Era el último día que Angela asistiría a nuestro plantel, se encontró a Edward y le dijo unas palabras, a lo que el asintió sin dudar, me encontré con el por casualidad, me miro y dijo: - te veo a la última hora en el aula 306, no habrá nadie porque tienen libre la última clase – me dedico una sonrisa y se retiró, una vez que se alejo, di media vuelta y pensé que eso debía ser obra de Angela, Salí lo mas rápido que pude en su búsqueda pero no se encontraba en su clase, decidí buscarla en la cafetería. En efecto, ahí estaba, recargada en un árbol tan sonriente como siempre, en compañía de Jessica, las salude, le pedí unos instantes a solas, claro, ella acepto con una cálida sonrisa. Platicamos un rato, sobre diversos temas, después de un rato se dio cuenta de la razón por la cual me encontraba ahí, me miro a los ojos y dijo - bueno, creo que ya se a que vienes realmente, si fui yo la que le dijo a Edward toda la verdad, que te gusta y sufres porque el no gusta de ti. Así que le exigí que hablara contigo, le comente que ya sabia que el estaba enamorado de ti, al igual que tu de el -.
Al escuchar sus palabras, en mi rostro se dibujo una enorme sonrisa, eufóricamente le abrace, agradecí y con un nudo en la garganta dije – eres la mejor Angie, te extrañare demasiado – ella me respondió con una mirada cálida y una media sonrisa al tiempo que me contesto –yo también Bells de mi alma, pero corre, se hace tarde, habrá mas tiempo para hablar, él te esta esperando -.
Asentí y me retire a toda prisa hacia el lugar acordado, pero el no estaba, no había nadie como l había dicho. Aun era temprano así que espere pacientemente, mire tras la ventana, Unos minutos después sentí un olor familiar, di media vuelta, ahí estaba el, tan frio y cálido a la vez, con esa sonrisa blanca que hacia que mi corazón se agitara y latiera cada vez mas rápido, con sus ojos oscuros, brillantes, estaba sumergida en esa mirada, que por unos momentos olvide que era lo que hacia ahí, me había olvidado completamente del lugar donde me encontraba, todo desapareció, solo estábamos el y yo, parados ahí mirándonos fijamente. Me pareció que habían pasado semanas, meses quizás, sin verlo de esa manera.
El silencio se rompió cuando pronuncio algunas palabras inundando la habitación con su preciosa voz. – Vaya, es tal como imagine que seria, todo esto es tan…perfecto –. –Bueno, aquí estoy, ¿puedes decirme para que me citaste aquí? – dije con un tono áspero, me dolía en lo mas profundo de mi alma el tener que hablarle así, pero no sabia en realidad como debía hablarle -. El percibió mi tono, se acerco a mi, me tomo la cara con sus dos manos e hizo que le mirara a los ojos. – No sufras mas, sabes, yo siento lo mismo por ti igual o hasta mas que tu…- -Eso no lo sabes- interrumpí- -Bueno – dijo con un brillo en los ojos – lo que realmente importa esque ya lo sabe y no hay razón por la cual ocultarlo. - Pero…- dije un poco dubitativa- - No digas nada mas – me interrumpió – cerré mis ojos, y sentí sus labios rozar con los míos.
bueno, esa es una historia que escribi hace un tiempo fue, mas bien un sueño, y me anime a escribirla, ojala sea de su agrado
Besos Frios :B
19 agosto 2010
