NOTA: Saint Seiya no me pertenece si ninguno de sus personajes
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El sol daba en toda su cara, estaba cansado, algo lo tenía fatigado, mareado, ya llevaba tiempo así, no se dio cuenta en qué momento el golpe de Camus apareció, dejándolo sin tiempo para la defensa, recibiendo el golpe preciso en el pecho, y de ahí, al piso….fin del entrenamiento
-¿estás bien Shura?-pregunto el santo de la ánfora mientras le daba la mano a su compañero para ayudarlo a levantarse
-si no te preocupes
-no respondiste a mi ataque
-lo siento, me desconcentro
Algo no común en ti-Shura quiso contestar pero extrañamente no podía ver vio a Camus, la imagen se veía borrosa, pestaño unas cuantas veces tratando de enfocarse en su compañero
-¿estás bien Shura?
-sí, solo que me acorde de algo, no te preocupes Camus-contesto tras unos minutos, donde la imagen de Camus recupero su forma y claridad.
Tras esto, los demás combates se llevaron a cabo con la tranquilidad de siempre, solo que el santo de Capricornio lo estaba atormentando un fuerte dolor de cabeza, uno no común, ya que había pasado dos horas desde que el malestar apareció y no se iba.
Pensó que era parte del calor y se retiro a sus aposentos, diciendo que tenía un fuerte malestar, y disculpándose con el patriarca quien lo dejo, ya que era conocido que Shura no se enfermaba con habitualidad.
Al llegar a sus templo, fue directo a su habitación, ahí se recostó en su cama y se tomo unos analgésicos….el sueño pronto llego a su cuerpo, extraño, ya que había dormido bien la noche anterior…pesadez, la sentía desde hace ya una semana, al igual que ese dolor de cabeza, pero decidió no seguir pensando en ella y Morfeo le permitió descansar, pero despertó por un fuerte dolor abdominal…asco…corrió lo más rápido que pudo y llego hasta el baño, vomito el poco y nada desayuno de la mañana, su cuerpo pesaba mucho.
-qué diablos me pasa-no entendía nada, nuevamente la visión se estaba viendo borrosa, se incorporo como mejor pudo y se encamino de nuevo a su habitación, nuevamente se recostó en su cama, pero ahora el mundo le daba vueltas, la cabeza le iba a estallar en cualquier momento
-¿Shura?- la voz de Camus hizo que abriera sus ojos, se incorporo como pudo de la cama y se encamino a la sala principal, trato de aparentar estar bien, pero la palidez de su rostro lo delataba
-¿dime Camus?
-¿Cómo sigues?-su amigo se veía mal, ojeroso, muy distinto al Shura de la mañana
-al parecer el desayuno me cayó mal-contesto mientras regresaba a su habitación, Camus lo siguió de cerca, vio como su amigo se recostaba y llevaba una mano a su frente, suspiro-hoy no hare nada creo, quiero descansar
-es lo mejor-contesto mientras se retiraba, pero algo le llamo la atención-oye Shura, ¿Cuándo me dijiste que tenías que ir por tu ropa a la tintorería?
-el lunes 28
-¿y por qué no has ido por él?-la pregunta confundió al español, como lo iba a ir a buscar si solo faltaba una semana para ello
-porque es el lunes 28 Camus-esa era la respuesta, lógica y concreta, incluso pudo notar que en su voz un deje de reproche se presento, cosa que el mismo se extraño, no debería estar molesto por esa simple pregunta.
-así es, eso fue hace 4 días atrás-Shura levanto una ceja, ¿Cómo que hace 4 días si hoy era recién domingo 20…¿o era lunes 28 ya?. El hispano se levanto y vio en el calendario
-Camus ¿Qué día es hoy?
-viernes 2- miro atentamente el calendario en su pared, ¿viernes 2?, ¿Como rayos se le había pasado la semana tan rápido?-algo en ti no está bien Shura
-me volví loco-dijo con una media sonrisa, el pensar que hasta el tiempo jugaba con él le molestaba de sobremanera
-llamare al curandero del santuario, a lo mejor es solo cansancio-tras esto se retiro, dejando al de Capricornio pensativo, al parecer necesitaba vacaciones, su cuerpo se lo estaba pidiendo a gritos, y como él no lo descubrió a tiempo, ahora le daba señales claras: vómitos, dolor de cabeza, mareos, y hasta perdida del tiempo.
El anciano llego hasta los aposentos del santo español, lo examino con cuidado, mientras tanto el santo padre como el resto de los santos esperaban en la sala
-¿estará bien el caballero Shura Maestro?-preguntaba preocupado Kiki, que admiraba a Shura, al igual que el resto de los santos del santuario
-no te preocupes Kiki, el anciano nos diré lo que tiene-le contesto Mu, mientras revolvía los cabellos de su aprendiz
-se demora mucho el viejo-Dijo DM, que aunque disimulaba muy bien, estaba preocupado por su amigo
-es lo de siempre, suba los brazos, baje los brazos, tóquese los pies, cierre los ojos, diga 33, es la rutina-le contestaba con humor Milo, pero tanto Camus como Aioros sabían que esto no era una broma, desde que eran pequeños, el anciano nunca se había demorado más de 5 minutos si era Shura el paciente, pero ya llevaban más de media hora y aun no salía.
-la paciencia nos dirá la respuesta-comento Shaka desde la pared, todos lo miraron, el comentario era simple pero certero.
Mientras dentro de la habitación, un anciano miraba a los ojos al joven de cabellos negros
-es lo mejor, hazlo así-comentaba mientras se ponía de pie y se encaminaba a la salida
-¿Qué cree usted?
-Qué solo lo puede ver un medico de vocación-y sin más salió a la sala principal, donde todos expectantes esperaban la respuesta
-¿y que tiene Shura?-pregunto Milo al anciano, este se encamino hasta frente a Shion y le sonrió
-deje que el santo salga por hoy al pueblo, que respire aire fresco, solo déjelo Patriarca-y como si esto hubiera terminado, se retiro con la calma que su edad le daba, todos se quedaron con gusto a nada y sin importar los reclamos, varios se adentraron a la recamara de su compañero, donde este permanecía sentado en su cama
-¿Qué diablos tienes Shura?-Le preguntaba Kanon
-¿Cómo que aire fresco?, ¿para eso nos hiciste esperar más de media hora?-Milo se mostraba bastante molesto
-¿y para esto me preocupe?, ¡va!, mejor me voy a mu templo-declaro DM
Algunos otros solo suspiraron por el comportamiento de sus compañeros y por la tranquilidad de saber que lo de su amigo era solo cansancio.
Mientras los santos se despedían de Shura y le decían que descansara, que saliera y tomara aire fresco, este seguía pensando con las manos juntas y un pequeño papel entre ellas.
Espero a que todos se retiraran y le solicito permiso al patriarca para bajar hasta el pueblo, este se lo concedió sin ninguna oposición, ya que el santo en cuestión necesitaba distraerse.
Shura descendió los templo entre "distráete mucha", "descansa" y "ten sexo por mi", cortesía de Milo y Kanon, mientras otros como Camus y su amigo de Sagitario, solo le decían que en caso de cualquier incidente, que no dudara en llamarlos. Llego hasta el pueblo y tomo el camino en dirección a la gran ciudad de Atenas, haya, busco la dirección del papel que le había pasado el anciano, sin mayor problema llego hasta la el lugar, una gran clínica se presentaba frente a él, se adentro y solicito una hora con el médico indicado en el papel, pago la consulta y espero, tras una hora lo llamó el médico, un señor de al menos unos 55 años lo atendería, Shura por inercia le comunico que el anciano del santuario lo había mandado con él, y una sonrisa melancólica.
-entonces esto es importante hijo, ven, te hare los exámenes de rigor-esas palabras asustaron a Shura, que no cambio el semblante aunque sus nervios se estaban destrozando, ¿Por qué el anciano conocía al doctor?, ¿Por qué mandarlo con un neurólogo?, ¿Por qué le dijo que solo un especialista podía ver esto?
Se realizaron los exámenes de rigor, se percato que era ya tarde, y llamo al santuario comunicándoles que se quedaría un día mas en la ciudad, como todos sabían y el patriarca también que lo que más necesitaba el santo era distracción, no se le presento ninguna negativa como respuesta.
El doctor le comunico que buscara un hospedaje hasta el día siguiente, para cuando tuviera el resultado de los exámenes, y así lo hizo, llego hasta un hotel y ahí paso la noche.
Para el día siguiente, se presento a primera hora en la consulta del médico, lo llamaron y el doctor le presento el resultado de los análisis
-bueno joven Shura, el resultado de los exámenes ya los tengo, pero antes quiero saber, ¿tiene familia?, ¿hijos?, ¿alguna novia o novio?
-estoy solo doctor, así que solo deme el resultado por favor-algo no le estaba gustando, a esto había que sumarle ese maldito dolor de cabeza que lo volvía a atormentar
-bueno, le explicare, la resonancia magnética que le aplique ayer arrojo una imagen donde se presenta una serie de células anormales creciendo en la parte inferior de la corteza cerebral, muy cerca del cerebelo pero en su parte interna.
-doctor, explíqueme por favor claramente lo que eso significa
-si…tienes un tumor cerebral de grado 4 Shura, eso es peligroso, es maligno y crece a gran velocidad, y está ubicado en una Zona muy delicada de tu cerebro
-pero ¿Cómo es posible eso?
-padeces de vómitos, dolores fuertes de cabeza, problemas a la visión, esos son los síntomas, y en base a eso te realice los exámenes de ayer y tras analizar tus células halle aquel tumor.
-¿es operable?-las ideas se atrofiaban en su cabeza y las imagines de todos sus amigos se presentaron frente a él, había recibido una segunda oportunidad, pero esto solo le decía que el tiempo contaba en su contra, a sus cortos 23 años la muerte por tercera vez lo visitaba.
-lo es, pero la posibilidad de que no quedes con secuelas es casi nula, es como esto-el médico cerro su puño y se lo mostro al español-mi puño es tu cerebro, mi brazo la espina dorsal y posterior columna vertebral, tu tumor está alojado aquí-la mano del doctor se extendió y llevo su lápiz al centro de la palma de su mano, justo medio a medio de la extremidad-tu tumor está ubicado en un lugar que sea como sea, al operar podría arrojar secuelas pos-operación
-como cuales
-perdida de la vista si se toca la parte superior, o que alguna extremidad de tu cuerpo dejara de funcionar al 100%, como puede ser brazos o piernas y en la situación más crítica, y es si es que el tumor se acerca a la espina dorsal, y crea raíces ahí, la pérdida total del movimiento de tu cuerpo.
Las palabras dejaron helado al santo, no podía ser que se convertiría en un minusválido por culpa de unas estúpidas células cancerígenas, no quería ser una carga para sus compañeros, tampoco quería perder su armadura, pero sabía que no podría desenvolverse como el santo dorado que era teniendo alguna extremidad de su cuerpo en esas condiciones.
-y si no me opero, ¿Qué pasara?
-a la velocidad que crece el tumor, tendrías al menos unos 4 meses con los malestares tal y como van ahora, pero los dos meses siguientes, será la cuenta regresiva de tu vida, y el aumento del dolor.
-puedo con ello-dijo tratando de convencer al doctor y de paso convencerse a sí mismo de que podría con eso-sé que puedo, solo necesito que me recete algo para el dolor y los malestares
-¿no quieres la operación?
-no-contesto tajante, no quería convertirse en la carga de sus compañeros, un discapacitado que perdería su armadura en cualquier momento, había peleado por ella, derramado sangre por ella, y la portaba con el galgo y orgullo que solo un santo dorado podría, y no la perdería por nada del mundo.
-el orgullo de un santo dorado, ¿no es así?- el santo se sorprendió ante las palabras del doctor, que lo miraba con cierta nostalgia en la vista-el anciano que te vio es mi hermano mayor, el trabaja como curandero en el santuario Ateniense, el siempre me cuenta por sus cartas de los valerosos santos que haya viven, personas con una resistencia física incomparable, que poseen un orgullo digno solo de guerreros, que solo Hércules o Perseo pudieron haber tenido, incluso me comento que ustedes podían desafiar a los dioses con la fuerza que tienen, creo que tu eres uno de ellos
-lo soy, el santo dorado de Capricornio, uno de los 12 santos dorados que protegen a la diosa Athena-contesto con la calma y orgullo que solo un santo demuestra
-te recetare los analgésicos, y vendrás a verme una vez al mes para realizar el seguimiento, creo que ustedes tiene un jefe, lo hacen llamar Patriarca
-es nuestro guiador…y padre- era extraño como en estos momentos se percataba de ciertas cosas como que quería a Shion como el papa que nunca tubo
-¿le dirás?
-no, nadie sabrá, diré que vendré a ayudar en el hospital, nadie sabrá de esto
-¿y tus compañeros?
-ellos menos, no necesitan saberlo
-ya veo, no los quieres preocupar, respeto tu decisión, pero debes de estar consciente que de ahora en adelante nada será lo mismo, los medicamentos cada vez serán más fuetes, los dolores también crecerán, solo el tiempo será el único que no se aumentara
-lo sé…y no se preocupe, yo enfrentare esto….
