Conjunto de viñetas o drabbles inspiradas en videos musicales. Un proyecto que mi musa está encantada de escribir para ustedes.
Disclaimer: Digimon no me pertenece.
Pairing: Junshiro (Jun Motomiya x Koushiro Izumi)
Canción: Feeling Good – Nina Simone.
Summary: Ella hablaba de un viejo mundo que se volvía nuevo, un mundo valiente para ella y eso la hacía sentirse bien. Él la miraba desnuda de pie frente a las cortinas blancas y podía entender un poco de aquel mundo del que ella hablaba. Y entonces, él se sentía bien.
Cantidad de palabras: 369.
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Mundo viejo. Mundo nuevo. Mundo valiente.
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La forma en la que la sábana se escurría sobre su piel al caer, o el cómo el sol acariciaba su rostro durante el ocaso, incluso cuando no se encontraba haciendo nada, sólo yacía sentada observando el alto vuelo de las aves… Ella enseñaba algo que él buscaba.
Le gustaba ver las flores abrirse, como también a las libélulas y a las mariposas con su vuelo extravagante y su juego silencioso. Los peces en el mar y el caudal del río era un recordatorio de lo que le gustaba, de lo que ella representaba.
Tenía un ritmo distinto al resto, porque brillaba tanto como las estrellas y de su piel se desprendía aroma a bosques, a aventura, a fuego y madera.
Ella era el recuerdo de la brisa y el tifón. Era el recuerdo del amanecer cuando parecía que la oscuridad reinaba. Sus labios hablaban de un nuevo día mientras ella sólo podía mirar el cielo y él la contemplaba, intentando sentir lo que ella sentía.
─¿Sabes lo que es dormir en paz, Shiro? ─Preguntó una vez. Ella recostada en su pecho cuando sus respiraciones se habían reducido y sus sudores comenzaban a secarse por la piel del otro─. Es ésta sensación tras hacer el amor… Como ahora… ─Ella lo miró con sus ojos oscuros y él no pudo sino contagiarse de ese amor a la vida, al sexo y a los pequeños placeres que ella poseía.
Ella hablaba de un viejo mundo que se volvía nuevo, un mundo valiente para ella y eso la hacía sentirse bien. Él la miraba desnuda de pie frente a las cortinas blancas y podía entender un poco de aquel mundo del que ella hablaba. Y entonces, él se sentía bien.
Jun Motomiya era dueña de su libertad, de una libertad que lo llevaba tatuado en su piel, en su cabello, en sus ojos… Ella no le pertenecía, pero a él dejó de importarle aquel detalle, pues cuando la observaba, veía algo de su propia libertad también.
Estiraba su mano hacia la pelirroja y ella le sonreía con esa fogosidad propia. Ella era el nuevo día, era nueva vida que se levantaba a su lado y que lo hacía sentirse bien.
Realmente, bien.
Notas de la autora:
Como prometí, mi primer capítulo con una de mis canciones favoritas y con una pareja dedicada a Dicker :D
Espero que les guste este inicio.
Un beso~
