Música bacteriana
NINGÚN ELEMENTO DE STEVEN UNIVERSE NI SUS PERSONAJES ME PERTENECEN.
Capítulo 1 – Huracanes destructores
Sólo era ella, ¿no es así? Es decir, lo único que ella hacía era ser ella misma. Toda su vida había sido así, rodeada de una aparente perfección a los ojos de los demás. Sus padres esperaban todo lo bueno de ella, todo lo correcto. ¿Tener novio? Jamás, sus controladores padres nunca le dejarían, ademas debía cuidar las notas de la escuela, eso era lo en verdad importante, el resto sólo bazofia.
Sapphire Glace tenía encima una condenada suerte para la mayoría de las cosas en su vida, cómo si alguien pudiera escuchar sus deseos y aunque pareciera imposible, estos se convertían en realidad…
Y hoy era, lo que parecía una mañana normal, con el pequeño detalle de que tenía que alistarse para la nueva escuela, al fin había llegado a la Universidad. Se había decidido por Artes con especialidad en Canto. Cantar era algo que a ella le fascinaba, lo había hecho desde pequeña cuando lejos de la vista de los adultos simplemente dejaba salir todo dentro de sí, tomaba una pequeña raqueta de tenis a modo de guitarra y "tocaba" y cantaba. Oh, pero cuando un adulto se presentaba, la seria Sapphire reaparecía.
Bien, ahora podría decirse que ya era momento de dejar salir a la salvaje dentro de si (en cierta forma). Mientras se peinaba su largo cabello azul pensaba en la actitud que debería tomar en esta nueva etapa de su vida.
-¿Debería ser un poco salvaje?
*IMAGINACIÓN FUMADA DE SAPPHIRE*
'Sapphire llegando a su nuevo salón de clases.
-¿Qué pasa, hermanos? No se pongan tan serios, venga, ¿quién quiere cantar una linda canción de bienvenida?
Todos se animan con la idea y se levantan al tiempo que una especie de musical comienza…'
*FIN DE LA IMAGINACIÓN FUMADA DE SAPPHIRE*
Seguía cepillándose el cabello mientras miraba su reflejo con una divertida expresión en el rostro.
-La verdad es que dudo que eso pueda suceder sin que esté preparado jaja…
-Sapphire el desayuno está listo, baja o llegarás tarde a tu primer día.
La voz de su madre la había sacado de su pensamiento. Aún sentada frente al tocador que se encontraba en su habitación, se cubrió un ojo con una parte de su fleco, tomó su mochila y salió de su habitación. Había terminado de bajar las escaleras cuando su pequeña hermana, una chica de 14 años, de labios carnosos, algo más baja que ella y con el cabello hecho un lío (desde su punto de vista) gritó detrás de ella.
-¡Quita tonta! O harás que llegue tarde yo tam… ¿eh, pero qué coño? ¿por qué te has cubierto el un ojo de esa forma? Jaja ¿qué pasa con esa apariencia ruda, colega?
Sapphire miraba simplemente el platillo que su mamá le había servido como desayuno mientras tomaba asiento.
-Ninguna apariencia ruda, hermanita, sólo un pequeño cambio de look y es todo.
Crystal había tomado asiento en la mesa también, justo frente a ella, sin dejar de mirarla y sin dejar de sonreir burlonamente.
-Si claro, lo que digas jaja.
-Venga ya, basta de chacharas y a comer todos. Es tarde y ustedes aquí hablando de trivialidades. Sapphy, ese medio fleco me desespera un poco, quizá deberías sujetarlo con algo. Cuando regreses de la escuela te ayudaré a encontrar algo.
-Está bien, mamá…
Su madre, la señora Cornelean Glace, psicóloga de profesión, mujer perfeccionista, de mirada aguda, alta delgada, de labios carnosos y elegante cabello plata, solía irse todos los días a las 8 am a su consultorio ubicado en el centro de la ciudad. Era un buen empleo pero debido a la maternidad lo había abandonado y no fue hasta hace poco, cuando Sapphire tuvo la suficiente edad para no quemar o explotar la casa junto con su hermana, que decidió retomarlo.
Su familia no pasaba necesidades económicas, aún con el hecho de que su mamá hubiese dejado por un tiempo su profesión, papá bien podía sustentar todo. La casa de dos pisos, los dos autos, la educación de sus hijas y la manutención de su esposa. Todo eso tenía un precio. Él siempre estaba de viaje, piloteando grandes aviones comerciales. Había periodos en los que se quedaba en casa, claro, con sólo labores ocasionales en el aeropuerto, pero la mayor parte del tiempo era viajar y viajar y se desaparecía semanas, a veces meses… No es tan malo como suena, la verdad es que ella estaba bien con eso, hablaba lo suficiente con su padre, así que las cosas estaban bien… o eso quería creer.
Había terminado su desayuno, se levantó de su asiento y lavó rápidamente los platos que le habían servido. Se despidió de su mamá y salió junto con su hermana. Habían recorrido dos calles hasta que tuvieron que separarse.
-Bien, ten cuidado y procura no hacer tonterías.
Miraba a su hermana seriamente. Crystal tenía la mirada en el suelo, y fastidiosamente dijo:
-Relájate, seré la misma de siempre.
-Eso es justo lo que no quiero, ¿por qué no piensas un poco antes de hacer algo? Necesitas algo de seriedad en tu vida, ¿no crees?
Crystal negó con el dedo indice de su mano derecha.
-Nop, yo estoy bien. Tu debes dejar la seriedad por un rato. Relájate y deja que las cosas fluyan. Nos vemos luego tonti.
Su hermana le guiñó un ojo y se fue. Estaba mirando que su hermana desapareciera en las calles y al fin, suspiró.
-Uhm.. Curiosamente esta es una de las pocas ocasiones en las que estoy de acuerdo contigo, hermanita…
Siguió caminando por unos 8 minutos más hasta llegar a la escuela. La universidad era enorme, no era la primera vez que estaba ahí, pero aún se sentía algo desubicada. Le había tocado en el aula 29A del edificio V1.
Entró al aula destinada a la clase de Adiestramiento Auditivo, notó que las mesas eran medianas y en cada una cabían dos estudiantes. Tomó un asiento en una mesa en medio del salón y pensó:
-Supongo que es una buena oportunidad de hacer amigos fácilmente.
Había llegado temprano y de momento sólo ella se encontraba ahí. No restaba más que esperar. Poco a poco, el salón comenzó a llenarse de jóvenes. Tomaban asientos en diferentes lugares, ninguno al lado suyo.
-Ya llegará el indicado…
Siempre positiva.
A las 8:30 y puntualmente, la profesora llegó. Parecía una agradable señora de grandes lentes y cabello esponjado. Comenzó a hablar.
-Bien muchachos, bienvenidos la que será, por un buen tiempo, su Universidad. Vamos a pasar lista.
Mientras esperaba escuchar su nombre, alguien tocó y desde la puerta medio abierta le dirigió una mirada la profesora. Era una chica, con un cuerpo robusto pero atlético, llevaba una banda roja en el cabello, igual o más aborotado que el de la proferosa.
-Hola… buen día profesora, adiestramiento auditivo, ¿verdad? Jo, pensaba que no llegaría, ¿le molesta si paso?
-Adelante, pero procure no hacer de esto un hobby.
Una vez dentro y caminando hacia las mesas, respondió:
-Jaja claro… perdón.
* Sapphire POV *
Caminó hasta un poco antes de llegar a mi y echó un vistazo a su alrededor. Yo también hice lo mismo y sí, como cliché de fic sobreusado (?) sólo el asiento junto a mi estaba vacío. Me miró y sonrió.
-¿Puedo?
Qué sonrisa…
-C-claro…
Se sentó a mi izquierda. Colocó su mochila sobre la mesa y sacó un pequeño cuaderno. De reojo y segura de no poder ser descubierta gracias a mi magnifica idea de esta mañana de hacerme un medio fleco cubriendo mi ojo izquierdo, observaba sus movimientos. Parecía ser de esas personas hiperactivas, algo en plan… ¿la pesada de Crystal?
-Genial.
- ¿Hum? ¿Dijiste algo?
Maldición, lo he dicho en voz alta.
-Amm, n-no, lo siento, tu pulsera me pareció muy genial.
-Oh, esta cosa. Jeje gracias. Es la primera vez que me dicen algo así de esta pulsera vieja.
-Oh… vaya…
Pareciendo tonta el primer día de clase o ¿ké ase? Justo como ese meme que circula en internet. Su pregunta me sacó de mi tonto pensamiento.
-¿Cómo te llamas?
Estaba sonriendo de medio lado mientras me miraba a los ojos. Qué linda sonrisa…
-Mi nombre es Sa…
-¿Sapphire Glace?
Escuché mi nombre. Reconocí la voz de la profesora, levanté la mano derecha y automáticamente contesté:
-PRESENTE.
Bajé la mano y miré de nuevo a mi nueva compañera. Seguía mirándome y peor aún, su boca aún dibujaba esa linda sonrisa de medio lado con la pequeña diferencia que ahora apoyaba su rostro en ambas manos.
-Con qué Sapphire, ¿eh? Es un nombre muy bonito. Mi nombre es Ruby Randy.
Me tendió la mano, no parecía el tipo de persona que te saluda tendiéndote la mano, debo admitir que me sorprendí un poco. Tardé un poco en devolverle el saludo.
-Recién me he mudado por aquí, así que oficialmente eras la primera persona que conozco. Espero que tu seas de por aquí y, no sé, tal vez pudieses ayudarme a no perderme en este lugar.
-Me parece bien.
Me apresuré a contestarle, me había dado cuenta que la clase había empezado y nosotras no hacíamos más que conversar a voz baja. Aquello no estaba bien.
-O-oye, no quiero parecer grosera ni que pienses que no me interesa tu plática pero creo que deberíamos empezar a prestar atención a la clase.
Su sonrisa se desdibujó, abrió muy grandes los ojos y miró hacia el frente. Efectivamente, había comprobado que lo que decía no era mentira.
-Cierto. Lograste distraerme. Continuemos luego con esto, ¿de acuerdo?
Volvió a dirigirme la mirada y a sonreírme. Asentí.
Las clase continuó por cerca de dos horas, la profesora había hecho algunas preguntas, y como lo había hecho desde las clases de educación elemental, me apresuraba a contestar. Eran cosas sencillas. A este punto, era fácil suponer que tanto la profesora como el resto de sus compañeros habían notado mi inteligencia.
-Exactamente señorita Glace, así es como funcionan las armonías.
Ruby me miró.
-Wow, parece que sabes mucho. Eres lo que aparentas Sapphy. Un ratoncillo de biblioteca. Es eso o tienes mucha suerte con las preguntas que la profesora hizo…
Me había dicho Sapphy, me pareció lindo hasta que escuchó "ratoncillo de biblioteca". Odiaba que me llamasen así. En cuanto a lo de la suerte, bueno… Aún así, no logré disimular la molestia
-Ningun ratoncillo, es suerte tal vez… Tampoco era tan complicado.
El timbre sonó. Todos empezaron a levantarse, para su grupo era todo por hoy.
-Para mi si que era complicado jaja. ¿Te vas a casa?
-Sí.
-Oh, percibo un poco de molestia en ti, no te habré ofendido… ¿o sí?
-Tal vez un poco… pero no te preocupes, se me pa…
Ni siquiera pudo terminar la frase. Ruby me había dado un beso en la mejilla derecha y se apartó rápidamente.
-Ahora si que tienes un motivo para estar enojada conmigo. No te lo tomes a mal. Pareces una chica muy seria y me gustaría sacarte un poco de eso. Yo sé, por experiencia, que la gente cómo tu puede llegar a ser muy divertida y sólo necesitan un empujoncito para serlo. Yo quiero ayudarte. Nos vemos mañana Ruby…
Empezó a caminar hacia la puerta del aula y desde ahí me dijo:
-Y por cierto, me encanta eso que le haces a tu cabello, ese medio fleco, te ves muy linda con él. ¡Eso es estilo y me gusta! ¡Hasta mañana!
Se marchó. Algunas chicas habían observado todo, se habían quedado perplejas, casi o igual que yo. Todo fue tan rápido.
* Fin Sapphire POV *
Sapphire simplemente no pudo decir nada. Es más, había olvidado respirar y hasta ahora se había dado cuenta.
-¿Qué acababa de pasar?
Ese era el único pensamiento que su diminuto cerebro le permitía tener en ese instante. ¿Qué clase de huracán acababa de llegar a su vida?
¡Hola a todos! He de confesar que he sido una asidua lectora de fanfics desde los 15 años cuando descubrí este enfermo y satánico mundo que tantas alegrías, tristezas y desesperación me ha hecho vivir. Han tenido que pasar 10 años para que al fin, el espíritu señor paloma, me ayudará a escribir esto. Posiblemente encuentren errores de ortografía en este capítulo, lo he terminado a eso de las 3:04 am, así que, puede que el sueño me haya hecho escribir barrabasadas. Por supuesto, mi calidad narrativa no se justifica con eso. Soy novata así que… ejem, hay muchas escenas que están claras en mi cabeza y que tal vez no consiga describir del todo. Al menos no como yo quisiera. Es M porque tengo pensado llevar esta historia a niveles CALIENTES, APASIONADOS. Sin perder el romanticismo. No desesperen.
Un gusto saludarles y gracias por leer mi basura. ¡Hasta la próxima!
