Skip Beat no me pertenece.

Summary: Kuon regresa a Kyoto por casualidad del destino, es allí en donde se encuentra con kyoko de nuevo, pero ¿Qué sucederá cuando cada uno deba seguir sus caminos?

Advertencia: este capítulo y durante la trama en general tendrán contenido de sexo extremadamente explicito (MA lemon), no es lectura para menores de edad, le sugiero discreción. Cada uno lee bajo su propia responsabilidad. Ya advertidos con el fuerte contenido de la historia, pueden seguir con la lectura.


CUERPO DE DIOSA, TEMPLO INMACULADO,

TENDIDO EN EL SUELO DE MI CAMA,

MIS LABIOS PECADORES TE PROFANAN,

TE DESNUDAN CON UN BESO MANCILLADO.

EN MI LECHO, TEMPLO DE TUS GEMIDOS,

DISFRUTO LA AMBROSÍA DE TU ORGASMO

Y MÁS ALLÁ DEL GRITO Y DEL ESPASMO

QUIERO ETERNIZARTE LOS SUSPIROS.


Secret of my heart.

Prologo.


kyoko era una jovencita muy agradable, muchas veces había alentado a Sho para seguir con sus sueños y el plan que tenían era que iban a irse juntos, que los dos estarían en Tokio para que él comenzara su carrera como artísta, su carrera como cantante.

Pero fue exactamente ese mismo mes cuando por fin había afrontado al padre de este y decidió que se irían a Tokio el siguiente mes aunque sin la bendición y el permiso de su padre. Kyoko estaba muy feliz, por fin podría ayudarle a su mejor y único amigo en lo que pudiera.

Estaba a orillas del río cuando sus ojos encontraron la figura de un hombre, un hombre que le estaba mirando con una gran sonrisa.

—¿Corn, eres tu?— Le preguntó.

—¿Kyoko? Oh, no pensé que te encontraría...—Él parecía maravillado con la jovencia de quince años en frente de él.

—¿Así que eres de verdad tu?—Él asintió.

—Creo que la última vez que nos vimos hubo una confusión... Tu creíste que yo era un hada, pero no lo soy.—Dijo sonriendo.—Perdóname por haberte hecho creer lo contrario, es que tu estabas llorando y yo solo quería verte feliz.

—Entonces, ¿Eres en realidad un hombre?—Él asintió.—No te preocupes, también tuve mis dudas.

—¿Qué fue de ti en este tiempo?—Ella sonrió con pena.

—Ya no veo a mi madre, ella simplemente no volvió más. ¿Y tu Corn, qué fue de ti?—Él la miró triste, su mirada se perdía en aquel lugar, el río, las piedras, todo eran los mismos de antaño, hasta la chica en frente de él lo era, ella seguía siendo inocencia y pureza, solamente él no era el mismo, estaba lleno de oscuridad y sus manos teñidas de sangre, teñidas de la sangre de su mejor amigo.

—Aquí estoy, un poco diferente pero deseaba volver a este lugar, veo que has crecido y ¿Qué me cuentas sobre tu querido Sho?—Él no pudo evitar reírse del rubor que teñía sus mejillas, no podía sentirse más avergonzada de su situación.

—Sho quiere ser artista y me ha pedido que le acompañe a Tokio, Corn.—Kuon le observó sonreír feliz.—Pienso ir con él, si es que el señor Fuwa me lo permite.

No supo bien el porque pero aquello le molestó un poco, el deseo de seguir a aquel, no supo qué pero algo se removió en él, algo que no comprendió.

—Por cierto, en cuanto a mi nombre... Yo en realidad me llamo Kuon—La joven sonrió feliz.

—Kuon será entonces...

Y desde ese momento comenzaron una amistad o más bien, retomaron la que ya tenían. Poco a poco se fueron haciendo más cercanos, tan cercanos que sin pensarlo dos veces, Kuon se aferro a ella para así poder olvidar todo lo que le sucedía, la oscuridad que amenazaba por perder-lo completamente en las tinieblas de la desolación.

—Las cosas se han complicado, al parecer, el señor Fuwa está enfermo. Sho no quiere irse, no sin antes asegurarse de que su padre este bien de salud—Le dijo entre triste y esperanzada.

—Siento oír eso, se que quieres acompañar a tu amigo...

—Pero esto me permite estar contigo por más tiempo, Kuon.—Admitió avergonzada.

—Me gustas mucho, Kyoko. Lo sabes, ¿Verdad?—Ella solamente asintió.—Pero se que también sientes algo por mi, en este tiempo pude notarlo...

Él se acercó para besar suavemente sus labios, tomando a la chica por sorpresa, sus bocas no se separaron a pesar de la sorpresa inicial, Kyoko se sorprendió a sí misma respondiendo con la misma calidez e intensidad aquel beso, al separarse, ambos estaban con la respiración agitada y mirándose el uno al otro con intensidad.

—No puedo salir contigo, Kuon... Solo puedo ser tu amiga...—Murmuró por su futuro incierto y al saber que pronto se terminaría aquello y que cada uno debería seguir su camino por lados distintos.

—No te pido nada, solo quiero vivir el momento...

—Acepto...—Murmuró aunque aquello se alejaba totalmente de sus principio, de su moralidad y de todo aquello que ella era y creía.

—No te arrepentirás...—Le había dicho él para después ser sorprendido por un beso de ella.

Y así comenzaron un romance secreto, el cual, sabían bien que tendría una fecha límite, en donde se tendrían que decir adiós.

Llegaría el día en el que él tendría que irse o el día en que ella tendría que partir, sea como sea, ambos tenían una fecha límite.

Su amistad y romance, como quieran calificarlo, cada día daba un paso más grande, sus caricias subían de tono, cada uno quería y deseaba en silencio más del otro pero no se atrevían a decirlo, no se atrevían a confesar lo que sentían, no querían que el otro se quedara con ellos por obligación...

Una tarde muy cálida, ambos habían quedado a verse al atardecer, los nervios los estaban torturando a cada uno, por motivos diferentes, él quería hablar, ella quería estar con él. Cosas distintas que terminaría en la primera noche que ambos pasarían juntos.

—¿Quieres tomar algo en donde me estoy quedando?

—Si.—Murmuró nerviosa.

Caminaron rumbo hacía el lugar que habían acordado, en donde se estaba hospedando él, Kyoko se asombro al darse cuenta que era una de las propiedades del señor Fuwa...

—Eres tu...—Dijo asombrada.—Este lugar pertenece a los Fuwa, sabía que lo habían alquilado pero... Pensé que se quedaría un actor.

—No, en realidad soy el hijo de un actor.—Le dijo nervioso.—Pero no estamos aquí para hablar de mi padre, ¿Verdad? Jamás te obligaría a hacer algo que no desees.

Ella se sonrojó violentamente. Hablaron de muchas cosas, comieron algo ligero y se hacía tarde.

Él estaba frente suyo, muy cerca, peligrosamente cerca.

—¿De verdad quieres que ta haga mía?—Una oleada de placer había recorrido su cuerpo, sensación desconocida por ella.

—¿Q-Qué haremos?—El rubio sonrió seductor.

—Lo que tu quieras—Le prometió.—Se que estas nerviosa, todos tenemos miedo a lo desconocido. Ven conmigo.

Tomándole las mano le había dirigido directo al cuarto de él.

—Quítate los zapatos.—Le murmuró, mirando sus ojos.

Ella solo lo hizo, sin objeciones, dudas ni temores. Solo estaba muy nerviosa. Él se sentó en medio de la cama poniendo todo el peso sobre sus piernas.

—Ven.—Murmuró. Ella se acercó tímidamente a él, quedando sobre la cama, poniendo todo el peso sobre sus rodillas como él lo había hecho anteriormente.

Aún sin tocarla, las manos de él descendía por sus hombros hasta la curvatura de los pechos de kyoko, mientras que ella involuntariamente comenzaba a expedir calor.

Él ve como la chica se muerde el labio, Kuon la besa en los labios, un beso dulce, del tipo que nos deja llevar, sus manos le buscaban a ciegas encontrándole para halarle suavemente contra ella. El tacto de ella, desabrochando los primeros botones de su camisa para acariciar su piel expuesta.

Él gruñe con el contacto de su piel contra la lengua de ella, manteniéndose sentados pero enredando las piernas, mientras acercaban peligrosamente sus caderas.

Kyoko toca su pecho descubierto con ojos cerrados, sin abrirlos, le siente y lo explora. Lento, despacio. Profundizando ese beso, las manos de Kuon se van escurriendo lánguidamente por la cintura de la chica, abriendo los botones de su blusa, tres de ellos, dejando la vista de su sostén asomarse.

Dejando un camino de besos llegando a su cuello hasta su pecho, para lamer-lo y quitar el sostén que le cubría, las manos de ella se le enredaban al cuello, montándose sobre las piernas de Kuon logrando así un rose exquisito ente sus sexos. Ambos gimen.

Kyoko tiene entre sus pequeños puños el cabello rubio de su ahora amante, Kuon desliza su mano para llegar hasta la coleta para desatar-le y masaje-ar su cuero cabelludo, él no aparta su boca de sus pecho que ahora se encuentra rojo.

Los pechos de Kyoko se encuentran erguidos por la excitación, él aprovecha para meterse-lo uno en la boca provocando que ella gima de placer. Chupando como si se tratase de un inexperto, haciendo sonidos con la saliva y el contraste de sus labios. Kyoko se aferra a los hombros de Kuon con fuerza, de vez en cuando sosteniendo la cabeza de él para que acerque su boca más a ella. Masajéa su pecho con la mano izquierda y él con su brazo aprieta contra él a la chica, su cuerpo, haciendo que ella notase su erección.

Moviendo su pelvis lentamente que no pueden evitar gemir, ninguno de ellos. Ella mantiene sus ojos cerrados, Kuon le masturba con ropa, pareciéndo-le algo divino, su actuar, gestos, toda ella. Se mete en su boca el otro pezón, chupando y lamiendo de arriba abajo con la punta de la lengua con movimientos lentos y rápidos, alternándolos, provocando que ella echara la cabeza hacia atrás y se muerde los labios. Kyoko se recarga cerca de su cuello y gime.

—K-Kuon...

—¿Si?

—Hazme tuya...

—¿Lo quieres de verdad?

—Si... Lo quiero... todo. Te deseo.

—Lo deseas, ¿En... serio? —Le preguntó en el precipicio de la locura, excitado, queriendo que su respuesta se solo una afirmación.

—Por favor... Si...

Girándose torpemente sobre la cama, ella solo puede ver como él le hala los pantalones fuertemente, dejando al descubierto una delicada y pequeñas braguitas, nada infantil pero tampoco es vulgar, pero si es coqueta y juvenil.

Y a él le encanta. Besa su estómago hasta atorar sus dientes con el borde de aquellas braguitas, bajándolas tan despacio que ella solo tensa sus piernas y las abre cuando las pequeña prenda queda por sus tobillos. Besa su cuerpo, deteniéndose para ver si ella cambia de opinión... Kuon se despoja de su ropa, mirándose, se limitan a besarse. Él se coloca en su entrada. La punta de su pene queda en su dirección, empujando lentamente. Kyoko hace sus caderas hacía atrás, doblando su espalda entre los avances de él.

Kuon nota lo estrecha que es, ella apuña los ojos y gime, él sabe que le duele.

— ¿Me detengo?—Ella no le responde con palabras, aunque lo intenta pero no puede, abre y cierra la boca, se mueve inquieta bajo él, gime, cerrando fuertemente sus ojos, suspirando, niega con la cabeza.

Kuon inicia suavemente sus estocada, ella mantiene sus piernas erguidas, en cada avance levanta sus caderas.

—Eres mía.—Le susurra mientras gimen, él entra en su interior de una sola estocada...

—¡Oh!—Grita ella despegando su espalda del colchón.

Kuon la besa, se besan porque se necesitan. La cadera de él se mueve lento, pero el rose de sus sexos se hacen más y más cadente. Grume. Ahora solo son un solo ser, un baño de sudor, deseo... De pasión.

Él no pude creer que sea el primero, lo es... Esta haciéndola suya, su mujer. Gruñe, mientras su cuello y cabeza se hacen para atrás.

Kyoko comienza a gemir más y más alto, por fin llega el placer, llevándose todo posible dolor que pudo sentir. Ya solo hay placer. Y lo disfruta. Por instinto se recarga en el pecho de él, dejando besitos que a él le provocan placer. Uno desconocido y nuevo, pero es agradable.

—Nena, te sientes tan jodida-mente bien... Murmura jadeante...

—¡Kuon! —Gruñe.

Le siente tensarse entorno a todo lo que es él, haciendo que lo lleve a la locura, su cuerpo le desobedece y gime alto, viniéndose dentro de ella. Con el calor inundarlo lentamente. Kyoko se tensa, dibujando en su rostro el puro y explosivo pacer que siente, llegando a su liberación segundos después que él.

La chica se deja caer en el colchón, dejando caer también sus brazos perezosamente sobre las sábanas. Se queda dentro de ella, viéndose incapaz de dejarle libre de su sexo, recargándose en el cuerpo de la joven, poniendo la cara contra su cuello, solo son cocientes de sus corazones ir a mil por hora, y ambos son silenciosos testigos de lo que le sucede al otro.

Kuon le abraza, algo nuevo para él, ¿Cuándo él abrazó a alguien?

—Increíble...

—Lo sé.—Le responde él sintiendo que la chica le acaricia el cabello.

Y ninguno de los dos cree que solo haya sido sexo, pero no quieren decirlo, no pueden hacerlo.

Se despega de su lado con pereza, tumbándose junto al cuerpo de la chica.

—Puede ser tonta mi pregunta pero...—Y la vergüenza y el pudor vuelven a ella.—¿Es normal estar cansada?

—Si, generalmente.—Él sonríe.—Duerme...

Ella asiente, olvidándose del lugar, compañía, de lo que acaba de suceder y de que no esta durmiendo en su cama...

Antes del amanecer, ella se despierta, adolorida pero su cuerpo esta increíblemente relajado. Mira a su lado y lo ve, durmiendo, tranquilo, con un brazo tomándole posesiva-mente.

—Kuon...—Le habla logrando que él se despierte.—Debo irme...

—¿Qué?—Pregunta terminando de despertar.

—Van a matarme...—Dijo levantándose casi corriendo y buscando su ropa.

—¿Nos veremos después?

—Más tarde...—Le prometió.

Ella salió corriendo, después de besarle, pero a la hora que solían encontrarse siempre ella no llegó, le esperó pero tampoco. No volvió a verle cerca de río y tampoco cuando le fue a buscar, ya cuando tenía que volver a Tokio.

Dos semanas y media habían pasado desde esa noche, no volvió a saber de ella hasta esa tarde... En el aeropuerto le vio, ella estaba con una maleta y la acompañaba un joven, el que supuso era Fuwa. Sorprendente-mente, esperaban su mismo vuelo.

—Sho, quiero ir al baño...

—El avión esta por salir y...

—No puedo esperar...—Dijo ella corriendo hacia algún lugar indefinido.

—Entonces, te espero.—Murmuró de malhumor. Ella se llevaba los pasajes en su bolso de mano.

Kuon se sintió algo tranquilo, podría hablar con ella, pero en ese momento no podía, había ciertos detalles que ella notaria.

Ya cuando el avión estaba en el aire, se levantó para buscarle con la mirada, sin encontrarle a ninguno de los dos. Tampoco les vio a bajar ya en Tokyo, no estaba ninguno entre los pasajeros, esos dos no habían tomado el avión y Hizuri kuon no sabía sus motivos pero se preguntaba el por qué.


Continuara.


Hola. Nueva historia, adivinen ¿qué sucedió? ¿Les gustó el fic? ¿Lo sigo? Se que pueden estar fuera de personaje pero la mayoría de mis escritos así lo son. Un fic de los más antiguos está por terminar muy pronto, espero que esta nueva historia sea del agrado de ustedes, lamento los posibles errores de ortografía.

¿Cómo creen que se volverán a encontrar? Dejen sus reviews... Por faaaaa...

Saludos.