Disclaimer: Nada me pertenece, todo es de las increíbles CLAMP.


El Trabajo


Los lentes en ocasiones no le servían, peor aún cuando se lleva un traje de conejo encima solo para poder trabajar un poco más. Su trabajo a tiempo parciales eran demasiados y se había quedado dormido en el corredor en el lugar dónde vivía.

Suspiró. Trabajo era trabajo y él lo sabía muy bien. Aunque fuera agobiante, pero no se podía quejar. Todo era para el bien de Sayaza y la guardería.

—¡¿Ushagi-san?! una voz áspera escuchó y sintió que alguien se había chocado contra él pero no de manera fuerte. Solo faltaba que la gente se esté tropezando y después hacerlo caer, con lo difícil que era moverse con esos trajes.

—¡Fujimoto-san!

Molesto se sacó la parte de arriba del traje, la cabeza de conejo quedó aún lado cuando pudo ver a la chica que vivía en el mismo lugar que él.

—¿Qué fue eso de Ushagi-san? Digo, me pareció oír una voz rara hace un segundo. Sonaba algo áspera y extraña.

Kobato rió nerviosa y empezó hacer esos movimientos exagerados que tanto hacía. Fujimoto negó, solo faltaba que ella se enfermara por el trabajo duro que hacía, sería molesto que eso pasara, por la simple razón que no le gustaba preocuparse.

—Er. Oh. Mi voz suena algo extraña hoy, eso es todo dijo sin importancia mientras fingía toser, ella no podía decirle la verdadera razón a Fujimoto-san.

Sabía que no se cuidaría, no teniendo tantos problemas ahora en la cabeza. Tomó uno de los globos que cargaba, ofreciendo medicina gratis como especie de publicidad para la farmacia que en ese momento estaba trabajando, otro empleo temporal pues solo lo necesitaría por ese día.

—Estás bloqueando toda la calle. Toma esto.

—S-Sí dijo Kobato con energía nerviosa y aún así Fujimoto trató no darle importancia, importancia a ese comportamiento que tanto le gustaba.

—¡Fujimoto! Se terminaron, vámonos.

—OK le dijo a su compañero de trabajo, mientras Kinomoto se sacaba también la cabeza grande de conejo del disfraz. Vio alguno que otro niño con globos y contentos, por tener algo lindo en las manos.

—Fíjate por dónde vas, cabeza hueca.

—¡No soy una cabeza hueca! la chica había gritado, sonrojada, ante la idea de que alguien le dijera torpe, era solamente que ella no se fijaba muy bien en ciertas cosas y se caía por que las piedras se cruzaban en su camino, no ella en las piedras.

Fujimoto sonrió al solo ver la cara de la chica en ese estado, agarró parte del disfraz que tenía que llevar y supo que ese día no podía ser tan malo.

No teniendo a Kobato a su lado, aún con lo despistada que era. Después de todo no era tan malo el trabajo, no teniendo un objetivo que seguir en ese momento.


END


Me enamoré de Kobato y Fujimoto, aún no he leído mucho del manga pero juro que los dos me atraparon tanto. Me encantan. Esto está basado en el capítulo 05, así que si hay algún error seguiré leyendo el manga, pues como dije, aún no voy mucho :(


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