Capítulo 1: El accidente
Era un día soleado espectacular, aún no comenzaba el verano en New York pero ya podía sentirse el calor. Sarah estaba desesperada buscando trabajo en el periódico pues venía a su ciudad uno de sus grupos favoritos; "Jonas Brothers" y para su desgracia, la habían castigado por sus calificaciones y sus padres no le darían el dinero para ir a verlos. Su madre llevaba rato gritándole desde el piso de abajo para que bajara a cenar, pero Sarah que estaba vuelta loca en su cuarto, sentada en su cama y rodeada de periódicos no la escuchaba.
-Sarah, por favor! Es la quinta vez que te llamo para que bajes a cenar- gritaba su madre desde el primer piso.
-Si, mamá ya voy, ya voy- respondió Sarah algo ofuscada haciendo a un lado el montón de hojas. Se dispuso a bajar a cenar y cuando se sentó en la mesa, su hermano mayor, un joven apuesto de 20 años le pregunta:
-¿Encontraste trabajo?- a lo que Sarah lo mira algo triste y le responde – No John, creo que ir al concierto de los "Jonas Brothers" solo se quedara como un sueño en mi cabeza.
-¡Pero qué pesimista eres hermanita! No estés triste porque te tengo una noticia que te va a encantar…- empezaba a decir John en lo que Sarah ya había saltado de su asiento
-¿Qué? ¿Qué? ¡Dime! ¿Me comprarás la entrada? ¡Qué buen hermano eres! – decía Sarah mientras estrangulaba a su hermano con un abrazo
-¡Hey! ¡Para! No es tan así, no sé si mejor o peor, pero te conseguí un trabajo que creo que te va a gustar- respondió John mientras se deshacía de los brazos de su hermana pegados a su cuello- Lo que pasa es que tu sabes que yo trabajo con los productores de los eventos del país y por esa misma razón me enteré de que hacían falta tramoyas para el concierto de tus amados "Jonas Brothers" y yo inmediatamente te sugerí a ti y el productor aceptó, pero ¡ojo! Que estás bajo mi responsabilidad- terminó de decir John y Sarah se abalanzó de nuevo sobre él
-¡Gracias, gracias, gracias! Eres el mejor hermano que pueda existir en este mundo ¡En todo el universo!-decía Sarah mientras lo abrazaba y besaba.
Pasaban los días hasta que llegó la bendita fecha, Sarah estaba emocionadísima, no paraba de comentarles a sus amigas cual era su nuevo trabajo y cuánto esperaba disfrutarlo, le prometió autógrafos de todos a cada persona que conocía y luego partió al teatro con su hermano para hacer sus sueños realidad.
Todo iba de maravilla, quedaban 2 minutos para que los Jonas Brothers salieran a escena y Sarah ya estaba plantada en una esquina del escenario, invisible para el público, esperando ansiosamente a que sus ídolos salieran por fin al escenario. De pronto, una voz por los altavoces anuncia: - Ahora dejo con ustedes a quienes estaban esperando, Joe, Kevin, Nick, los Jonas Brothers- acto seguido se escucha una gran ovación en el público y en medio de un escenario lleno de humo aparecen uno a uno los ídolos de Sarah, ella sin intentar controlarse gritaba desenfrenadamente por cada uno de sus amores.
El concierto transcurría normalmente, el público coreaba S.O.S. con ánimo y de un momento a otro Joe Jonas bajó del escenario. A sus hermanos no les pareció extraño y lo tomaron como otra de las locuras del vocalista, siguiendo con el trascurso normal de la canción. Pero pasados unos segundos, la voz de Joe dejó de escucharse y en el escenario se escuchó un grito desgarrador
-¡Ayuuudaaa!- gritó el chico encargado de la iluminación – ¡Joe Jonas está inconciente! – terminó de decir y se produjo un silencio absoluto en el teatro. El silencio fue roto por uno de los productores.
-¡Hey, tú, chica ve a ayudar!- le gritó a Sarah, a quien los nervios la tenían absolutamente paralizada.
