso no te importa —se giró, así que Hermione podía ver detenidamente su cabello rojo—. Además —carraspeó—, yo ya me iba de todos modos...

—Mira, Ron, ven conmigo, así hacemos el trabajo juntos y a ver si te suben la nota...

—Entonces sientes lástima —la interrumpió. Se volvió lentamente y Hermione se desesperó de que se pusiera en plan de víctima—. Por que todo me sale mal... yo soy un fracaso... no tienes porqué preocuparte por mí...

—Ron... no empieces —atacó Hermione, tajante—. O al menos dime que es lo que tienes.

—No —casi parecía un niño pequeño haciendo su berrinche.

—¡¿Qué no entiendes que quiero ayudarte?! —se sentó enfrente de él y lo miró fijamente, Ron sentía que su mirada lo quemaba, y ya no pudo aguantarse más... pero antes de poder decir algo, Hermione habló:

—No estas así por... alguien en especial... ¿verdad? —aventuró, mordiéndose el labio inferior—. Digo, no es por alguna... chica... —Hermione evitó su mirada—. Tú no estas... enamorado... de alguna chica de... de por aquí... yo... tu... es que... —sacudió la cabeza—. ¡Ron, dímelo! ¡Quiero saberlo! Por favor... —esto último se atoró en su garganta... Rezando por que su amado no estuviera enamorado de alguien más, lo miró a los ojos, y para su tristeza, pudo ver que estaba en lo cierto—. ¿Quién es? —trató de disimular un gemido que se le escapó con tos, cerró los ojos fuertemente y otra vez los abrió, lista para la cruel realidad.

Al principio parecía que el pelirrojo no le iba a decir nada, pero éste aspiró fuertemente y la miró, mientras su cabeza trabajaba para que pareciera que hablaba de alguien más... bueno, Hermione era inteligente, era evidente que se daría cuenta... Pero de todas formas él no era lo suficientemente valiente para decírselo directamente, sin rodeos; "¿Cómo es posible que esté en Gryffindor si ni siquiera eso puedo hacer?" se preguntaba...

—Ella... es... es tan especial... no sé, no puedo explicarte qué es lo que siento cuando la veo... —Ron le sonrió un poco nervioso (cosa que la castaña no pudo notar) mientras ella sólo se aguantaba las ganas de llorar—. Es... todo lo que yo hubiera imaginado... yo... yo la amo —al decir esto Hermione movió la cabeza hacia abajo y apretó fuertemente sus ojos, tratando de impedir que de éstos salieran gruesas lágrimas. Ron miró hacia uno de los retretes, tenía las orejas coloradas—. Pero —continuó, ahora viendo hacia la tina-piscina que se encontraba en el centro del baño; parecía concentrar su atención en cada uno de los grifos de oro. Hermione volteó hacia el cuadro de la sirena rubia y vio que ésta entrecerraba los ojos posando la mirada de Hermione hacia Ron detenidamente, poniendo atención en esa escena.

—Oh... —fue lo único que pudo articular. Trataba por todas las formas evitar que se cruzaran sus miradas, pero cuando se dio cuenta de que él miraba a los grifos como si se los quisiera robar, lo miró un minuto... tenía que ayudarlo, se suponía que eran amigos... aunque eso le doliera en el alma... —En-entonces —empezó a tartamudear de nerviosismo, pero Ron no se dio cuenta— es… es por... ¿es por ella que... estas... así? —preguntó, sintiéndose estúpida.

—¿Tú crees? —contestó la sirena en tono sarcástico, pero al ver la cara de Hermione la rubia dejó de burlarse y comenzó a buscar algo qué hacer; al parecer su único entretenimiento consistía en molestar a los presentes.

—Es que no lo entiendes... —comenzó Ron, después de ver cómo la sirena volvía al chisme.

—¿Y cómo quieres que lo entienda si no me lo explicas? —trató de sonar como si fuera algo obvio, mientras en su interior había algo que le decía que gritara y le confesara todo a Ron.

El aludido le lanzó una mirada triste—: ¿Qué no me ves?

—¿Qué se supone que tengo que ver? Yo no veo nada malo en ti —se calló bruscamente al notar como sus mejillas se calentaban—. Digo —trató de reparar—, algo para... ya sabes, que... no, bueno... es que he oído que hay varias chicas que piensan que eres... pues... atractivo —dijo cuando su cara ya parecía tomate. Ron sólo la miró.

—Bueno, eso era obvio —se rió, Hermione se sentía estúpida— si no fuera así nunca hubiera pasado nada entre Lavender y yo, ¿no? Quiero decir, es obvio que hay alguien que está mal de la cabeza y piensa que yo valgo la pe...

—¡Claro que vales la pena! —saltó Hermione, que ya no le importaba que Ron la viera roja, ¿o acaso significaba que ella estaba mal de la cabeza por amarlo como loca? Bueno, de esa forma lo de loca tendría sentido…—. ¿Por qué dices que no vales la pena? Si eres el guardián del e...

—¿Y eso para qué? Sí, ¡tal vez quería ese puesto para que los demás vieran que no solo era el estúpido amigo de Harry Potter y Hermione Granger que no sabía nada de nada! —Ron se levantó, más molesto que todos los días anteriores juntos—. ¡Tal vez quería ser reconocido por algo, sí! ¡Pero a ella no le interesa la más mínima cosa que haga! ¡A ella no le importo! Tal vez lo diga, pero yo estoy seguro que ni le pone atención a los partidos ni a nada de lo que hago para que me vea... —se dio la vuelta, mientras un sonido extraño (parecido a un gruñido) salía de su garganta. Se tapó la cara con las manos y Hermione lo miró, triste; era oficial, odiaba con todo lo que tenía a esa chica—. A mi no me interesa ninguna de las chicas que dices —su voz apenas se distinguía—. Yo sólo la quiero a ella —se quitó las manos de la cara y la miró intensamente—. Eso me pasa por enamorarme de alguien que no debo... ¿Cómo se me ocurrió que ella podría ver algo en mi? Ella es tan...

—Eso significa que ella no te merece Ron —Lo cortó, no quería seguir escuchando elogios de alguien que lastimaba tanto a quien amaba—. ¿Para qué vas a estar sufriendo por alguien que… no… no te ama? —"Yo sí te amo, por favor mírame, Ron... yo te amo..." pensaba desesperada, como si el pensarlo cambiara algo... Pero el maldito consejo que le acababa de dar daba vueltas por su cabeza. "Es diferente, yo lo amo, él... tal vez está confundido... Seguro esa chica es bonita y por eso dice que la ama... amor es lo que yo siento por él... Yo... yo estoy dispuesta a hacer lo que sea por él... dispuesta a verlo con otra... por que sé que al final yo... voy... ¿voy a estar con él?" Aunque lo de que estuviera con otra no le apetecería volver a vivir...

—Tú lo dices por que no sabes lo que siento... —insistió Ron.

—Tal vez sea solo un capricho —contestó ella, sin rodeos.

—¿Qué? ¿Estás diciendo que tal vez yo este encaprichado con ella? Ay, Hermione... —No pudo evitar sonreír.

—Sí, mira: podrías hacer una prueba —al ver que el pelirrojo la miraba extrañado, ella trató de explicarle... esa idea podría funcionar. "Y yo podría estar con él... claro, si él lo capta"—. Podrías buscar a otra chica, ya sabes, para sacártela de la cabeza —estaba segura que no del corazón, así que no necesitaba decírselo—. Y ya verías que nunca la amaste…

—No, Hermione, no —se separó de ella lo más que pudo—. Yo la amo, y lo sé... —dijo saliendo del baño y dejando a Hermione sola. Ella salió corriendo en dirección a la biblioteca. "Perdóname, Harry" pensó al recordar que lo iba a ayudar, pero no lo podía hacer ahora.


Lloró por mucho tiempo, quizá demasiado, pero se estaba recuperando; se le ocurrió otra estupidez para ir con Ron, así que tomó sus cosas y salió lo más rápido que pudo antes de que la señora Pince la regañara por correr...

Lo encontró terminando el dichoso trabajo con Harry, quien, al verla, la fulminó como nunca se hubiera imaginado.

—¡Oye, muchísimas gracias! —le dijo cuando ya estuvo lo bastante cerca de ellos. Ron no levantó la cabeza, al parecer ponía la primera tontería que le llegaba a la mente, Hermione ignoró a Harry y se sentó a lado de Ron, quien seguía sin inmutarse—. Al menos podrías decir "de nada". ¡Sabes que si Snape me reprueba ya no voy a poder hacer el éxtasis para ser auror! —Se detuvo por un momento y luego le reclamó—: ¿Me estas escuchando?

—Perdóname, Harry, es que he estado ocupada...

—Oh, ¿en serio? —Harry seguía molesto—. Sí, claro, sobretodo hoy que me has seguido todo el maldito receso diciéndome que me podías ayudar para que no me fuera mal por que, según tú, hoy NO ibas a estar "ocupada". Y todo el maldito tiempo que llevo esperándote, para que llegues dos horas después; sabes que hoy tenemos entrenamiento Ron y yo y...

—¡Pues cancélalo! ¡A mí no me tienes que culpar por tu vida! Además —ahora la que echaba chispas era ella, Ron alzó la vista lentamente y la contempló— no es mi culpa tampoco que se me hayan presentado algunos inconvenientes, y ¡hubieras empezado antes de que yo llegara! —lo regañó—. ¡¿Por qué siempre tengo que hacerles todo?! ¡¿Qué, después voy a tenerles que dar de comer en la boca o qué?!

—Yo no he dicho nada... —apenas dijo palabra el pelirrojo, el cual la veía aterrorizado.

—¡Pero a veces también quieres que te haga tus deberes! —contraatacó Hermione.

—¿No me habías dicho en el baño que me querías ayudar? —contra-contraatacó él.

—Sí, pero tu no me dijiste nada —lo fulminó con la mirada, aunque el enojo iba disminuyendo.

—Esperen —se entrometió Harry—. Entonces... si Ron hubiera dicho que sí, ¿si estarías ayudándonos? —luego pareció comprender—. ¿Baño? ¿De qué me perdí? —los miró inquisitivamente.

—De nada; al cuerno con esto —maldijo Ron, mientras recogía sus cosas y se dirigía al hueco del retrato, se volvió unos segundos y miró a su amigo—. ¿Entonces sí va a haber entrenamiento o no?

—¿Eh? ¡Ah! Pues… no, mejor no... Tengo que acabar esto. Yo les aviso a los demás si quieres.

—Bien —Ron se dio la vuelta y salió por el hueco del retrato; Hermione se apresuró en seguirlo, mientras oía la voz de Harry que le gritaba:

—Sí, Hermione, yo lo acabo solo, por que al fin y al cabo, tú estas "ocupada" —Hermione tuvo ganas de lanzarle algo, pero en eso lo ubicó, se dirigía a los campos de Quidditch.

—¡Ron! ¡Ron, espera!

—Quiero estar solo... —gruñó.

—No, espera —llegó a su lado, jadeando a causa de la corrida que se acababa de echar; cuando se recuperó lo miró directamente, sentía esos malditos nervios otra vez... —. Quiero pedirte una disculpa, no debí decirte lo de hace rato y...

—Ya no tiene caso... —la esquivó—. Perdón, pero quiero pasear un rato solo...

—Déjame acompañarte... por favor... —Hermione lo tomó del brazo y miró hacia otro lado—. Si quieres no hago ruido ni nada, solo quiero estar fuera del mundo... al menos por un rato.

Ron pareció dudar, pero al final miró hacia otro lado.

—Está bien —contestó—. Vamos.


—¡No! ¡Suéltame! —rió Hermione, ella y Ron llevaban horas jugando por los campos, estaban tan grandes —los campos— que se echaron a correr por un buen rato, llevaban jugando varias cosas; en un momento Ron le propuso a Hermione que iba por la escoba, pero al ver la expresión de ésta, el pelirrojo se echo a reír y por "venganza" la iba correteando desde entonces. Cada que él la rozaba, Hermione se estremecía y hacía todo lo posible por zafarse de él... Aunque realmente no quisiera hacerlo.

Pero esta vez se dejó, dejó que el pelirrojo la tomara de la cintura y la atrajera hacia el... estaba tan nerviosa, pero lo amaba, así que lo abrazó, él dejó de reírse y la abrazó también, fue un abrazo algo largo... demasiado largo. Hermione no se quería separar de él… Quería seguir así, pero algo los trajo a la realidad.

—¿Quién anda ahí? —oyeron a Filch acercarse y un maullido aterrador les indicó que venía con su gata, La Señora Norris.

—Maldita sea —susurró Ron, tomó a Hermione del brazo y se fueron corriendo hasta el castillo.


Al llegar apenas se dirigieron la palabra, primero, por que la señora Gorda no los dejaba pasar, y segundo, por que cuando al fin pudieron entrar no había nadie en la sala común, Hermione vio su reloj y se sorprendió al ver que ya eran las tres de la madrugada; se despidieron con señas y al cerrar la puerta que conducía a los dormitorios de las chicas, Hermione maldijo a Filch y para sus adentros, pensó que tenía su merecido al ser squib.


"¡Dios! ¡No puede ser!" Se levantó de golpe, no le convino dormirse tan tarde, ya iba demasiado retrasada... Tenía dos horas de Aritmancia en menos de —consultó su reloj— ¡cinco minutos! Se vistió como alma que lleva el diablo y pensó que no tendría tiempo para desayunar, así que se fue directo a su Torre.

Al terminar la clase (que por puro milagro llegó justa), le dolía el estómago, pero... "Maldición" ya tenía que estar bajando a las mazmorras a la clase de Snape... "Si llego tarde le bajará puntos a la casa... y si consigo que Harry me de comida mientras estamos en clase... nos baja más..."

Llegó volando a la clase y vio que Harry estaba azul, se sentó a su lado mientras trataba de calmar a su estómago.

—¿Sí lo terminaste? —preguntó ella esperanzada agarrándose el estómago con fuerza.

—Sí... pero estoy nervioso... A él nunca le gusta lo que hago y tengo miedo de que... no pueda ser... ¡ay, ya llegó! —dijo mientras se ponía verde. Snape, con sus dos cortinas de pelo tapando perfectamente su cara blanca como hueso pasó sus diminutos ojos por cada alumno de la clase, después blandió la varita y se cerró la puerta, como siempre.

—Quiero sus trabajos —apenas susurró, pero fue horrible; Harry tragó saliva, las manos le temblaban, era la primera vez que Hermione lo veía así. Todos los pergaminos salieron volando en dirección al escritorio de su profesor, quien los guardó.

Fue una tortura: Snape les encargó hacer dos pociones en la misma clase —de una hora—, argumentando que, según esto, era para ver si estaban preparados para lo que fuera. Terminaron exhaustos y Hermione parecía vislumbrar una luz a lo lejos...


Al final logró llegar a comer, se lanzó con las fuerzas que le quedaban por la deliciosa comida que tenía enfrente; comió como nunca lo había hecho, pero quedó muy satisfecha. Apenas sacó su cabeza a la superficie cuando vio algo, que no debería de estar pasando...

"Hermione, eso te pasa por atragantarte. OBVIO Ron no esta con esa chica... Espera... ¡No!"

Ron no se estaba besando con Heather, por favor, no se estaba besando con ella... ¡No!

¿Y esa mirada que él le tiene? No... No puede ser... ¡Ella no puede ser la chica!


Wolaz!! Puez yo aqi subiendo mis lokuras... este es un fic qe se me ocurrió en mi lugar de inspiración (mi cama antes de dormir o al despertar) Espero qe les este gustando... el título es por lo que viene más adelante... la verdad estoy muy orgullosa de esta idea xqe es de esas pocas qe te molestan todo el día diciendote "Les va a gustar, súbela, andale, que te cuesta!!"

Solo espero qe en efecto mi voz interior tenga razón y les este gustando... pero..

Como sabre eso??

Facil: Dejenme review!!

No les toma mas de 3 minutos (a menos que me quieran hacer un review kilometrico, lo cual amaría) y solo es para saber su opinion... se acepta de todo, dudas, comentarios, felicitaciones, sugerencias... muy (pero MUUUUY) ligeras quejas xD

Todo para saber qe les gusta y qe qieren qe le siga...

xqe si no hay reviews como quieren que uno actualize?? Aa.. pero eso si, a todos nos gusta que nos dejen... haha...

Les prometo, es mas, les JURO que voy a regresar TODOS LOS REVIEWS QUE ME DEJEN

(osea que me la voy a vivir leyendo un buen de fics...)

Cuidense!!

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