¡Hola! Mi nombre es Dolores, tengo 19, soy argentina y me encanta la serie The Big Bang Theory, especialmente por Sheldon y Penny! Hace tiempo que quería hacer un fanfic de ellos dos, así que aprovecho mi último mes de vacaciones antes de empezar la facultad (estudio Derecho) y quedarme sin vida social ni virtual (?)
La idea es que sea un fic medianamente largo, pero por ahora recién tengo este capítulo hecho. Lo subo a modo de prueba, para ver si la gente lo lee, comenta, le gusta, o no. Si veo que tiene buenos resultados, lo sigo!
Este primer capítulo es muy parecido al piloto de la serie, sólo cambié algunas cosas y agregué algunas otras. Quise centrarme bien en el momento en que los chicos conocen a Penny más que nada. Pero ya después se va a poner más interesante, lo prometo.
Gracias a todos los que lean esto y si no es mucho pedir, por favor déjenme una opinión y díganme si les gustaría que lo siguiera :)
Muchas gracias!
La teoría de la chica de al lado
Capítulo 1
Sheldon Cooper y Leonard Hofstadter volvían a su departamento luego de haber ido a donar esperma como solían hacer cada tanto para ganar algo de dinero extra. Ambos eran físicos (teórico y práctico, respectivamente) y daban clases en una de las universidades de la ciudad californiana donde vivían, Pasadena, pero el sueldo que cobraban no era tan abundante. No es que vivieran mal, pagaban entre los dos el alquiler del departamento que compartían y los gastos en comida, electricidad, gas, etc. Pero también estaba el ocio: los videojuegos, las historietas, las figuras de acción, y demás cosas para las que necesitaban más dinero, como la nueva banda ancha que querían para su Internet.
Al entrar al edificio se dirigieron a las escaleras, ya que el ascensor llevaba años fuera de servicio. Eran solamente cuatro pisos hasta su departamento, pero aún así no los subirían en silencio.
- ¿Querés oír un hecho interesante sobre las escaleras? - preguntó de pronto Sheldon Cooper, para aliviar la tensión del momento incómodo que pasaron en el banco de esperma.
- La verdad que no - contestó su compañero, pero el Dr. Cooper hizo caso omiso
- Si agregaran dos milímetros a cada escalón, la gente se tropezaría.
- No me importa… - suspiró Leonard Hofstadter, pero segundos después agregó: - ¿Dos centímetros? Debe ser un error.
- No, es cierto, hice el experimento a los doce años y mi padre se quebró la clavícula.
- ¿Por eso te enviaron al colegio internado? - preguntó Leonard mientras llegaban al cuarto piso.
- No, eso fue resultado de mi trabajo con láseres - respondió Sheldon, sacando las llaves para abrir la puerta.
Entonces notó que su compañero se había detenido y se volteó. Al hacerlo, vio la puerta del departamento de enfrente, el 4°B, abierta, y una chica adentro.
Ambos físicos se acercaron, aunque no lo suficiente como para que ella se diera cuenta de su presencia. Estaba acomodando cosas sobre una mesa.
- ¿Vecina nueva? - le dijo el Dr. Hofstadter a su compañero.
- Evidentemente.
- Gran mejora en comparación al vecino anterior - agregó Leonard sin dejar de mirar a la chica en cuestión.
Sheldon también la estaba mirando. Era rubia, de estatura y contextura media. Tenía puestos unos shorts de jean y una camiseta celeste algo corta, que dejaban ver su piel bronceada. El físico teórico miró a su compañero y respondió:
- ¿Un travesti de 90 kg con un problema en la piel? Sí, gran mejora.
La chica debió haberlo escuchado porque volteó y lo miró. Sheldon bajó la cabeza rápido y se agarró de la banda del bolso que colgaba de su hombro, cruzado.
- ¡Ah, hola! - la escuchó saludar y levantó la cabeza. Estaba sonriendo.
- ¡Hola! - respondió Leonard
- Hola - agregó Sheldon
- ¡Hola! - volvió a decir Leonard. Parecía nervioso.
- Hola - repitió Sheldon, sin dejar de jugar con la banda de su bolso inconcientemente.
- ¿…Hola? - dijo por último la chica. Sheldon se sintió algo estúpido. No era bueno para las costumbres sociales, como los saludos y las bienvenidas a un vecino nuevo.
Leonard lo sabía, así que dio un paso al frente
- No queríamos interrumpir, vivimos al lado. - explicó señalando su departamento. Sheldon también lo señaló, pero sin decir palabra.
- ¡Aww! - soltó la nueva vecina en lo que parecía ser tono de ternura. Sheldon se puso a jugar sin darse cuenta con el cierre de su bolso - Qué lindo.
No pudo entender a qué se refería la chica, pero por lo visto Leonard sí, porque se puso a tartamudear y lo miró.
- No, no vivimos juntos - se apresuró a decir - Quiero decir… vivimos juntos, pero en habitaciones… heterosexuales separadas.
Sheldon entonces entendió y asintió. La rubia rió algo incómoda.
- Ah, bueno… supongo que soy su nueva vecina - se acercó a la puerta y Sheldon llevó su mano otra vez a la banda del bolso que cruzaba su pecho. - Penny. - se presentó sonriente. Sheldon notó que era más joven que él, debería tener unos 23 años. Tenía el pelo rubio lacio, por debajo de los hombros, y un flequillo de lado, ojos verdes, sonrisa blanca y rasgos delicados. La ropa que tenía puesta dejaba ver no sólo sus piernas, sino también el escote y la parte baja de la cintura. Leonard imitaba el "tic" de Sheldon y este otro se mordió el interior del labio.
- Leonard, Sheldon - presentó el primero y señaló a su compañero, que levantó la mano tímidamente en forma de saludo.
- ¡Hola! - saludó Penny
- ¡Hola! - Leonard respondió
- Hola - agregó Sheldon
- Hola - contestó la chica
Sheldon la miró y volvió la vista al suelo, sintiéndose estúpido otra vez, jugando con el cierre del bolso.
- Bueno… bienvenida al edificio - dijo por fin Leonard
- ¡Gracias! Algún día quizá podríamos ir a tomar un café.
- ¡Ah, genial!
- ¡Genial!
- Genial - agregó Sheldon en voz baja
- Genial… - repitió Leonard. - Bueno… ¡adiós!
- ¡Adiós! - se despidió Penny
- Adiós - dijo Sheldon en voz más alta.
- ¡Adiós! - Leonard repitió antes de que la chica cerrara la puerta.
Los físicos se quedaron parados en silencio unos segundos, hasta que Sheldon sacó las llaves de su bolsillo y fue hacia su departamento.
- ¿No deberíamos invitarla a almorzar? - escuchó proponer a Leonard
- No. Tenemos que ver la segunda temporada de Battlestar Galactica. - respondió casi en acto reflejo, mientras abría la puerta.
- Ya vimos los DVD's de esa temporada.
- No con comentarios.
Sheldon entró a su casa y dejó su bolso en una silla del living, seguido por su compañero.
- Creo que deberíamos ser buenos vecinos e invitarla, que se sienta bienvenida. - insistió este.
- Nunca invitamos a Luis/Luisa… - Sheldon se encontró poniendo excusas. No quería almorzar con esa chica. Bastante incómodo se había sentido cuando se presentaron, no quería imaginarse cómo sería si la invitaran a comer…
- Y estuvimos mal. Deberíamos ser mejores vecinos… la voy a invitar.
Leonard se dirigió al pasillo y Sheldon corrió detrás. El más bajito tocó la puerta, algo nervioso, y al segundo se abrió, apareciendo la chica rubia, con la misma sonrisa de antes. Sheldon apenas la vio bajó la cabeza y metió sus manos en los bolsillos de sus pantalones escoceses.
- Hola otra vez - saludó Leonard
- ¡Hola! - respondió Penny
- Hola - agregó Sheldon, dirigiendo la vista hacia ella durante un segundo con una media sonrisa, antes de volver a mirar al piso.
- Hola - repitió su amigo
- Hola. - finalizó Penny, algo cortante, pero siempre sonriendo. Miró a Sheldon y este rápidamente miró a su compañero.
- Compramos comida india. - informó Leonard, mostrando el paquete que tenía en las manos. Sheldon tragó saliva, esperando que no los hiciera quedar como dos idiotas. - Sé que las mudanzas son estresantes, y una buena comida y compañía pueden ser reconfortantes.
Mientras, Sheldon dirigía la mirada del piso a Penny y de Penny al piso, con los labios apretados.
- Además, el curry es un laxante natural - siguió hablando Leonard, ya que cuando estaba nervioso hablaba y hablaba sin medir lo que decía. Sheldon lo miró, deseando que se callara - y un colon limpio es una preocupación menos.
El físico teórico miró a la chica que tenía en frente y notó su cara de desconcierto.
- Leonard, no soy un experto, pero creo que en el contexto de la invitación quizás quieras evitar hablar de movimientos estomacales. - este asintió, avergonzado, y Penny miró a Sheldon sorprendida.
- Oh, ¿me estaban invitando a almorzar?
- Sí - respondió Leonard.
- Qué amables, me encantaría. - aceptó con una sonrisa, y Sheldon se encontró sonriendo también, apenas, y con la cabeza algo gacha y las manos todavía en los bolsillos.
- Genial - sonrió Leonard, mientras la chica cerraba la puerta y caminaba hacia la de en frente.
- ¿Y qué hacen en su tiempo libre? - preguntó como para romper el hielo, notando que ambos eran bastante tímidos.
- Bueno, hoy nos masturbamos por dinero - contestó Sheldon antes de entrar al departamento y aunque no pudo ver su reacción ya que estaba de espaldas, si vio la de Leonard, una mirada que parecía que lo quería asesinar.
Una vez que estuvieron los tres dentro, Sheldon cerró la puerta mientras Leonard dejaba la bolsa de comida india en la mesa y se volvió hacia Penny.
- Sentite como en tu casa.
- Gracias - respondió la rubia, sonriéndole.
- No hay de qué.
Sheldon, que observaba desde la entrada, le hizo una mueca de burla a su compañero "sentite como en tu casa". Leonard lo fulminó con la mirada.
- Esto se ve bastante serio - se oyó la voz de Penny. Sheldon se dio vuelta y vio que la chica estaba junto a una pizarra blanca con fórmulas escritas. Su pizarra. - ¿Leonard, lo hiciste vos?
Pff ya quisiera él
- De hecho, ese es mi trabajo - respondió rápidamente Sheldon mientras iba hacia ella.
- Wow - exclamó en admiración Penny, mirando todos esos números, letras y signos que le hacían acordar a sus clases de física en la secundaria. Era como chino mandarín. - ¿Así que sos uno de esos genios de mentes brillantes?
Sheldon la miró con una pequeña sonrisa. Si había algo que lo alegraba era que la gente reconociera que él era un genio.
- Sí - respondió apoyándose sobre la pizarra, orgulloso y sin dejar de mirar a la rubia y sonreír. Ella también sonrió.
- Esto es muy impresionante - lo volvió a halagar, mirando otra vez las fórmulas. Sheldon pensó que quizá no había sido mala idea haberla invitado.
- Yo tengo una pizarra. Si te gustan las pizarras, esta es la mía. - se oyó la voz algo desesperada de Leonard, que no le agradaba que su compañero haya impresionado a la nueva vecina. Estaba parado junto a otra pizarra llena de fórmulas.
- Increíble - exclamó Penny, yéndose de al lado de Sheldon para observar mejor el trabajo de Leonard.
- Si por "increíble" te referís a fórmulas que podrían haber sido hechas por un chico de diecisiete años, seguro. - intervino Sheldon, caminando hacia los otros dos, algo celoso de que Leonard se hubiese robado sus halagos.
- ¿Qué? - se defendió su amigo.
Así empezaron a discutir sobre cuál pizarra era correcta y cuál no, mientras que Penny ya se había sentado en el sofá y había abierto los paquetes de comida india.
- ¿Les molesta si empiezo? - interrumpió, en parte porque tenía mucho hambre, y en parte para terminar la discusión.
Entonces Sheldon notó algo. La chica se había sentado en el extremo izquierdo del sofá.
- Uhm Penny - la llamó y se acercó al respaldo, ella se había volteado para verlo a la cara. - Ahí es donde me siento yo.
- Sentate al lado mío - ofreció la rubia, apoyando una mano en el sofá a su derecha, ladeando la cabeza y con una sonrisa que a cualquier otro lo hubiese convencido.
Sheldon la miró con la boca entreabierta unos segundos. ¿Realmente estaba considerando el sentarse a su lado y dejarle SU lugar?
- No. Yo me siento siempre ahí - respondió sacándole la vista de encima. Mejor marcar el territorio desde el principio.
- ¿Cuál es la diferencia? - Penny ya no estaba sonriendo, sino perpleja. Sabía que siendo nueva en el edificio y estando en una casa ajena, lo mejor habría sido cambiarse de lugar y listo, pero realmente no entendía cuál era el problema que tenía ese tipo.
- ¿Cuál es la diferencia? - repitió Sheldon.
- Acá vamos… - se oyó decir a Leonard, que ya estaba acostumbrado a estas actitudes de su compañero, a tal punto que se sabía de memoria la explicación de la diferencia entre sentarse en ese extremo del sofá o en otro lado.
- En el invierno, ese lugar está lo suficientemente cerca del radiador para no tener frío, pero no tanto como para transpirar. En el verano, hay una brisa generada por las ventanas esa y esa, y puedo ver televisión en un ángulo que no es ni directo ni de costado como para causarme una distorsión cervical… Podría seguir, pero creo que ya se entendió - Sheldon volteó la mirada, algo avergonzado. No quería llegar al extremo de parecer maleducado u obsesivo, pero la chica no le había dejado otra opción.
- ¿Querés que me corra? - preguntó Penny, no tanto como ofrecimiento, sino más bien como un ¿de verdad pretendés que me corra de lugar?
- Ehm… - con la cabeza todavía gacha Sheldon estaba a punto de decir que sí, pero Leonard lo interrumpió, harto.
- Sentate en otra parte, Sheldon.
Por su tono de voz, Sheldon pudo interpretar que estaba haciendo algo socialmente bochornoso. Quizá debía haber sido más amable con su nueva vecina y dejarle sentarse donde le guste, en vez de hacerla sentir incómoda. Sheldon miró a Penny, que también lo miraba, y le dedicó una gentil sonrisa. Luego volvió a mirar a Leonard.
- Está bien.
Empezó a buscar un nuevo lugar adecuado donde sentarse, mientras Penny lo miraba, algo incómoda.
- Sheldon, sentate de una vez - le ordenó Leonard. Se dejó caer en el sofá, al lado de Penny, manteniendo algo de distancia en el medio. Empezaron a comer y Leonard cambió de tema - Esto es agradable, no solemos tener mucha compañía.
- No es cierto - intervino Sheldon. - Koothrappali y Wolowitz vienen todo el tiempo. - luego se volteó hacia Penny - El jueves estuvimos hasta la madrugada jugando al Klingon Boogle.
- Sí, me acuerdo. - contestó Leonard
- Odio que digas que no tenemos compañía…
- Perdón
- Eso lleva a complicaciones sociales - desde cuando a Sheldon le importaba las complicaciones sociales, no se sabía.
- Dije perdón!
Comieron unos segundos en silencio hasta que Leonard volvió a hablar
- Penny, ¿por qué no nos contás algo sobre vos?
- Okay… soy de Sagitario, lo que probablemente les dice bastante sobre mí.
- Sí, nos dice que creés en una ilusión de que la posición arbitraria del sol, en el día de tu nacimiento, de alguna forma afecta tu personalidad - Sheldon no podía entender cómo había gente que creía en los horóscopos.
- No le hagas caso… - repuso Leonard, ya que Penny tenía cara de confundida. Sheldon lo fulminó con la mirada - ¿Qué más?
- Bueno, soy vegetariana, excepto por el pescado… y a veces la carne ¡Me encanta la carne!
- Interesante. Leonard no puede digerir el maíz - respondió Sheldon, en parte para vengarse con Leonard, quien ahora estaba bastante colorado.
- Y ehm… ¿trabajás en algún lado? - quiso cambiar de tema
- Trabajo en la fábrica de cheescakes… pero vine desde Nebraska para conseguir trabajo como actriz… y hmm creo que eso es todo. Esa es la historia de Penny.
- Bueno, suena muy bonita.
- Lo era… - contestó la chica, con la mirada perdida y un tono triste - ¡Hasta que me enamoré de un imbécil!
Entonces, de la nada, empezó a llorar, con la cabeza gacha y las manos tapándole la cara.
Sheldon levantó la vista de su plato de comida y la miró, sin saber qué hacer. Entonces miró a Leonard y le hizo señas para saber qué estaba pasando, pero su amigo tampoco entendía.
- Estuve años con él ¡años! - explicó levantando la cabeza, y se podían ver sus ojos rojos y las lágrimas a punto de salir - No puedo creer que haya confiado en él.
Se levantó y fue a la cocina a secarse las lagrimas. Sheldon aprovechó para recuperar su lugar en el sofá.
- ¿Saben qué es lo peor? - les dijo desde la cocina, dándose vuelta - Que a pesar de sus engaños y sus mentiras, aún lo amo. ¿Estoy loca?
- Sí. - contestó Sheldon. No podía entender cómo podía seguir enamorada del tipo si era un imbécil. Pero de cualquier forma Sheldon nunca había entendido nada sobre el amor, ni pretendía entenderlo.
- No, no estás loca - la consoló Leonard
- Perdonen, soy un desastre - se disculpó Penny, secándose las últimas lágrimas - Y con todo esto de la mudanza se me hace más difícil… encima mi estúpida ducha no funciona…
- La nuestra sí…
La chica volvió al living, dándose cuenta de que Leonard le estaba ofreciendo usar su baño.
- ¿Seguro? ¿No sería muy raro que use su ducha?
- Sí - contestó Sheldon, ante la sola idea de tener a una mujer desconocida y desnuda, donde él se bañaba. Leonard lo fulminó con la mirada y negó con la cabeza. Sheldon volvió a mirar a Penny, sus ojos todavía cristalizados y la cara colorada, y aunque él no solía hacerle caso a Leonard, sintió algo de pena por la chica. Otra pequeña sonrisa - No.
- Derecho por el pasillo - le indicó Leonard.
- Gracias - volvió a sonreír Penny -. Los dos son divinos.
Sheldon se quedó con el tenedor en la mano y la vio irse por el pasillo. Era la primera vez que una mujer que no fuese familiar suyo le decía algo así.
- Bueno, esto es un progreso interesante - dijo una vez que escuchó la puerta del baño cerrarse. - Hacía tiempo que una mujer no se desnudaba en nuestro departamento.
- No es verdad - respondió Leonard - ¿No te acordás de cuando en acción de gracias mi abuela con Alzheimer tuvo ese episodio…?
- Reformulo mi punto. Hacía tiempo que una mujer no se desnudaba en nuestro departamento y no quisiéramos arrancarnos los ojos.
No es que Sheldon disfrutara de ver mujeres desnudas ni mucho menos, pero sabía que verla así a Penny no sería algo perturbador. Entonces preguntó:
- ¿Qué es lo que querés lograr exactamente?
- ¿Disculpame?
- Esa chica no va a tener sexo con vos.
- No intento tener sexo con ella. - rió Leonard
- Qué bueno, así no te desilusionás - Sheldon no quería sonar cruel ni nada, pero la verdad es que Penny estaba fuera del alcance de su amigo.
- ¿Qué te hace pensar que ella, hipotéticamente, no querría tener sexo conmigo? Yo soy macho y ella hembra.
- Pero no de la misma especie. - Realmente, Leonard era un buen tipo e inteligente (aunque no tanto como Sheldon) pero era muy bajo, inseguro e intolerante a la lactosa. Penny en cambio era…
- No estoy especulando nada. Sólo intento ser un buen vecino… - se levantó del sofá y se quedó parado contra la pared, mirando hacia el pasillo - De todas formas, no estoy diciendo que si se diera la posibilidad de una relación carnal yo no la aprovecharía…
- ¿Creés que va a haber probabilidades de que eso pase, cuando ella vea tu shampoo de Luke Skywalker?
- Es de Darth Vader. - contestó Leonard algo molesto - Skywalker es el acondicionador…
Entonces tocaron a la puerta. Leonard fue a abrir, y eran sus dos amigos: Howard Wolowitz y Rajesh Koothrappali.
- Hola chicos - saludó Rajesh, con su acento hindú, y entró al departamento
- ¿Qué hay de nuevo? - lo siguió su amigo, dejándose caer al sofá.
- Leonard trajo una dama - respondió Sheldon
- ¿Tu abuela volvió a la ciudad? - le preguntó Howard, tomando el control remoto y encendiendo el televisor.
- No - contestó Leonard - Y no es una dama, es sólo nuestra nueva vecina.
- Un momento - el recién llegado apagó la televisión y se puso de pie - ¿Hay una mujer acá adentro? - preguntó acomodándose su flequillo.
Antes de que alguien respondiera, Penny apareció envuelta en una toalla que la cubría nada más del pecho hasta la parte alta de los muslos.
- Hey ¿cómo se hace para abrir la du…?
Apenas la vio, Sheldon bajó la mirada al piso, mientras sus tres amigos la miraban boquiabiertos. Penny entonces notó a Howard y Rajesh.
- Ah, disculpen! Hola, qué tal.
- Enchantè, mademoiselle. - saludó Howard en francés, acercándose a la rubia - Howard Wolowitz. Departamento de física aplicada. Quizás estés familiarizada con algo de mi trabajo, fotos de alta definición de la luna en órbita más grande que Júpiter.
Sheldon rodó los ojos. ¿De verdad pensaba impresionarla con eso? ¿Unas fotos de la luna? Hasta la mediocre pizarra de Leonard era mejor partido.
- Penny - se presentó la chica, sin haber entendido nada - Trabajo en la fábrica de cheescake.
- Vamos que te abro la ducha - le dijo Leonard, antes de que Howard la terminara espantando.
Sheldon levantó la vista y vio a Penny yéndose con Leonard hacia el baño.
- Es muy bonita - comentó Rajesh una vez que la chica ya se había ido.
- ¿Bonita? ¡Está que arde! - contestó Howard. Sheldon se encogió de hombros. - ¿Leonard está anticipando tener sexo con ella?
- Bueno… dijo que en el hipotético caso de que se le diera la oportunidad del coito con ella, no se opondría - Sheldon bufó con sorna - pero sabemos que eso es imposible hasta en un universo paralelo, así que le aconsejé que no se hiciera ilusiones. Y lo mismo te lo recomiendo a vos.
- Por favor, ¿viste como me sonrió cuando la saludé en francés? Habrá quedado encantada conmigo.
- De seguro, el francés es un idioma muy sexy amigo - opinó Rajesh - Y con tu flequillo beatle y ropa retro… muy chic.
Sheldon rodó los ojos.
- Es costumbre social sonreír cuando una persona se presenta a otra… algo bastante estúpido en mi opinión - respondió - el punto es que esa mujer es inalcanzable, olvídense de ella.
- Aha… Según vos ¿está fuera de mi alcance, y del de Leonard? ¿Y para quién se supone que es posible? ¿Para Raj, que ni siquiera le puede hablar? Sin ofender - le dijo a su amigo, que se había quejado. Volvió a mirar a Sheldon - ¿O para vos?
Sheldon se quedó un poco sorprendido ante la pregunta, ya que ni siquiera había pensado en eso.
- Bueno, tengo mejores cosas en las que ocuparme, pero ella tendría suerte de tener a un tipo como yo.
Howard y Rajesh se miraron y rieron. Entonces, Leonard regresó.
- Te tardaste, viejo. ¿No podías abrir la ducha? - dijo Raj y le guiñó el ojo, cómplice.
- Penny me pidió que le hiciera un favor…
- ¿Qué favor? - saltó Howard - No un favor sexual, ¿no?
- ¿Es eso en lo único que pensás? - le espetó Leonard - No. Me pidió que fuera a la casa de su ex novio a pedirle que le devuelva su televisor. - Raj y Howard contuvieron una risa - Y necesito que alguien me acompañe.
- No puedo amigo, tengo pilates ahora - contestó Raj
- Y yo tengo que ir a buscar a mi madre a su clase de aeróbicos en el agua - agregó Howard, algo perturbado - Es más, debería irme ahora.
- Yo también
- Muchas gracias, chicos. - dijo con sarcasmo Leonard, mientras sus dos amigos abrían la puerta del departamento.
- Suerte con el ex de Penny - se despidió Howard antes de cerrar la puerta.
Leonard entonces se volteó al único de sus amigos que quedaba.
- Sheldon…
- Yo tampoco, Leonard. - le respondió este de antemano.
- ¿Por qué? No tenés nada que hacer hoy.
- No es porque no pueda, es porque no quiero.
- Vamos Sheldon, no puedo cargar el televisor yo solo.
- ¿Por qué no va Penny con vos? - se quejó
- Porque no quiere tener una escena con su ex novio…
- Ah, entonces nosotros tenemos que tener la escena por ella?
- No va a haber ninguna escena, Sheldon. Somos dos y él es uno.
- Leonard, entre los dos ni siquiera podemos cargar un televisor.
- Sólo lo cargamos desde su puerta hasta el auto, entre dos es más fácil…
- A ver, déjame analizar la cadena de eventos que se acabaron de dar… - Sheldon se puso de pie y caminó en círculos por la sala - Evento A: una mujer hermosa está desnuda en nuestra ducha…
- Un minuto ¿acabás de decir que una mujer es hermosa u oí mal?
Sheldon puso los ojos en blanco, aunque a decir verdad él también se sorprendió con su propia afirmación. Decidió ignorarlo y seguir hablando.
- Evento B: me pedís que te acompañe a recuperar un televisor a la casa del respectivo ex novio de la mujer en cuestión. Pregunta: ¿cuál es el vínculo racional entre estos dos eventos?
Leonard suspiró
- Ya te lo dije, me pidió si le podía hacer un favor y bueno… dije que sí de antemano.
Sheldon imaginó la escena: Penny desnuda detrás de la cortina de la ducha, preguntándole a Leonard si le podía hacer un favor… y entonces se le vino a la mente la pregunta de Wolowitz "No un favor sexual, no?"
- Conclusión: - dijo finalmente, apoyándose contra la pared - estabas pensando con tu pene.
Leonard volvió a suspirar.
- Eso es biológicamente imposible. ¿Además qué se suponía que hiciera? ¿Decirle que lo fuera a buscar ella? Mirá, no lo hagas por mí, hacelo por Penny. Está sola en esta ciudad y no tiene nadie más a quién recurrir. Necesita nuestra ayuda.
Esta vez fue Sheldon el que suspiró.
- Vámonos ahora, antes de que empiece el nuevo capítulo de Doctor Who.
Al llegar al edificio, Leonard tocó en el portero eléctrico el timbre del departamento del ex de Penny.
- ¿Hola? - respondió una gruesa voz de varón.
- Hola, somos amigos de Penny, vinimos a buscar su televisor.
- ¡Váyanse! - respondió el tipo antes de cortar.
- Bueno, al menos lo intentamos - dijo Sheldon dándose la media vuelta, pero Leonard lo agarró.
- No nos vamos hasta que recuperemos el televisor de Penny.
- Leonard, el televisor está en el departamento de su ex, dentro de este edificio. Nos acaban de negar el acceso al edificio. No hay nada más que hacer.
- ¡Ey! No nos vamos a rendir. Si me hubiese rendido, no habría podido identificar las huellas de la teoría de la cadena posterior al Big Bang.
- Mis disculpas. ¿Cuál es tu plan?
Leonard fue hacia la puerta del edificio, la examinó unos segundos, y luego intentó abrirla a la fuerza… sin éxito.
- Es un privilegio ver tu mente en acción. - soltó sarcásticamente Sheldon.
- Tenemos que encontrar alguna forma de entrar a este estúpido edificio, entre los dos juntos tenemos un coeficiente intelectual de 360!
Entonces, aparecieron unas "niñas exploradoras" con lo que deberían ser cajas de galletas. Tocaron todos los timbres, y alguno de los que atendieron abrió la puerta mediante el portero eléctrico.
- ¿Cuál crees que es el coeficiente de ellas dos?
- ¡Sostené la puerta! - le ordenó Leonard, ya que las chicas ya habían entrado y la puerta estaba por cerrarse. Una vez que lograron entrar, subieron por el ascensor hasta el piso del ex de Penny, y tocaron el timbre de su departamento.
Al abrirse, apareció un tipo alto, incluso más alto que Sheldon (que de por sí ya era bastante alto) y además muy musculoso.
- ¿Sí?
- Somos los amigos de Penny - dijo Leonard
- Los del portero eléctrico - agregó Sheldon
El tipo los miró con sorpresa y desconfianza.
- ¿Cómo diablos hicieron para entrar al edificio?
- Somos científicos. - respondió el más bajito de los tres, con orgullo.
- Tenemos un coeficiente combinado de 360.
- Como sea, ya les dije que se fueran - contestó el tipo y estuvo a punto de cerrar la puerta, pero Leonard la sostuvo, y Sheldon lo ayudó.
- No nos vamos de acá hasta que no nos devuelvas el televisor de Penny.
El tipo los metió a los dos dentro de su departamento y cerró la puerta, arrinconándolos.
- Denme sus pantalones.
- ¿Qué?
- Me escucharon, denme sus pantalones. Ya me hartaron.
- ¿Para qué? - repuso Sheldon - No te van a entrar…
El tipo los agarró a los dos al mismo tiempo del cuello de sus camisetas, levantándolos del suelo.
- ¿Prefieren que les dé una paliza?
- No, te lo agradezco.
- Entonces sáquense los pantalones y dénmelos. - los amenazó antes de dejarlos caer al suelo.
Leonard y Sheldon, en total humillación y sin nada más que poder hacer, se sacaron los pantalones y se los dieron al ex de Penny, que simplemente los arrojó al piso.
- Ahora váyanse de acá, y no vuelvan a menos que quieran que les desfigure la cara.
Los dos científicos abrieron la puerta del departamento y se fueron, sin decir nada más hasta salir del edificio.
- Leonard, mi madre me había regalado esos pantalones…
- Perdón.
Al menos habían ido en auto, y no había mucha gente en la calle. Subieron rápido y se pusieron en marcha.
- Sheldon, lo lamento. - se disculpó Leonard mientras conducía- Tenías razón sobre mis motivos, esperaba empezar una relación con Penny que pudiese terminar en sexo.
- Bueno… a mí sí que me dejaste en ropa interior.
Leonard soltó una risa amarga.
- Pero ya aprendí mi lección. Ella está fuera de mi alcance. - aceptó finalmente, mientras se detenía en un semáforo. - Me concentraré en mi trabajo, algún día ganaré el premio Nobel, y después moriré solo.
La luz cambió a verde, y Leonard apretó el acelerador.
- No digas eso, no vas a morir solo - repuso Sheldon
- Gracias, Sheldon. Sos un buen amigo.
Dobló en una esquina.
- Y definitivamente no vas a ganar el premio Nobel.
Cuando llegaron a la puerta de su departamento, Leonard puso las llaves en la cerradura, y Sheldon se volteó y miró al 4°B, preguntándose si Penny ya estaba ahí o si los estaba esperando. Deseó que no, ya que no quería que lo viera en ese estado tan vergonzoso.
Entraron. Para mala suerte de Sheldon, Penny estaba dentro, viendo la televisión. Se ve que escuchó que habían entrado, porque la apagó y se dio vuelta. Cuando los vio, soltó una exclamación de sorpresa, y se puso de pie.
- ¡Dios mío! ¿Qué pasó?
Los miró de pies a cabeza, sin poder creerlo. Leonard tenía unos boxers bastante largos y anchos y parecía casi como si estuviera en pantalones cortos, pero la ropa interior de Sheldon era más corta y más ajustada. Estaba parado incómodamente, tratando de taparse ahí adelante, sin mucho éxito.
- Bueno, tu ex novio te manda saludos, y supongo que el resto se explica solo - contestó Leonard.
- ¡Ay, mil disculpas! Realmente pensé que con ustedes no sería tan maleducado - entonces Sheldon vio como Penny fue hacia Leonard y lo abrazó, su amigo totalmente tomado por sorpresa - Muchas gracias igual por ir e intentar…
Soltó a Leonard y entonces, abrazó a Sheldon. Él se quedó rígido, con los brazos pegados al cuerpo y los ojos de par en par. Era la primera vez que tenía algún tipo de contacto físico con esta chica, y estaba semidesnudo. Sintió la piel de sus brazos, suave y cálida, contra la fría de los suyos, y su cabeza sobre su hombro. Sheldon intentó alejar su pelvis de la de ella y no se relajó hasta que lo soltó finalmente.
- Son increíbles.
Fue hacia la puerta y los miró otra vez.
- Por qué no se visten y vamos a cenar, yo invito.
- ¿En serio? Genial - aceptó Leonard.
- Gracias - dijo Sheldon, todavía colorado.
Penny salió y ambos la veían entrar a su departamento. Leonard se asomó al pasillo.
- ¿No vas a olvidarte de ella, cierto? - le preguntó retóricamente Sheldon, cuyos ojos seguían fijos en la puerta del 4°B tras la cual había desaparecido la rubia que acababa de abrazarlo.
- Nuestros bebés van a ser bonitos e inteligentes - respondió su amigo.
- E imaginarios.
Realmente, esa chica estaba totalmente fuera de su alcance.
