Pues hola! Ehm... mi nombre es Lia y esta es la primera historia que escribo y publico. Los capis no serán muy largos, y espero que el tiempo que transcurra dentro de ella tampoco. Espero encontrar el lugar del summary, o tendrán que imaginarse de que va la historia. Eso, los dejo con ella.
Ah, recibo reviews. Tal como dice la ventanita es muy util para los autores saber que tal lo hacemos.
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1. Prólogo.
Eran las 11 de la noche, y un chico llamado Harry Potter estaba leyendo en su cuarto. Esto no tendría nada de particular, si no fuera porque el libro que leía el chico se llamaba "Quidditch a través de los tiempos" y los protagonistas de las fotografías de éste se movían en su interior. Esto se debía a que Harry Potter era un mago, y en el mundo mágico, las fotografías se mueven. En Septiembre iniciaría su sexto año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Eso explicaba el total desorden de pesados y enigmáticos libros, caldero, botellas y cajas de todos los tamaños conteniendo las cosas más curiosas, y por supuesto, la gran jaula que contenía una lechuza.
Pero aquel era un día especial. Dentro de una hora cumpliría 16 años, aunque no esperaba con gran emoción aquel momento. Harry vivía en casa de sus tíos y su primo, pero no había exceso de amor familiar entre ellos. A decir verdad, sus tíos y primo habían pasado por alto la totalidad de sus cumpleaños, que eran por lo demás durante las vacaciones de verano. Conforme pasaba la hora, Harry suponía que sus mejores amigos del colegio Ron Weasley y Hermione Granger le habían enviado regalos, los que recibiría en un rato, lo mismo que Hagrid, Guardián de las Llaves y Terrenos de Hogwarts (el nombre de su colegio), que siempre le enviaba una torta.
Su reloj de muñeca emitió un pequeño pitido doble: las doce. Entonces, Harry comenzó a cantarse mentalmente el cumpleaños feliz. Cuando llegó a la parte de soplar las velitas, sufrió un gran sobresalto. Un pequeño destello de luz y chispas, y una niña de piel verdosa y cabellos con un asombroso parecido a una enredadera apareció a los pies de la cama.
- Pide un deseo- dijo suavemente.
- Ah?- preguntó Harry con la boca abierta de la impresión.
- Que pidas un deseo- repitió lentamente, como si estuviera acostumbrada a hacerlo - cuando se soplan las velitas de cumpleaños, se pide un deseo.
Harry no entendía nada, pero la verdad era que, ahora que lo mencionaban, usualmente la gente pedía deseos de cumpleaños. Sin embargo, él no lo hacía desde hacía años y no le parecía momento para empezar, sobre todo cuando su sensación de sueño podía estar jugándole malas pasadas. Después de todo, empezar con alucinaciones a los 16 años no era un buen augurio.
- Escucha- dijo la niña al cabo de un minuto de cavilaciones de Harry- , puedes pedir el deseo de cumpleaños que quieras, y no tengo toda la noche para ti, así que te sugiero que te apresures.
- Pues... – dijo Harry intentando pensar- ¿puedo pedir lo que sea?
- Claro, lo que sea...
Harry sintió un hueco en su estómago cuando se sorprendió a si mismo formulando aquello que más deseaba en ese momento. Sólo lo pensó, pero a la niña pareció bastarle, porque sólo le sonrió y dijo "¡Hecho!" y desapareció tal como había llegado.
Harry se quedó despierto un rato todavía, considerando seriamente el hecho que la reciente muerte de su padrino pudiera estar jugándole malas pasadas, y finalmente el sueño lo venció.
