Capítulo 1 Trabajó
Era una hermosa mañana una rubia de ojos verdes camina muy tranquilamente por aquel pueblo. Ella era una humilde campesina, solo que ella venia de otro pueblo en búsqueda de trabajo lo único que podía hacer con tal de salvar a un ser querido.
Su nombre es Kendall Perkins de 18 años de edad, caminaba por los caminos del mercado, la vente la observaba de una manera extraña; en sus manos poseía un pequeño bolso en donde llevaba muy poca ropa, para su estilo de vida eso seria lo necesario.
Llego a la enorme mansión de aquel pueblo, se veía algo desordenado, el jardín seco, solo había un camino de piedra que indicaban hacia la puerta principal. Ella continuo su camino muy tranquila veía el lugar de una manera nerviosa ya que la casa demostraba un poco de mal estado.
Una vez enfrente toco el enorme puerta de madera gruesa y oscura con detalles demasiados hermosos. Una vez que lo toco se alejó un poco mirando hacia los ventanales que había pudo notar en el interior como una se cerraba de una manera rápida. Ella intento decifrar quien había hecho aquello, pero fue imposible ya que la puerta se abrió mostrando a una señora fe cabellera blanca, su edad varía entre 50 a 60 años.
Señora: vamos jovencita, no hay tiempo para que este de pie -le toma de la mano-
Kendall miraba asombrada el interior aunque sentía algo de dolor debido al agarre de la mujer, pareciera que quería huir de aquella casona.
Mujer: bien te enseñaré lo sencillo niña... -la suelta y la mira indiferente- esta es la regla, le darás al amo sus comidas, no lo molestes muy seguido -camina hacia otro lado y la sigue las joven - este es el comedor y por aquella puerta entrarás a la cocina -señala la puerta del las izquierdo-
Nuevamente la mujer continuo caminando esta vez hacia la planta alta en donde se encaminó hacia el pasillo izquierdo. Kendall quedo algo confundida ya que mir al lado derecho y pudo notar a aquel lado una especie de oscuridad.
Kendall: disculpe, pero cuando conoceré conoce rea mi amo? -mirando a la mujer-
Mujer: jajaja... hay niña, nunca lo harás el nunca a salido de su habitación, y no dudó que salga, bien este es tu habitación
La mujer abrió la puerta para ver una habitación amplia había una cama, en frete un tocador y de un lado un armario. La mujer la mir por unos minutos para luego hablar.
Mujer: bien, ya te he enseñado lo básico así ir podrás sobrevivir aquí y quien sabe lo cambies un poco -con indiferencia-
Con aquellas palabras la mujer salio de la casa, Kendall la miro irse para luego dar un suspiro, bajo al jardín en donde comenzó a acomodar podía ser algo bueno limpiaba para plantar rosales y plantas hermosas.
Mientras en el interior...
El se encontraba ahí, unas enormes ojeras se encontraban en su rostro, sus ojos azules se encontraban más que sorprendidos al mirar a la joven quien había aparecido, su cabellera revuelta daba mucho que decir, pero él no le importaba espiaba a la joven quien se encontraba dándole la espalda. Podía mirarla desde la ventana de su habitación no podía negar que es hermosa pero en esos momentos no tenia tiempo para pensar en aquellos pensamientos hermosos.
Él se encontraba sumido en la oscuridad, dio un suspiro para luego encaminarse hacia un escritorio que se encontraba en la habitación, se sentía demasiado impotente no podía pensar en más que la tristeza.
Mientras en donde estaba kendall ella miro el cielo pudo notar que ya era algo tarde así que decidió entrar, tenia que preparar la comida para su amo. Ingreso a la cocina se acerco a la alacena para notar que se encontraban vacíos.
Kendall: esto sera demasiado difícil -mirando a las alacenas-
Kendall trago saliva y tomo una decisión, se dirigió a la plata de arriba hasta llegar a la puerta de su amo, toco levemente la puerta para luego hablar.
Kendall: joven amo, no quiero molestarlo pero... neces...
Kendall no termino cuando noto un sobre en el suelo, ella lo junto y observó en el interior pudo darse cuenta de que había dinero suficiente.
Kendall: vaya... esto de demasiado, alcanzará para un mes... gracias, le prepararé una comida deliciosa -sonríe y se va-
El joven que se encontraba en el interior se encontraba recargado en la puerta había escuchado la voz de la joven, se aproximó a la venta y pudo notar a la joven rubia iba con una manta que cubría su cabellera, su vestido era algo viejo, se encaminaba hacia el mercado.
Kendall parecía un tanto alegre; veía a la gente y la gente hacia lo mismo, cosa que hacía que sus nervios aumentarán. Había llegado a los puestos de carnes y todo tipo, compro un pollo seguido de vegetales, durante su búsqueda de frutas, escuchaba por así decirlo a dos ancianas que parecían muy concertadas en su conversación.
La conversación era acerca de la nueva joven que había llegado a a trabaja a la mansión. Cosa que le tomó más curiosidad.
Anciana1: pobre jovencita; le espera mucho sufrimiento
Anciana2: deje el sufrimiento si no el aburrimiento, el dueño de la casona no sale de su habitación
Anciana1: si, aunque sabiendo que viene de afuera puede ser que resista más de lo esperado...
Ambas ancianas terminaron por alejarse, Kendall quedo algo confundida para luego continuar viendo por los puestos, había encontrado lo necesario y hubo algo que llamo su atención, era un libro se encontraba en un excelente estado miro el precio para luego dar un suspiro.
Regreso a la casona pensó que seria bueno preparar la comida y continuar investigando, a medida que hacía las labores del hogar.
En la cocina ella se encontraba preparando hizo un poco de jovencita tomate mientras que el pollo lo echaba a hervir, para luego hacer una ensalada de verduras y un jugo de tamarindo.
El pollo termino siendo algo desebrado claro que estaba cocido para luego echar el jugo de tomate y cocinarlo, mientras se hecha cebolla y cilantro.
Preparo todo en una charola de plata que se había encontrado en la cocina, colocó el plato seguido de un vaso de jugo de tamarindo. Para luego colocar lo que eran cucharas, tenedor. Camino por la casa hasta subir a la planta alta.
Dejo la charola en la mesita que se encontraba de lado toco un poco la puerta, pero no obtuvo respuestas del interior.
Kendall: joven, aquí dejo la comida, espero y se la termine toda yo misma la prepare -sonríe levemente - pero antes soy Kendall Perkins y cualquier cosa que ocupe solo llámeme, perdone por no presentarme antes pero... bueno disculpe si lo molesto -se aleja-
Kendall bajo para notar la sala principal se encontraba un tanto sucia llena de polvo, comenzó a hacer limpieza abriendo las enormes ventanas para así saliera el polvo, después de unas horas de limpieza subió para notar como la charola que había llevado horas atrás se encontraba vacía, el plato y el vaso estaban completamente vacíos.
Kendall sonrió para luego acercarse y tomar la charola. Miro la puerta para luego hablar.
Kendall: espero y le haya gustado... -se va-
Kendall bajo a la cocina, lavo el plato y vaso para luego encaminarse hacia lo que era la sala que aún faltaban por limpiarse.
El sol se estaba poniendo y Kendall había limpiado la mayor parte del lugar, las cortinas eran su prioridad pues esas se encontraban más sucias que cualquiera, debido que tenían mucho tiempo sin lavarse o limpiarse.
Dio un suspiro y se encaminó hacia la cocina tomo un vaso para llenarlo de agua, bebió un poco y antes de continuar escucho una voz masculina, haciendo que kendall soltará el vaso de la impresión, no se había girado en absoluto solo escuchaba con atención intentando saber quien podía hacer.
