N.A. No esperen mucho de esto. Solo es una idea, pondérenla y, si llega el caso de que tenga tiempo, pus la seguimos. ¿Les parece?

Evangelion no es mio aunque me de un berrinche.

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Familia.

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El niño seguía llorando, sin intenciones de detenerse. Gruesas gotas de agua escurriéndose por sus mejillas y cayendo con ruido sordo al suelo.

"Mi mamá. Mi mamá. Quiero a mi mamá" Le gritaba a la espada del hombre alto que se retiraba lentamente de él, cargando un par de maletas.

"Tu madre esta muerta. No tiene caso que sigas llorando." Trataba de hacer la voz fría y sin sentimientos. Como se esperaba de un hombre con su puesto y responsabilidad. Ocultando que le dolía pensar que su amada esposa ya no estaba con él. No muerta, al menos no de todo. Si no alejada, en un lugar que el no podía alcanzar, por ahora.

"No es cierto. No es cierto." El pequeño niño dio unos cuantos pasos vacilantes. Las lagrimas le cegaban, solo podía ver una borrosa visión del hombre que él llamaba con él titulo de padre. En su pequeña mente, trataba de digerir las palabras que escuchaba. 'Muerta'. Aunque conocía la palabra y sabia que no era algo bueno, no entendía las implicaciones de ese estado. Solo que algo le decía que debía negar esa afirmación, pues el dolor de aceptarla, seria mucho mas grande. "No es cierto. ¡Quiero a mi mamá!"

"No te miento. Tú lo viste. Tu madre ya no esta, ni estará con nosotros. Se ha ido. Acéptalo. Quédate con tus tíos y no des problemas."

¿Alguien podría ver que, detrás de esos ojos que se esforzaban por parecer fríos, había un dolor profundo, que se hundía mas y más dentro de su corazón? Poco probable. Después de todo, se había hecho la fama de ser una persona fría y calculadora. De hecho, podía sentir las miradas de "Maldito bastardo sin corazón" que su hermano y su cuñada le lanzaban desde su casa. ¡Por el amor de Dios, era su hijo el que estaba llorando a su espalda! Era el hijo de su amada esposa el que le llamaba para que no se fuera. Y, en esos momentos, sabia que todo mundo estaba viendo como dejaba a su hijo en una casa desconocida como un perro molesto.

Tal vez pareciera que no tenia corazón, pero lo tenia.

Su frustración se demostraba en el agarre apretado de sus manos en las manijas de las maletas, tan fuerte, que sus nudillos estaban blancos.

Pero debía hacerlo. Simplemente no tenía el tiempo para criar a un hijo como era debido. ¡Había tantas cosas por hacer! Hasta Yui habría entendido. Varias veces lo hablaron antes de dormir. Como, al desarrollar sus planes, el tiempo para Shinji iba ha ser tan reducido. Mas aún, estando Yui desaparecida.

En un imperceptible suspiro, siguió su camino.

"Papá. Papi, no te vayas. No me dejes. Papi." El niño ya no caminaba. Su llanto era tal, que se había hincado en la tierra.

'Las personas deben vivir por sus propios medios. De esa forma obtienen su desarrollo completo, su crecimiento. Los padres solo se necesitan cuando son bebes.' Una vez su padre, Kojiro Rokubunji le había dicho eso.

Eso mismo lo había aprendido de su abuelo, Akira Rokubunji.

Mmmh. Reflexionando un poco, tal vez lo dijeron porque también habían sido personas demasiado ocupadas en sus asuntos.

Tomado por ejemplo, al abuelo Akira. Huérfano desde los 6 años. Para cuando llegó la primera guerra mundial, ya era un ratero de poca monta, avanzando en una familia yakuza gracias a que le había caído bien a uno de los jefes. Para cuando nació Kojiro, era el segundo de la organización. Su familia, esposa y allegados, habrían tenido una vida asegurada. Entonces llegó la segunda Guerra Mundial.

Kojiro, separado de su padre, (Debido a una rebelión armada, lo encerraron en Hiroshima 30 años... solo cumplió 5 por razones obvias) y con una madre enferma, fue criado por el gobierno, en un esfuerzo de educar a miles de niños sin padres. El pequeño Kojiro vivió por sus propios medios realmente. Ya no era un bebe, así que se hizo cargo de si mismo. Estudió mucho, llegó ha ser abogado. De los buenos. En otras palabras, de aquellos que pueden hacer fraudes millonarios y salir impunes. Y lo hizo. Gendo Rokubunji nació en una gran casa, de una familia adinerada.

Y quedó huérfano de padre cuando, en un ajuste de cuentas, Kojiro fue asesinado. Su madre se suicidó al perder prácticamente todo y el pequeño Gendo siguió sus propios pasos.

Aunque, posiblemente era él mas afortunado de las tres generaciones (y de su familia cercana. Había sacado a su hermano de una clínica de rehabilitación para alcohólicos. Consecuencia del segundo impacto) se veía prácticamente en la misma situación que esas generaciones de Rokubunjis.

¿Cómo seria Shinji si no lo criara él?

Y estaba otra cosa.

Gracias al sacrificio de Yui, su hijo ahora, jugaba una parte importante en todos los proyectos que se habían trazado. Por el momento seria poco menos que un estorbo, a decir verdad, pero al fin y al cabo parte importante.

Si Shinji crecía apartado de él¿aceptaría la parte que, a la larga, ocuparía en los proyectos que sus padres habían trazado?

Ikari Gendo, giró para ver por ultima vez a su suplicante hijo.

Había dejado de berrear. Lo que lo hizo preguntarse cuanto tiempo había pasado pensando. Solo estaba allí, cara al piso, soltando silenciosas lagrimas, esperando el veredicto de su silencioso padre.

Si se hacia cargo de él¿Que tanto le afectaría?

No seria el padre perfecto, claro esta. Pero se aseguraría que recibiera lo necesario para crecer de la forma correcta. Bien educado.

Tal vez mandándolo a un internado o algo así. Lejos del ejemplo se su vicioso hermano.

Estaba la cuestión del tiempo.

No tenía.

Pero¿Porque no intentar?

Si no podía, lo dejaría con su hermano. Solo aplazaría un poco, en caso de que las cosas no funcionaran.

Con un gesto, le ordenó al chofer que se llevara las maletas. Giró 180 grados y se paró frente al niño.

"Escúchame bien. No soporto los lloridos. Si sigues chillando de esa forma te dejaré aquí. ¿De acuerdo?"

El niño levantó la cabeza y asintió a su padre.

Con un suspiro, esta vez de resignación, tomó al pequeño niño en brazos. Este se acomodó en ellos, y se abrazó al cuello del hombre barbado.

Sin dignarse a ver que mirada le lanzaba ahora su hermano y señora, subió al auto negro que lo esperaba.

De haber visto sus caras habría sonreído.

Ellos estaban asustados.

Su porvenir estaba arruinado.

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Fuyutsuki Kozou entro, visiblemente molesto en la gran oficina de Ikari.

Lo encontró en su escritorio, con las manos entrelazadas debajo de su nariz. Una pose que se estaba haciendo su marca personal.

"Ikari, al fin haz llegado. Comprendo tu duelo, todos sentimos la muerte de Yui, pero esa no es excusa para que desatiendas tus obligaciones. ¿Dónde estuviste la semana pasada?"

Kozou, era el segundo de GHERIN, organización creada por otra organización bastante secreta conocida como SEELE. GHERIN llevaba el desarrollo de las armas que le permitirían a la humanidad sobrevivir a una amenaza tan grande, que dejaba al Segundo Impacto convertido en llovizna primaveral.

"No voy a justificarme ante ti, Fuyutsuki. He estado atendiendo varios asuntos, además de varias juntas con la asamblea. Han autorizado la construcción de un segundo modelo, aparte de la ejecución del Plan de Complementación de la Raza Humana."

"¿Que¿Te refieres a...?"

"Así es. El camino que conduce a Dios, y ninguno de nosotros pudo seguirlo."

La impresión fue tal, que Kozou se vio obligado a sentarse. El tan solo pensar que estaban luchando en contra de Dios, lo llenaba de una clase de nausea, cercana al miedo, con un gran matiz de respeto religioso.

Kozou no lo era, claro. Pero el simple concepto era suficiente como para dejarlo con las rodillas algo inestables.

"Jamas creí que pudieran autorizarlo. Están decididos entonces a..."

"Ellos esperan obtener su inmortalidad y poder ilimitado. Si. Sin embargo eso solo nos facilita el desarrollo de nuestros planes. Tal como lo habíamos pensado."

Yui y yo, debió decir. Pero Fuyutsuki estaba muy al tanto de eso.

En sus cavilaciones, su mirada se topó con la de un pequeño niño, durmiendo en un sofá en el rincón mas alejado de la oficina.

"Creí que dejarías a Shinji con tu hermano."

"Ese era el plan, si. Sin embargo no creí conveniente que lo criara un alcohólico empedernido. A pesar de su 'rehabilitación' ".

"Esto cambia muchas cosas. ¿Lo criarás tu, entonces? No creo que tengas el tiempo para eso. A menos que estés pensando en renunciar."

Gendo lo miró detenidamente. "Maldición" pensó Kozou. "Yo lo dije en broma, pero este tipo se toma las cosas demasiado enserio."

"Hay varia formas de criar a un niño. Si puedo dirigir una organización como GHERIN, creo que podré arreglármelas con un pequeño niño. ¿O no?"

Por un momento, Fuyutsuki no sabia si eso también era una broma. Hasta que vio la sombra de una sonrisa en el rostro de su otrora discípulo. Sonrió, dejando las cosas así, y dirigió la mirada al dormilón del sofá.

"Criar a Shinji¿a su imagen y semejanza? Vaya. ¿Será una maldición o una bendición?" Pensó, dejándose llevar por sus pensamientos.

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"Hola. ¿Cómo te llamas?"

"... Me dicen Rei."

"Hola Rei, me llamo Shinji. ¿Quieres jugar con mi pelota?"

"¿Jugar?"

"Si. Con la pelota. Mira... ¡Atrápala!"

Shinji botó la pelota en el suelo, la cual, rebotando, terminó sujeta por las pequeñas manos de una muy seria Rei.

"Ahora, lánzamela."

¡PAS!

"¡Aaaaah¡Así nooooo!"

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"Parece que se llevan bien."

Gendo tenía una extraña sonrisa al ver como la pequeña y seria niña de pelo azul claro le lanzaba con fuerza la pelota a la cara de su hijo. Shinji se había agarrado la nariz, en lo que la pelota, volando por los aires después de chocar con el rostro del niño, regresaba a las manos de Rei. Quien parecía no ser afectada por los berridos de su nuevo compañero de juegos.

Lucia algo confundida. Hay que darle crédito. Sin embargo, fuera de eso, se preguntaba el porque de esa agua que salía de los ojos del niño.

No entendía, realmente.

Ikari Gendo, observaba todo detrás del vidrio especial. Por un lado, era un gran espejo dentro de la habitación de la niña. Del otro, tan translucido cono el vidrio mejor lavado. Y estaba sonriendo, casi divertido.

Subió un poco el volumen de los micrófonos de la habitación. Shinji había dejado de llorar, sobándose la nariz encaró a la niña de cabello azul, quien aún tenia la pelota en la manos.

"Debes botarla en el piso ¿si?" la niña asintió de entendimiento."Ahora, bótala."

Pas. ¡PAS!

"¡No tan fuerte¡Buaaaaaaa!" Gritó el niño al recibir de nuevo un golpe del juguete malvado.

En el rebote, la pelota regresó a las manos de Rei.

Y seguía confundida.

'Me pregunto ¿quien habrá dejado entrar a Shinji allí? Tal vez debamos recordarles a los de seguridad el significado de esa palabra.'

Shinji pasaba el fin de semana con Gendo. Una vez al mes, mas la llamada telefónica semanal los mantenían unidos. Vestía un uniforme azul oscuro, propio de la Primaria No. 4. La mejor escuela primaria de paga de Japón. La niña, usaba un sencillo vestido negro, escogido sin duda por Akagi sin cuidado. No pertenecía a ninguna escuela. De hecho, Shinji era el primer niño que entraba en contacto con ella.

'¿Cómo logró entrar allí?' Se volvió a preguntar Gendo.

Rei era un secreto. Una parte vital de los planes trazados hace tiempo. Merecía ser cuidada con el mismo fervor que el Papa. Y resulta que un niño de 5 años logra entrar en su cuarto para jugar pelota.

"Ikari." Lo llamó Kozou, cuando entró a la habitación donde estaba Gendo. "Estamos listos para la reunión."

Fuyutsuki desvió la mirada a los dos infantes, al otro lado del vidrio. Rei, al fin, logró arrojar la pelota con la fuerza adecuada; asi que estaban jugando de lo mas normal.

"¿Que hace Shinji allí?"

"Jugando con Rei. Pensé que eso era obvio."

Por un momento, Fuyutsuki no creyó oír eso. ¿Gendo Ikari haciendo bromas?

"Puedo ver eso. Pero ¿como logró...?"

"Debemos programar una junta con la gente de vigilancia. Si un niño puede entrar a un área restringida, Central Dogma será un parque publico."

Parecería increíble, pero era verdad. Gendo tiene sentido del humor.

"Puedo ordenar que lo saquen de allí."

"¿Cuál sería el propósito? Se están llevando bien." Gendo veía como jugaban tranquilamente. De hecho, si su vista no le engañaba, la cara de la niña imitaba de alguna forma la sonrisa de Shinji, al estar pasándose pacíficamente la pelota. "Que se quede allí, no creo que de problemas mientras estemos en la junta."

"Ikari, Kozou, los estamos esperando." Una mujer madura de cabello castaño corto los interrumpió, abriendo la puerta del cuarto. "¿Esta todo bien?"

Naoko Akagi, estaba a cargo del cuidado físico de Rei. Por supuesto que le pareció extraño que los dos hombres mas importantes de GHERIN estuvieran observando a Rei... oh, vaya, y al hijo de Ikari.

Un momento¿como llegó ese niño a la habitación de Rei?

"Doctora Akagi, será interesante que mida el desempeño de Rei después de la junta. Quiero saber que tanto le afecta el contacto con niños de su edad."

"Esta bien doctor Ikari. Programaré una prueba." Dijo dudosa después de un momento.

"Bien, vayamos."

Así, los tres dejaron a los niños jugando, en lo que asistían a una junta que cambiarían muchas cosas.

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NERV, SEELE ordenó la desmantelación de GHERIN formando una nueva organización, con el mismo objetivo que la original.

Naoko Akagi se suicidaría días después, matando por estrangulación la niña que le había sido dada a su cuidado. Su muerte, realmente no trajo graves cambios, su hija Ritsuko ocuparía su lugar, después de graduarse de la Universidad.

Aunque la muerte de Rei, si era una dificultad.

Afortunadamente para NERV, había opciones.

Shinji entraba de nuevo a la habitación donde un mes atrás le había enseñado a Rei a jugar pacíficamente con una pelota.

Tuvo que hacerlo de nuevo.

"Buaaaaaaa. No era tan fuerte. ¡Aaaaahhhh!"

La pelota regresaba a las manos de la niña de cabello azul, después de rebotar dolorosamente en la nariz del niño. La cara de ella estaba seria, bastante confundida.

No sabía que debía hacer con esa cosa. Era la primera vez que la agarraba.

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"Así que no recuerda nada. Era de esperarse, después de todo, es un cuerpo diferente."

De nuevo, Ikari y Kozou, observaban el encuentro de los niños a través de un vidrio especial.

"Afortunadamente tenemos reemplazos para ella. Por si algo como esto vuelve a ocurrir."

"No pasará de nuevo." Dijo Ikari seriamente. Ostentando ahora el titulo de Comandante en Jefe de NERV, parecía que su seriedad se había incrementado en un 300. "Me aseguraré que esto no suceda. La perdida de una de ellas implica un gasto demasiado grande. En esfuerzos y recursos. Si va ha pilotear un EVA, debe recordar todos los aspectos de su entrenamiento. No podemos perder el tiempo enseñándole cada vez que sea reemplazada."

"Entiendo eso. Pero hasta que Akagi sea capaz de dirigir la rama científica, debemos confiar en los técnicos para su cuidado."

"Sabes queno confío en ellos. Ni siquiera en los de seguridad. Recuerda lo del mes pasado."

"Y lo de este mes. Encontraron un dibujo de Shinji cerca de Central Dogma. Tendremos que cambiar de nuevo a nuestro personal de seguridad."

"Me encargaré de ello, personalmente."

"No es necesario, le diré al capitán..."

"¿Que nombre le asignaron ahora a Rei?"

"Mmmh. Creo que Ayanami. Ayanami Rei. Así le puso Naoko."

"Cambia el papeleo." Dijo Gendo mientras se acercaba a la puerta que lo introduciría a la habitación donde jugaban los niños. "Su nombre será Ikari Rei. Haz los arreglos necesarios."

"¿Ikari Rei...?"

Pero Gendo ya estaba adentro.

"¡Papa!" Gritó Shinji al abalanzarse sobre él.

"Shinji." A pesar de que la voz era seria, Kozou pudo distinguir algo de afecto en sus palabras.

Sonrió.

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"Yui, creo que ahora entiendo porque te casaste con él." Pensó al salir de la habitación de observación.

Gendo pasó la tarde con Rei y Shinji, enseñándoles ha hacer aviones de papel.

Al terminar el día. Fueron a su casa.

Como una familia.

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N.A. ¿Tienen alguna opinión?