CAPÍTULO I: LA REUNIÓN
Ese día a pesar de estar nublado había sido perfecto y yo salía del liceo junto con mis dos mejores amigas cuando vimos un Porsche amarillo con vidrios polarizados estacionado en el garaje del liceo.
— ¡Qué auto! ¿A quién habrá venido a buscar?— pregunto Noemí impresionada
—No lo sé, pero algo es seguro: a ninguna de nosotras nos vinieron a buscar— dijo Maite
Yo en cambio mire a mis dos amigas y luego al auto, y suspiré, claro que era extraño ver a un auto tan lujoso en aquella parte de la ciudad.
—Renneesme— me llamo una voz de mujer desde detrás de nosotras tres.
No necesite darme vuelta para darme cuenta de quién era, conocía esa voz demasiado a pesar de que hacía tiempo que no la escuchaba, esa era la voz de mi tía Rosalie.
Las chiquilinas se quedaron mirando a la mujer que me hablaba: era una mujer estructural de figura preciosa con el pelo rubio que le caía en cascada hasta la mitad de su espalda. Vestía un vestido delicado pero formal.
—Buenos días, ustedes deben de ser Noemí y Maite las amigas de mi sobrina Renneesme. Permítanme presentarme, yo soy Rosalie Cullen, su tía— dijo la mujer
—Señora Cullen que alegría de conocerla. Y si, yo soy Noemí y ella es Maite— dijo Noemí y Maite asintió
—Renneesme ¿ocurre algo malo?— me pregunto Rosalie que tenía una carpeta en su mano repleta de papeles
—No tía, solo que hace años que no la veía y cuando la familia se reúne significa una sola cosa: reunión familiar. ¿Es necesario?— pregunte dándome la vuelta y mirando a mí tía
—Si, princesa, lamentablemente es necesario. Bueno, ¿Nos vamos?— pregunto Rosalie
— ¿La tía Alice nos vino a buscar?— Pregunte mirando al auto
—No, ella me lo presto para irte a buscar porque de aquí nos iremos directamente a casa de tu abuelo, esa fue la orden de tu padre. Lo cual se lo agradezco porque Emmett se fue temprano para la casa de tu abuelo y mi auto se rompió pero no he tenido tiempo de arreglarlo. ¿Nos podremos ir de una vez o hay algo que tienes que hacer antes?— pregunto Rosalie
—No, chiquilinas nos vemos luego— dije y la seguí, la cual me abrió la puerta del copiloto antes de irse a sentar en el del copiloto.
—Chau Renneesme, nos vemos mañana— dijo Noemí y Maite asintió
Me senté en el asiento, coloque mi mochila entre mis pies y luego me coloque el cinturón.
Rosalie miro y negando con la cabeza prendió el auto.
—Tía por favor vamos lento hasta la carretera, luego puedes andar a la velocidad que quieras, no quiero alertar a los pobladores de aquí más de lo que ya lo hemos hecho— dije
—Descuida que te hare caso— dijo Rosalie y así lo hizo
—Tía ¿Cómo está Pendragon?— le pregunte pensando en mi primo
—Él está bien, en la universidad disfrutando de sus últimos días. Ayer tuvo un examen pero hasta hoy no tenía los resultados. Me prometió que me llamaría para decirle como estaban las cosas— dijo Rosalie
— ¿Debo entender por lo tanto que él no va a participar de la reunión familiar?— pregunte con una pequeña furia en mi voz
—Sí, princesita. Pero está al corriente de todo lo que ocurre. No te preocupes que si nos mudamos, él también lo hará— dijo Rosalie
—Eso sí que me alegra— repuse con ironía
Pero cuando llegamos a la carretera Rosalie puso quinta y llevo el auto a su mayor velocidad. Mientras yo la mire pero no dije nada, cerré los ojos y me mantuvo así un buen rato hasta que sentí una bocina. Con cuidado abrí la ventanilla que hasta aquel momento había permanecido cerrada y mire por el retrovisor.
— Tranquila es Jaspe quien no sigue— me dijo Rosalie y sonrió
—Ya me di cuenta, pero ¿Ese es el mercedes S55 AMG negro del abuelo?— pregunte impresionada
—Si, es ese— dijo Rosalie
— ¿Por qué no nos pasa? Porque por lo que se pude ir a mayor velocidad que el nuestro, obviamente siempre y cuando tu no pongas el turbo— Exclame
—Porque yo tengo que entrar este auto antes que él el suyo. Tranquila que no pasa nada, pero como muy bien dijiste hay reunión familiar y tenemos que estar todos. Tus abuelos, Edward, Emmett y Alice ya están allá hace horas— dijo Rosalie
— ¿Tía no podría ir con Jasper? Me siento más segura cuando es él quien conduce— dije mirándola
—Está bien, usa el móvil para avisarle— dijo Rosalie y de su bolsillo saco un móvil de color plateado.
—Si— dije y con el móvil le avise a mi tío lo que iba a suceder
Dos minutos después pararon los dos autos y yo corrí hasta el auto de mi tío quien me recibió con una sonrisa.
— ¿Te asustas de la velocidad en que anda Rosalie?— pregunto Jaspe sonriendo mientras volvía a arrancar.
Jasper era alto, musculoso, delgado con el pelo color miel.
—No, la realidad es que ya me he acostumbrado a que ustedes vallan a una velocidad que se parece a la del sonido. Me duele cada vez que hacemos una reunión familiar porque a pesar de que tiene que los puedo ver a todos ustedes, ya que si algo no pasa nadie viene a verme, se que la organizan para avisarnos de que nos vamos a ir de la ciudad. E irnos significa casa nueva, liceo nuevo, otra vez a hacer amigos—dije apenada
—Créeme que te entiendo, pero es necesario sino no lo haríamos. Ahora descansa, el viaje es largo— dijo Jasper y me toco las manos que había cruzado sobre mi regazo
Enseguida sentí que se me pasaba el dolor que sentía y me calmaba.
—Tío se supone que no debes controlar mis sentimientos— le regañe pero sin poder evitar sonreír agradecida
—Lo sé pero tampoco puedo verte sufrir, no lo tolero. Ahora descansar que lo necesitas, créeme que esta reunión va a ser larga— dijo Jasper y volvió a posar su vista en el transito
—Te hare caso, después de todo ayer en casa de Maite no pude pegar el ojo en toda la noche por los nervios que tenia. – dije, recline el asiento y me tire para atrás
Jasper me tapo con una manta y sonrió. Luego siguió conduciendo.
—Renneesme despierta que ya hemos llegado— dijo Jasper apagando el auto
Con cuidado abrí los ojos y baje del auto que el tío le había abierto la puerta. En cuanto salí descubrí que estaba en el garaje de la casa de los abuelos. A su lado estaban el Volvo plateado y Aston Martin V12 Vanquish de mi padre, el BMW rojo descapotable de mi tía Rosalie, el Jeep de mi tío Emmett, el Lamborghini Diablo de mi tío Jasper y el Porsche amarillo de mi tía Alexander.
— ¿Quieres que te lleve en brazos?— me pregunto Jasper
— ¿Tú quieres que a mi padre le dé un ataque? No, lo mejor será que camine pero quédate cerca por las dudas, estoy aun algo dormida— conteste y entre a la casa corriendo.
—Princesa, que alegría verte. ¿Te sientes bien? Estas pálida— me dijo Edward y me agarro en brazos
Mi padre, Edward, era desgarbado, menos corpulento que mis tíos, y llevaba despeinado el pelo castaño dorado; aunque también tenía un aspecto más juvenil que Jasper o Emmett.
—Estoy bien, solo algo cansado y dormida. Me dormí un rato mientras venia con Jasper. Eso sí, quiero varias explicaciones— le dije y él sonrió
Edward me bajo pero me miro todo el rato.
—Bienvenida a casa princesa. ¿Estás segura que te sientes bien?— me pregunto mi abuela Esme al verme y me abraso
Esme tenía el rostro en forma de corazón y ondas suave pelo de color caramelo. Era pequeña y delgada, pero, aun así, de facciones menos pronunciadas, más redondeadas que las de los otros de la familia.
—Si, ¿Carlisle está en la casa?— pregunte
A veces, pese a que todos ellos eran mi familia, me costaba decirles abuelo, abuela, tíos, papá; y entonces los llamaba por sus nombres. Aunque a veces me sentí más contenta diciéndoles por papá, tíos y abuelos.
—Nos está esperando en el salón, pero antes vamos a la cocina así Esme te puede dar un refresco y un pedazo de la torta que hizo, necesitas comer y glucosa. Si tu abuelo te llega a ver en el estado en que estas se va a asustar y te va a revisar— me dijo Alice que como siempre había aparecido de la nada
—Está bien, vamos a la cocina así cómo— dije y luego de comer dos pedazos de torta y vaciarme una botella de refresco fuimos hasta el salón de la casa
En el salón ya estaban Carlisle y su esposa Esme, Alice y su esposo Jasper, Rosalie y su esposo Emmett y por ultimo mi padre Edward.
