Todo el día esperándolo, mirando la puerta, esperando que se abra, con mis manos sudorosas de los nervios, y el muy imbécil ni siquiera es capaz de llamar y decirme que no llegará.

"Bella, lo siento, tengo que resolver unos asuntos importantes, te veo mañana"

Edward C.

Rodé los ojos, él no sabía lo importante que era que viniera, hace mucho tiempo que lo nuestro no calificaba como importante para él. Las cosas comenzaron a empeorar hace alrededor de 6 meses, por un momento creí que era un crisis típica matrimonial, pero no. Edward y yo simplemente no coordinamos, ni en tiempo ni en pensamientos, él quiere que abandone tantas cosas que no quiero dejar, y sé que quizás yo debería ceder aunque sea un poco, pero siempre soy yo la que debo hacerlo, tengo proyectos televisivos que he esperado por años, se supone que el acepto mi vida como era y lo que podría llegar a ser, claro, todo eso fue hace 6 meses atrás...

Flash Back

-¡Es mucho pedir salir a cenar con mi esposa sin cámaras encima!- Grito Edward mientras cerraba la puerta del lado del conductor, no tardó en encender el auto.

-Amor por favor, debes calmarte -Le dije mientras colocaba mi mano sobre su rodilla. El sujeto fuerte el volante mientras trataba de esquivar a los paparazis.

-Bella esto ya es demasiado, he tenido que soportar por mucho tiempo esta situación, pero sabes que ha empeorado. ¿Crees que me agrada ver a MI mujer cada mes con un hombre diferente en la portada de todas las revistas?- Dijo subiendo el tono de voz.

-¿Qué carajo quieres decir con eso? ¿Crees que yo quiero esto Edward?- Trataba de no elevar mi voz, pero esto me superaba.-Tu aceptaste esto- Le dije.

-Tengo derecho a cansarme Bella. No veo a mi esposa en prácticamente todo el día, pero enciendo la televisión y están hablando de ella y lo maravilloso que sería que estuviera con...con ¡cualquier hombre excepto yo!- Estaba gritando, estaba jodida mente enojado, lo podía ver en cómo se marcaban sus músculos y la manera en que su cuello se tensaba.

-¡No puedes decirme esto! ¿Crees que no me gustaría estar contigo? Tu! ¡Estas todo el santo día en el trabajo y cuando te espero llegas tan cansado que ni siquiera eres capaz de estar 5 jodidos minutos con tu esposa!- No quiero esto, se de la manera en la que va a terminar, lo sé.

-Podemos vivir perfectamente sin que trabajes Bella, estas acabando con esto, tu trabajo nos está matando.- Dijo como si nada, realmente me estaba culpando.

-Para el auto- Le susurré.

-¿Qué?- Dijo mientras desvío por un segundo su mirada a mí.

-¡Detén el auto!- Le dije segura.

-Bella...- No lo deje terminar.

-¡Detén el maldito auto Edward!- Le grite desesperada.

Me baje del auto sin mirar atrás, y gracias a Dios Edward no insistió, porque si estaba un minuto más a su lado las cosas terminarían mal, muy mal.

Caminé unos minutos, deje lágrimas caer. La culpa me estaba matando, quizás realmente yo estaba acabando con este matrimonio.

Fin del Flash Back

Probablemente él me dijo eso esperando que me sintiera así, culpable, muy buena estrategia, y lo peor, funcionó.

Cancele mi contrato para grabar La chica del tren, a pesar de lo difícil que fue, en su momento creí que era lo mejor, obviamente eso fue antes, porque ahora, definitivamente me arrepiento, la película siguió su curso, no se acabó, en cambio lo que yo pretendía salvar, eso sí se acabó.

No me malinterpreten, yo amaba a Edward, creo que aún lo sigo haciendo. Amaba estar con él, sus ojos, su sonrisa, la forma que me hacía sentir, ser su mujer. En pocas palabras estaba totalmente pérdida por él. La forma en que me alejaba de todo, como cada día me conquistaba, en el veía mi futuro, era la persona que imaginaba a mi lado siempre, la que yo había elegido para eso.

El me acepto completamente, acepto mi trabajo; y todo lo que conlleva ser actriz en EEUU, y yo, yo a él lo acepte en todas las maneras, no había absolutamente nada que no amara.

Sonreí mientras recordaba nuestro matrimonio, había sido bueno, y no quería empañar esos lindos 3 años de casados, con 6 meses de tortura, no estaba dispuesta a recordar a Edward de esa forma, un hombre frío, desinteresado, un hombre que ya no me amaba.

Mi teléfono comenzó a sonar, por un momento espere que fuera él, pero era Alice, su hermana, mi gran amiga.

- Alice...- Le dije, trate de ocultar mis emociones en la voz, pero inmediatamente me di cuenta que falle.

- ¿Se acabó? - Me dijo suspirando tristemente.

-Se acabó- Mi voz se quebró a la mitad de las palabras.

- Oh Bella, lo siento tanto, sé que mi hermano ha sido un total imbécil...- Alice era tan...Alice.

-Duende, esto no es tu culpa, no puedes pedir perdón por él, además, estos es culpa de ambos -Le conteste.

-Lo sé Bella, tan solo no esperaba esto, es decir claro que sí, pero tú ya sabes, desde el día en que se conocieron supe que ustedes eran el uno para el otro, no sé. ..¿Estas segura de esto?- Me pregunto Alice.

-Me he pasado casi 6 meses haciéndome esa pregunta Alice, y cada vez que lo hacía, miraba a Edward y veía como lo nuestro ya no tiene remedio, ni siquiera aún se lo he podido decir, porque tiene cosas importantes que hacer, aparte de ignorarme -Le dije con tristeza.

- Ya sé Bella, tan solo es tan difícil para mí ver a dos personas que amo pasar por esto, entiende que no estoy en una posición fácil, él es mi hermano y tu mi mejor amiga, es algo difícil de sobrellevar...- La entendía, pero no sabía cómo ayudarla, porque ni siquiera se la manera de ayudarme a mi.- Bella te debo colgar, Lilian está completamente manchada con chocolate. Ay Dios ese vestido era ¡Hermoso! ADIOS! Te amo - Sonreí y colgué, Lilian probablemente terminaría matando a Alice, a sus solo 2 añitos tenía a su madre con grandes dolores de cabeza, todos asociados a la ropa que su pequeña hija arruinaba, gracias a Dios Jasper tenía paciencia, porque créanme, con Alice y una mini versión de ella, la paciencia lo era todo.

Eran aproximadamente las 3:00 am cuando me desperté al sentir la puerta de la entrada abrirse. A pesar de estar aun con el sueño en el cuerpo, sentí un revoloteo en mi estómago, y no precisamente de mariposas. Me levanté del sillón y fui en busca de Edward.

- Es tarde. ¿Qué haces despierta? - Si amor, yo también te extrañe. Respire hondo y solté las palabras.

- Quiero el divorcio- Le dije mientras por primera vez desde que llego lo miraba a los ojos, ojos que ahora reflejaban sorpresa, pero obviamente, lo oculto en un segundo.

- ¿De qué hablas Isabella? Por favor, no voy a tener esta conversación contigo ahora...- Dijo mientras pasaba al lado mío.

-¡¿Entonces cuando?!- Le grite exasperada- ¿Cuando ya ni siquiera seamos capaces de mirarnos a la cara?¡ Por Dios Edward! ¡Esto NO funciona! ¡TU Y YO YA NO FUNCIONAMOS! -Me pase la mano por la cabeza mientras me miraba de la manera menos correcta para hacerlo -Sabias que esto pasaría ¿Y ahora no me dices nada?- Le pregunto acercándome a el.

- Esta bien. -Me dice.

-¿Está bien? - Le digo con un tono irónico.

-Sí, iré a buscar un poco de ropa y me largo, en la semana vendré a buscar mis cosas...- Me dijo mirándome directo a los ojos. No sabía que hacer, digo yo se lo pedí, se supone que estaba preparada, pero esperaba...no lo sé... que al menos lo intentara, que me dijera que no nos rindiéramos.

- Gracias - Fueron las únicas palabras que pude pronunciar antes que se me quebrara la voz, me di la vuelta, no quería que me viera llorar. Camine hacia la cocina y me afirme de la encimera.

Eso fue todo, se acabó, lo deje ir, lo dejamos ir, y vaya que dolía. Podía oír como bajaba las escaleras y se acercaba a donde estaba, con mis manos me limpie las lágrimas y trate de ocultar mis emociones.

- En la semana vendré por más cosas...- Me dijo, sus labios estaban en una línea, y su mirada por un momento, el momento en nos conectamos ambos, me hizo replantearme si realmente esto era lo correcto, pero luego, algo en él cambio, y pues, se acabó. Dio media vuelta, y cuando estaba por caminar lo detuve.

-Las llaves- El me miro con duda- Quiero las llaves de la casa Edward- Le dije con firmeza. El asintió, las busco en el saco y me las paso.

-Lo siento Bella- Me dijo mientras se largaba.

- Yo también - Le conteste en un susurro que de seguro no alcanzo a oír.

Si me preguntaran una razón del por qué lo deje ir, la respuesta es porque lo amo, lo deje ir porque lo amo a él, y lo hermoso que alguna vez tuvimos, y no quiero que eso hermoso se empañe por lo que fue el termino de lo nuestro.

Hola a todos, muchas gracias a los que leen, este es mi primer fanfic en esta página, espero les guste tanto como a mi escribir. Si les gusto espero sus comentarios y votos, gracias