Este fic participa en el reto "Tu personaje preferido" del foro Provocare Ravenclaw.
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de Rowling.
¿Soy maligno?
Nunca fui un niño normal y para mí estaba bien, nunca quise ser normal, Dumbledore creía que mi anomalía se debía a mi trágico y cruel pasado, ¡Que tierno voy a soltar lágrimas, mi vista se nubla por la sombra de mi pasado, denme un pañuelo que en cualquier momento voy llorar cual Magdalena! Simplemente ridículo.
Ese vejete no puede estar más equivocado, si hubiera nacido en un feliz hogar con padres amorosos, hermanitos molestos y hasta un perro (una bestia molesta de cuatro patas cuya única utilidad es completar el cuadro de la familia perfecta); en vez de ser mal parido en un sucio orfanato por una bruja medio idiota, déjenme decirles que ¡Seguiría siendo exactamente igual!
El mismo hijo de puta, con ansias de poder, sin una pizca de bondad y menos aún de conciencia. Dispuesto a matar y torturar de la forma más sanguinaria, con la misma serenidad con la que se abrocha la corbata.
¡No, no sería la bondad encarnada! Dispuesta ayudar a cuan desdichada alma se me atravesara en el camino.
Si hubiera nacido en una feliz familia como la que les pinte más arriba ¿Saben que hubiera hecho? Hubiera matado a cada uno de sus perfectos integrantes, y lo que es más lo hubiera hecho con una sonrisa en los labios, de lo más feliz del mundo; para salir de la estúpida normalidad en la que seguramente hubiera estado sumido.
¿Soy maligno?
Bueno, no es algo que sea difícil de contestar, pero si mis anteriores palabras no les basto para contestar mi anterior interrogante, déjenme narrarles algunos de mis dulces recuerdos de la niñez.
Billy Stubbs tenía una linda mascota, adorable, suave y esponjosa, en pocas palabras asquerosa (yo prefiero algo más rastrero y letal). Un día Billy cometió el error de llamarme "idiota de mierda", un error que pago muy caro, ¿El precio? Encontrar su querido conejo colgado en la viga de su habitación.
Aunque debo confesar que si él no me hubiera provocado lo hubiera asesinado de todos modos (qué puedo decir tengo una mente muy compleja).
O déjenme contarles lo que les hice a Amy Benson y a Dennis Bishop en la salida de verano. El sol brillaba en lo alto y las olas azotaban la playa, todo pintaba a que sería un hermoso y feliz día, ¿Tenía que solucionar este error de alguna forma, no?
Fue muy fácil convencerlos de acompañarme a la cueva, un par de provocaciones fueron suficientes y emprendimos felizmente el camino ¿Qué hice con ellos en la cueva? Bueno sólo les diré que necesitaba algunos conejillos de indias para poder averiguar el alcance de mis habilidades especiales y qué ellos no volvieron a ser los mismos, ahora son unos muñecos que sólo pueden comer y cagar.
¿Soy maligno?
Liberé a un basilisco para que acabará con todos los sangre sucias que se atrevían a mancillar los pasillos de Hogwarts.
¿Soy maligno?
Maté a mi padre sin ninguna contemplación; utilice su cuerpo y el de mi asquerosa familia muggle como tapete para limpiarme los zapatos al salir de su sucia casa.
¿Soy maligno?
Le robé a mi tío y lo culpé de un crimen que yo cometí.
¿Soy maligno?
Dividí mi alma; inmolé y corrompí lo más puro que un humano puede poseer.
¿Soy maligno?
Joder, ¡Claro que lo soy!
El relato es de la perspectiva de un Tom Riddle joven, cuando aún no era Lord Voldemort por lo qué aún faltan algunas de las fechorías.
