Nombre: Hojaldre Flaky

Edad: 16 años

Ocupación: Sirvienta

Clase Social: Mocker (pobre)

Familia: Madre muerta hace 4 años, se fue a la guerra cuando tenía 1 año, un tío, sin hermanos, sin más familia que ella quiera.

Residencia: Casa abandonada de su tio.

Estado civil: Soltera

Talentos, hobbies: Cantar

Físico: Chica de 1,60 metros, muy delgada, pelo rojo lacio hasta la cintura, un poco de caspa, blanca, ojos rojos carmesí.

Personalidad: Algo tímida, asustadizo, bastante valiente, ella esta dispuesta a hacer lo que sea para lograr sus objetivos, no le cuesta mucho tomarle confianza a la gente con la que se encariña.

Historia:

Todo comenzó hace 4 años, cuando mi madre murió, cuando tenía solo 12 años, recuerdo que siempre que enfermaba me pedía que le cante, ella decía ``esa es mi cura, Flaky tienes un don, es un milagro no dejes que nuestras circunstancias se lleven tu espíritu, por favor sigue``, ella siempre creyó en mí, me gustaría poder haber seguido su consejo pero no pude, y no podre…

Apenas ella murió me dejaron con una parte de mi familia que no conocía, honestamente no conocía a mi familia. Eran mis abuelos del mi lado paterno, ellos siempre nos odiaron a mí y a mi madre, me decían ``Por ti y por tu madre se fue nuestro hijo, tenia tanto por hacer y lo arruinaste todo `` viví con ellos hasta hace unos meses, ellas me trataban como una empleada, tal vez peor, pero gracias a su otro hijo también odiado, mi tío Mole, lo odiaban porque era visco, lo tomaban nada mas como si fuera una carga mas como yo, me saco de esa casa, en un camión, y me dejo en la cuidad me dio un poco de dinero, y me dejo en una casucha, era un palacio para mi, el no pudo venir conmigo, me llevo a escondidas en la noche con la excusa para comprar algo, pero si el no se quedaba con ellas, me buscarían y todo empeoraría, asi que me quede, no podía hacer nada mas, el con el dinero, me dio una dirección dijo que allí podría conseguir trabajo, una fecha, hoy, luego de 2 meses de mi escape con mole, hoy es 21 de octubre, el trabajo era de sirvienta.

Llevaba un vestido blanco algo corto, unos 5 cm arriba de mis rodillas, pelo suelto, sin zapatos.

Fui caminando guiándome por los nombres de las calles y los números, preguntando cuando podía, pero luego de unos 30 minutos de búsqueda lo encontré, estaba un poco mas lejos de lo que pensaba, era un mansión gigante, enorme, ocupaba casi toda la manzana. Casi no podía creer que trabajaría allí. Me quede mirando como tonta una y otra vez comprobando si el número de la casa era realmente el mismo que el de la casa, pero siempre era el mismo resultado, era el mismo. Había un pequeño timbre, lo apreté, hiso un sonido muy fuerte que por un momento me asusto, salió el mayordomo y fue hasta las rejas, donde yo me encontraba.

- ¿A que viene señorita? - era un hombre mayor, un poco alto, algo de bigote blanco como el resto de su pelo, parecía muy mayor.

-Buenos días mi nombre es hojaldre Flaky, vengo por el puesto de doncella.

-Pase por favor- El saca una llave negra, parecía del mismo estilo que la reja, la abrió, entre y vi todo el patio, todo el pasto era verde y bien cortado, árboles frondosos, era muy largo y bello, como si fuera de un cuento, no me había dado cuenta de que me había quedado como una tonta, con media sonrisa hasta que me llamo el mayordomo.

-Señorita- Me voltee y me sonroje un poco.

-perdón, es que es tan bello

-Si, me puede seguir?

-Seguro- seguí caminando detrás de el, mirando todo. El abrió la puerta principal, dentro era realmente como un cuento de hadas, había unas largas escaleras de mármol, las paredes eran blancas con toques de madera, obras de arte en todos lados, mas plantas, a lo lejos se veían más pinturas y unas cabezas de venado arriba de una chimenea. Los pisos eran de cerámico blanco con toques negros.

-Suba las escaleras, en la 3ra puerta de la derecha, allí esta el despacho del señor Conwell, cuando terminen con su charla búsqueme para que le explique sus horarios.

-Okay, muchas gracias señor…

-Charles

-Muchas gracias Charles- Fui y subí las escaleras, mientras iba tenía miedo de manchar la alfombra roja de terciopelo con mis pies así que tuve que ir en puntitas de pie, mire a la derecha, había un cuadro grande de un señor y sus 2 hijos, el señor tenía la cara muy seria, tenía el pelo verde y ojos marrones, de no ser por los ojos sus hijos serian su viva imagen. Sus hijos eran algo bastante distintos uno del otro, ambos llevaban uniforme militar, uno con boina y otro sin la boina, el que no tenia boina tenía el iris del ojo izquierdo, en su bolsillo tenía unos dulces que sobresalían, y en el pelo tenía una mecha de color verde mas amarillento. En cambio el otro chico parecía completamente normal, era más lindo, pelo verde oscuro igual que su padre y su hermano, tenía un cuchillo de caza guardado en su bolsillo, cuando me di cuenta ya tenía las mejillas un poco ruborizadas. Cuando termine de subir las escaleras mira a mi alrededor, hasta que mi vista se desvió a la de otro cuarto, en el otro cuarto estaba el chico del cuadro, el que tenia la boina, parecía bastante sorprendido, y un poco ruborizado igual que yo, le sonreí y le salude con la mano, el solo me miro y seguí caminando, hasta que llegue a la 3ra puerta derecha del pasillo, respire hondo un par de veces y entre.

-Hola- dije bastante timida.