Raven:

Por cierto, Shingeki no Kyojin no le pertenece a Jani-chan, ni tampoco sus personajes. Son propiedad de Hajime Isayama sempai :)

Aviso al final del cap.

Terminó de firmar uno de los documentos de primera hora que Petra solía dejarle todas las noches antes de marcharse a su casa, para que él lo encontrara por la mañana. Lo dejó a un lado y volvió a fijar su vista en el reloj. Las ocho con cincuenta y ocho minutos. Suspiró un poco ansioso y luego escuchó que llamaron a su puerta.

Como de costumbre no dijo nada. Volvió a fijar su vista en el reloj, las ocho con cincuenta y nueve minutos. La puerta se abrió y Eren entró con una taza de café en una mano y una agenda en la otra.

-Buenos días, Rivaille-san – habló educadamente como cada mañana

-Buenos días, mocosa – respondió sin mirarla - ¿Qué hay para hoy? – preguntó

-Reunión con el señor Erwin Smith a las diez – dijo mientras leía – a las doce una cita con la señorita Hanji Zoe, a las dos una cita para almorzar con el señor Auruo Bossard – cerró la agenda cuando terminó

Él recargó su peso en el respaldo de su silla y la miró con disgusto – Cancela la cita con Hanji, jamás lo acordé –

-Pero aquí dice que es urgente – rebatió

El rodó los ojos con fastidio intentando buscar una evasiva y sonrió cuando la encontró.

-Tú irás a la cita con Hanji –

-¿Yo? – Se apuntó sorprendida - ¿Puedo preguntar por qué?

-Porque te lo ordeno – dijo simple

Ella suspiró y asintió dándose la media vuelta para ir a buscar los productos de limpieza para la oficina.

-¿Has corrido hoy? – preguntó sin mirarla, él leía unos papeles

-Sí, señor – dijo ironizando un poco su tono de voz

-¿Y tú dieta? – preguntó molestando

-Va bien – suspiró cuando sintió a su estómago rugir por el hambre

-Espero que no estés mintiéndome – alza una ceja – recuerda, no quiero a una obesa trabajando para mí –

-No le estoy mintiendo Rivaille-san. No puedo, usted ha puesto a una nutricionista a cuidarme – dijo un poco fastidiada

Mientras Eren limpiaba, Rivaille terminaba de arreglar las cosas para su reunión con Erwin. Cuando ya casi fue la hora se puso de pie y salió de su oficina sin decir nada. Ya habían pasado cinco días y Eren aún no renunciaba.

Tenía que admitir, que se entretenía molestando a la mocosa, era como su nuevo juguete de torturas, pero él no quería una asistente. ¿Cómo podía hacer para que se fuera? Porque sí, le había dado los trabajos más estúpidos, que no tenían absolutamente nada que ver con ser su asistente. Pero ella los había completado y ni siquiera se había quejado cuando él se lo ordenaba.

Ya había limpiado su oficina cada tres horas todos los días, había comenzado una dieta, aunque él sabía que no la necesitaba. Aun así, se lo ordenó sólo para molestarla. También, tenía que correr cinco kilómetros diarios. Cuando no tenía que salir a almorzar con algún socio, ella debía prepararle el almuerzo.

También, le preparaba la cena, regaba las plantas, limpiaba la oficina, otra vez, le servía su merienda… más que su asistente, parecía su maid… ¡Oigan! Maid… Tal vez, debería ordenarle que se vistiera como maid.

Sonrió en su interior al imaginarse a Eren con un traje así. Llegó a la sala de reuniones y se sentó en su lugar habitual. Aún faltaban cinco minutos para las diez de la mañana. Erwin no tardaría en llegar.

Comenzó a leer nuevamente el proyecto para poder explicárselo a Erwin sin ningún error, cuando la puerta se abrió y el rubio entró por ella.

-¡Vaya! Que tengas una asistente, realmente ha funcionado – sonrió – Ahora vienes a las reuniones – le estiró la mano para saludarlo

Él rodó los ojos y tomó su mano con desgano – Más que asistente, es como un juguete – comentó

-Fetichista – dijo Erwin mientras entrecerraba los ojos

-¿En qué piensas? ¡Maldito pervertido! – lo acusó

-Tú eres el que hace comentarios inapropiados – se defendió

-Sólo digo que me divierto torturando a Eren – y al momento en que lo dijo, se arrepintió – Me refiero a que obedece todas las ordenes que le doy – volvió a escucharse a hablar y corrigió por tercera vez – Hace bien el trabajo de asistente – zanjó el tema bajo la inquisidora mirada de su amigo

-Petra me dijo que la tenías a prueba, pero según lo que me dices… ¿Te la quedas? – preguntó dándole un doble sentido a su pregunta

-¿Cómo asistente? – Puso su mano en su barbilla – No lo sé, aún no estoy seguro – evadió el tema

-¿Y cómo mujer? – Erwin alzó una ceja de manera juguetona, sabía que Levi gustaba de las buenas compañías.

-Es una mocosa – hizo un ademán con la mano para restarle importancia

-Pero te gusta – insistió el rubio

Levi lo miró de reojo, con mirada afilada - ¿Qué te hace pensar eso? – evadió la respuesta

-¡Vamos, Levi! – Habló su amigo intentando darle un tono de trivialidad a la conversación – Has tenido asistentes antes. Han pasado inadvertidas, ni siquiera las nombrabas… ¿Y Eren? No has parado de mencionarla –

-Has sido tú el que me ha metido el tema – se defendió

-Pero tú no lo has cortado. Es lo que me hace pensarlo – le cerró un ojo

-Cierra el pico – bufó para luego ponerse de pie – Bien, comenzaré a darte los detalles del proyecto "Attack on Titan" – dijo para poner inicio a la reunión

Después de haber limpiado la oficina de su jodidamente sexy jefe; Eren se preparaba para asistir a la reunión, que obviamente le correspondía a Rivaille, con Hanji Zoe. Ya casi eran las doce y debía ir a otro edificio para la cita.

Tomó su bolso, su agenda para anotar lo que fuera que sea importante y caminó a la salida, pero cuando iba a tomar el pomo de la puerta, ésta se abrió de manera confianzuda. Y ahí, frente a frente, se encontró con la persona que le había estado robando el sueño últimamente.

Sí, porque Eren no podía negarlo. Su jefe la traía vuelta loca. Y si no fuera por eso – y porque necesitaba el trabajo – ya habría renunciado incluso el primer día.

-¿Qué tal su reunión? – preguntó saliendo de su letardo

Él se encogió de hombros y puso ambas manos en sus bolsillos - ¿Te vas a la cita con Hanji? – la miró de forma intensa, ella no sabía si su voz le jugaría una mala pasada al abrir la boca

-Sí, señor – respondió rápido

-Sólo te diré una cosa – ella lo miró interrogante – Es una demente. Que no te meta estupideces en la cabeza –

Quiso reírse por la forma en que él había hablado. ¿Qué le habría dicho ella que lo ponía de aquella manera? Tenía un rostro totalmente hastiado, espantado. – Descuide, Rivaille-san. Tendré cuidado – sonrió – Con permiso – dijo para luego salir de la oficina

Caminó abanicándose el rostro con sus manos. Ya no lo soportaba. Él era demasiado ardiente. Cada vez que tenían una charla, por pequeña que pareciera, ella terminaba así. Definitivamente, Rivaille la traía vuelta loca.

La ensoñación con su jefe, se le pasó cuando llegó al lujoso edificio donde tenía que hablar con Hanji Zoe. Entró al lugar un poco dudosa al ver a todo el mundo formalmente vestido. Ella, estudiante de la universidad y con poco dinero, sólo tenía una prenda de ropa decente.

Se dirigió a la recepción y preguntó por Hanji Zoe, la hicieron pasar a una oficina y esperó. Al rato, las puertas se abrieron y una elegante mujer, de gafas ingresó al lugar. La mujer se acercó a Eren y cuando la miró, sonrió.

-¿Hanji Zoe? – preguntó Eren un poco dudosa

-¿Nos conocemos criaturita? – habló divertida

-Vengo en representación del señor Levi Rivaille – dijo educadamente

-¡Ah! ¿Eres la nueva esclava? – Soltó una risita - ¿Cómo te llamas? –

-Eren Jaeger – respondió un poco sorprendida por la familiaridad que utilizaba. Aun así, no le molestaba en absoluto.

Hanji sonrió – Eres una lindura, con razón el enano te ha escogido de esclava –

Eren alzó una ceja – Disculpe, él no me ha escogido. Aún estoy a prueba – explicó

-Oh, bien – dijo, luego miró a Eren pícaramente – Que no se te haga extraño que de un momento a otro, salte sobre ti. Tiene ese tipo de… mañas – contó

Eren se sonrojó en sobremanera - ¿A qué se refiere? – intentó disimularlo, pero no le salió

Hanji se sentó junto a Eren y la abrazó. Eso tomó a la menor por sorpresa – Eres tan pequeña e inocente… - luego la miró con determinación – Te defenderé del pedófilo de Levi, no te preocupes

-¿Pedófilo? – Preguntó sin entender, luego cayó en la cuenta - ¡No soy una niña! – infló los cachetes, haciendo un berrinche

-Eres tan… adorable – dijo después de que encontró la palabra adecuada – En fin, dime ¿Por qué no vino Levi? –

-Estaba… ocupado – intentó disimular, pero no le salió

Hanji la miró fijamente – Dijo que no vendría, ¿verdad? – afirmó

-Sí, es un difícil – rodó los ojos, por alguna razón Hanji le daba confianza. Así es que se desahogaría con ella un rato.

Sentado en su oficina volvió a suspirar y rascó su nuca con desesperación. Miraba el reloj y luego la puerta, luego el reloj y otra vez la puerta. ¿Por qué no volvía? ¿Por qué no era igual que con las otras que habían ido? Es decir, si él no iba a las citas, Hanji siempre despachaba a quienes iban en su lugar. ¿Por qué no lo hacía con Eren?

¡Ya llevaba dos horas afuera! ¿Qué tanto hablaban? Seguramente, Hanji ya le había llenado la cabeza de estupideces y cuando Eren volviera, llegaría hablando de gigantes desnudos que comen humanos.

Se puso de pie, tomó su chaqueta y se dirigió al escritorio de Petra que estaba fuera de su oficina.

-Buenas tardes, Rivaille-san – habló ella, dejando de lado lo que estaba haciendo y centrando toda su atención en él

-Buenas tardes, Petra – asintió en forma de saludo – Cancela mi cita con Auruo Bossard, dile que ha surgido algo importante – ella asintió y tomó el teléfono, mientras él, se dirigió al estacionamiento del edificio.

No, no iba porque le preocupara Eren, ni porque le interesara. Es sólo que no quería que Hanji le metiera cosas en la cabeza. Definitivamente, no quería que su asistente hablara tonterías.

Se subió a su lujoso auto y tomó rumbo al edificio en el que se encontraban Hanji y Eren.

-¡Éstos cinco días han sido horribles! – se quejó Eren – Enserio, es terrible pero… - se quedó en silencio

-¿Pero? – incitó Hanji

Eren se sonrojó un poco y luego carraspeó – Tengo que aguantarlo, necesito el empleo – dijo lo más convincente que pudo

Hanji sonrió de oreja a oreja – Te gusta, ¿verdad? – preguntó

-¿Qué? ¡Es mi jefe! –

-¿Y eso qué? Estamos hablando de la fuerza Levi – dijo encogiéndose de hombros

-¿Fuerza Levi? – preguntó sin entender

- No importa si eres hombre o mujer, si trabajas para él o trabajas con él. Si lo conoces hace mucho o poco tiempo, si te cae bien o mal. La fuerza Levi, actuará irremediablemente sobre ti – explicó. Eren alzó una ceja – ¡Su atractivo sexual! – dijo finalmente

-Ah, ya – ella suspiró – Ok, tal vez… Sólo tal vez me guste un poco – cedió finalmente

-Es un amargado, muy exigente, le encanta la limpieza, pero es buena persona – habló de forma sincera Hanji

-Insisto, es un difícil – volvió a suspirar Eren – Siempre me da órdenes… ¿Qué se cree? ¿Un sargento?

-Lo era – respondió Hanji y Eren se sintió estúpida – éramos compañeros, él era el mejor de la clase, pero tuvo que retirarse por una lesión – contó

-Yo no… lo sabía – y de repente no sabía que decir

-Sólo los más cercanos sabemos de esto – comenzó a hablar nuevamente - ¿Sabías que de niño era un ladrón? – se recargó en su mano, sonriendo – Un matón muy conocido en los barrios bajos –

-¿Qué? ¿Con todo el dinero que tiene? – preguntó sorprendida Eren

-Levi es huérfano, no tenía ni un quinto. Así que robaba para sobrevivir – explicó

-¿Cómo fue que…? ¿Terminó dónde está? – preguntó curiosa

-El robo algunas cosas del cuartel general. Les costó trabajo atraparlo – se rió suave – al final lo encarcelaron y la condición para que quedara libre, es que tenía que servir al ejercito – contó

-¿Es la condición que ponen a todos los que le roban al ejercito? – preguntó confusa la menor

-No, es que el general de ese entonces, vio cualidades especiales en Levi – puso un dedo en su barbilla recordando – determinación, suspicacia, inteligencia… Casi no dejó rastros. Él vio, que Levi sería un buen soldado – terminó de decir sonriente

-Interesante, ¿Puedes contarnos más? – Eren se quedó helada. Las había descubierto

-¡Oh, Levi! ¡Sí que has venido! – Hanji se puso de pie y le habló con familiaridad al recién aparecido

-He venido por Eren – la miró con ojos entrecerrados – Tú le llenas la cabeza con estupideces

-sólo le hablé un poco de ti – sonrió inocente

Él suspiró cansado – Nos vamos – se dio la media vuelta y comenzó a caminar a la salida

Eren se encogió de hombros – Lo siento, Hanji-san – hizo una mueca

-No te preocupes, nos veremos otro día para charlar – sonrió

Eren comenzó a caminar a la salida y luego recordó algo. Se dio la media vuelta y Hanji la miró interrogante – Hanji-san ¿Crees que estoy obesa? – preguntó

-¡Por supuesto que no! Tu figura es perfecta – le cerró un ojo

Eren sonrió y retomó su camino tras su jodidamente sexy y amargado jefe.

¿Qué le ocurría? Primero, decía que no iría a la cita con Hanji Zoe, porque no quería verla y la enviaba a ella. Después, aparecía ahí y prácticamente la arrastró fuera del edificio.

-Rivaille-san – habló con cuidado - ¿No tenía usted una cita para almorzar con Auruo Bossard? – preguntó

-La he cancelado – dijo simple

-¿Puedo saber por qué? – preguntó extrañada

-¿No me ves aquí acaso? – Ella se quedó en silencio sin saber que decir, él suspiró - ¿Hay algo para la tarde?

-Nada, señor – respondió mecánicamente – hoy tiene la tarde libre, al igual que yo – recordó

-¿Cuándo dije que te daría la tarde libre? – se desentendió

-Se lo he pedido ayer, ¿recuerda? Le he dicho que tengo examen en la universidad ésta tarde – habló calmada

Levi hizo memoria y recordó cuando ella se lo mencionó - ¿De qué es tu examen? - preguntó

-Español antiguo – respondió

-¿Y de qué te va a servir eso en la vida?

-Estudio literatura, señor. Hay libros en español antiguo – explicó

-Bien, te llevo a la universidad – se resignó

-No es necesario, Rivaille-san – dijo cortésmente

-Te llevo – insistió – de todos modos no tengo nada que hacer ahora – dijo mientras presionaba el botón para abrir las puertas del automóvil.

-Gracias – dijo cortes

Se formó un silencio algo incómodo dentro del vehículo.

-No es necesario que vuelvas a la oficina después de tu examen – dijo Levi intentando romper el silencio

-¡Sí, señor! – respondió Eren haciendo un saludo militar, medio en broma

Levi rodó los ojos – No te quiero cerca de esa loca –

-Hanji-san es adorable – comentó sonriente la castaña

-Sí, claro – habló sarcástico

Llegaron a la universidad y Rivaille estacionó el vehículo al lado de la acera.

-Gracias por traerme, Rivaille-san – dijo una vez se bajó del vehículo

-Mañana te quiero puntual a las nueve en la oficina, luego de que corras los cinco kilómetros – dijo sin ocultar una sonrisa burlona en su rostro

-Sí, señor – dijo después de hacer una mueca de fastidio

-Hasta mañana, mocosa –

-Hasta mañana, Rivaille-san – respondió

Él puso en marcha el automóvil y se perdió de vista enseguida. Ella suspiró. Era jodidamente ardiente…

Muy bien, hasta aquí el capitulo :)

Ahora, me presento, soy Rave-chan! xD emmm Jani-chan anda sin internet :( así que me mando el cap y me pidio que lo subiera en su lugar, ojala les guste, se esforzó mucho para traérselos hoy n.n buaaaano contesto sus reviews:

Yuki Rivaille: eren FEM es genial xD emmm que bueno que te guste :) a Jani le agrada saber eso, y si, Levi es un jefe sexy y exigente…vale la pena, vale la pena jaja

Charlie el poeroxo: Oa (?) yaoi, hetero, a mi me da igual la verdad xD mientras sea LevixEren, y si concuerdo contigo, el fic esta muy lindo xD, bueno a mi neechan le agrada saber que te gusto y ojala este cap igual :) un saludo

Barbara Bubblegum: que bueno que te haya gustado :) Jani agradece tu review y tu consejo n.n un saludo y ojala te haya gustado el cap

Satii: el gender bender es genial! xD ejem, que bueno que te haya gustado, neechan agradece tu review :3

Guest: supongo que Jani diría "de nada, de nada, de nada" xD

Aya: lo se, se ve muy linda de mujer ashjsgdahsggd un amiga diría…me vuelvo lesbiana por ella xD jajaja, bueno, a lo que vengo Jani agradece tu review y espera seguirte leyendo por aca n.n un saludo

ZANGO-1: que bueno que te haya gustado, a Jani le agrada saberlo :) y espera seguirte leyendo por aca n.n un saludo!

Bueeeeno, les dejo el avance que Jani me mando para ustedes del siguiente cap :D

-Es ineficiente, molesta, fea... ¡Es una tortura trabajar con ella!-dijo molesto

Eren dejó los platillos sobre la mesa, sorprendiéndolos a todos, más a Levi

-Si es lo que piensa de mí, señor, entonces renuncio-dio la media vuelta y se va

-Ésta vez, creo que la has jodido... pero bien-habló Erwin haciendo una mueca, medio en broma, medio enserio

-Cierra el pico, Erwin-dijo Levi mientras apretaba los puños, con impotencia

Okay! Me despido n.n y para el próximo cap ya vendrá Jani a dejarles el cap n.n un saludo y un abrazo bye-bye~!

Ja ne!

Rave-chan