*suspiro*

Bien, esto empezó como un proyecto pequeño, lo juro; pero cuando me dí cuenta se convirtió en lo más extenso que haya escrito. Pero no soy quien para juzgar mi propio trabajo, si estas leyendo esto es porque te intereso la idea de una precuela de Avatar, la leyenda de Aang. Esto no es una historia de un avatar anterior, es la historia de cómo surgió el Avatar en el mundo, de cómo eran las cosas antes, el surgimiento de los reinos, los maestros y las ciudades. Los personajes son los mismos que en la serie original, llamémoslo "sus vidas pasadas"; ¿que puedo decir? amo estos personajes.

¡Disfrutenlo!

Disclaimer: Avatar, la leyenda de Aang y todos sus personajes no me pertenecen, es sólo que les eh cogido un cariño inmenso.


ORIGEN

Los tiempos eran difíciles cuando no había un líder que unificara el mundo.

Libro 1: Agua

Capitulo 1: EN EL HIELO

Todo parece callado, ni siquiera se escucha el viento helado que sopla; pero se que hace frió, en los hielos perpetuos solo puede hacer frió. Los grandes icebergs se levantan sobre el agua, apenas si se ven sus reflejos en el mar obscuro. Hoy hay luna menguante, no alumbra como la luna llena ni desconcierta como la nueva; pero esta ahí, alumbrando poco, solo para decir que existe y que aun le falta tiempo para desaparecer, justo como la esperanza del pueblo que la alaba. El barco se mueve sigiloso entre la obscura marea, va despacio y con precaución, aun lleva nuestro encargo; pero parece que ellos lo saben, corren, saltan entre el hielo acercándose a su objetivo, hay sombras tratando de acercarse al barco, conocen bien el terreno, se mueven casi sobre el agua, divisan el punto ciego de la guardia y toman el barco. Los guardias se asustan cuando voltean y ven sobre su barco a un ejército vestido de negro con rostros encubiertos; pobre del almirante, a penas si pudo balbucear – sa, sangre de hielo…- antes de que el líder de los rebeldes le cortara la garganta con un tiro eficaz de su afilado boomerang. El líder ha hecho una seña y toda la tropilla se mueve, hay una guerrera entre las filas que es especialmente rápida, ha encontrado la puerta escondida que lleva hasta el sótano del barco, la abre y encuentra el cofre con la carta que hemos enviado.

¿Esta bien si ella la encuentra? Se supone que solo el rey debía leerla. Esta bien, lo admito, no es el rey quien me preocupa, pero es que él esta siguiendo el barco muy de cerca, tal vez con una oportunidad como esta él pueda al fin lograr su objetivo…lo se, no estoy para contradecirlas…pero solo esta vez, por favor… solo será una intervención pequeña, si puedo? Gracias. No, la princesa no tiene por que enterarse.

Es de mañana en el castillo de la región de los hielos perpetuos; esta zona se encuentra en el sur, donde solo hace frío, el paisaje es solo nieve y agua helada; a pesar de las condiciones la gente logra sobrevivir, en parte por su coraje y en parte por su situación política. El rey que se encarga del lugar es especialmente benevolente, o al menos lo es en comparación con el resto de su familia, sede con cierta facilidad a las exigencias de los rebeldes que se hacen llamar sangre de hielo; pero el rey insiste en hacer los acuerdos en el margen de la legalidad, formalmente la gente no tiene derechos ni hay leyes que obliguen a los estratos mas altos a ayudar a los mas bajos, sin mencionar que la familia real vive gozando privilegios que el general del pueblo no puede ni soñar.

La mañana empieza agitada en la corte. El rey y su hija se reúnen en una sesión de emergencia, ambos parecen consternados. Se reúnen en un amplio salón con paredes lisas hechas de blanca nieve. Están solos, han dejado a todos los guardias afuera. Uno de ellos deja su pocision en la fila y camina discretamente alrededor del edificio hasta quedar frente a la ventana; es pequeña, pero parándose de puntillas puede ver un poco de lo que pasa adentro. El guardia no alcanza a oír nada, pero parece no importarle, sonríe al poder observar a los de adentro, o mas bien, sonríe al observar a la princesa, bonita, esbelta, con los ojos grandes y azules, la tez clara y el cabello tan blanco como la nieve, se le nota como una persona amable; los ojos del joven se pierden en la calida sonrisa de la princesa, ella no llega a verlo.

- Sokka! – llama una chica morena vestida como guardia que esta de pie junto al chico que miraba por la ventana - que haces? Debías ir a buscarme.

- Ham…- el joven reacciona nervioso- no, no hago nada, solo me entretuve un poco, no tienes por que estar tan paranoica Katara.

- Te escabulliste para espiar de nuevo a la princesa – dice molesta su hermana- sabes que es peligroso.

- Tu me hablas de lo que es peligroso? Me vas a decir que no es peligroso que tú te hagas pasar por un guardia – contesta Sokka.

- Todavía que te hago el favor de reemplazarte entre las filas – le contesta la chica bajando la voz- para que tu puedas ir a dormir un rato. Que haces? Vas a espiar una conversación real.

- Es lo mejor – le contesta el muchacho- debemos averiguar que es lo que llevaba ese barco, se tomaron muchas molestias en su seguridad, aun no puedo creer que no hubiera nada a bordo de el.

- Si había algo – le contesta la chica como si fuera algo que ya le hubiera dicho- te digo que había una carta en el baúl dentro del pasadizo que encontré.

- Y donde esta la dichosa carta? – le contesta Sokka enfadado-

- Desapareció justo frente a mis ojos – le dice la chica exasperada- te lo digo, simplemente en una nube de humo, es magia, lo se.

- Katara, deja eso – contesta el muchacho- ya absolutamente nadie cree en la magia, son cuentos para dormir a los niños pequeños, lo mas seguro es que ese barco fuera un señuelo para confundir a los rebeldes.

- Es magia – replica la chica- la magia que solo la familia real puede usar.

- Anda- dice el muchacho mientras camina un poco alejándose del lugar- será mejor dispersarnos, sabes que si nos ven hablando a escondidas comenzaran a sospechar que no somos leales a la corona, nuestros padres no lucharon toda su vida para que nos descubran por ser descuidados.

La chica asiente y vuelve a tomar su puesto en la fila enfrente de la puerta principal.

Dentro de la habitación el rey y su hija, la princesa Yue, conversan.

- ¿Que es lo que ha pasado? – pregunta el rey – debo ir a verificar el barco que atacaron ayer los rebeldes, pero supongo que tu asunto es importante, hija mía.

- Hoy por la mañana – dice intranquila la princesa- sentí como si alguien me despertara de mi profundo sueño, cuando voltee hacia la puerta de mi cuarto para ver si alguien se había escabullido, apareció en el suelo esta carta.

La joven saca de su abrigo una carta, parece simple, común y corriente.

- Apareció en una nube de humo – sigue la joven con voz dulce- parecía magia, la magia de la que me has hablado. La carta, lleva tu nombre padre.

El rey se muestra sorprendido, toma la carta y la lee.

- Haa- suspira el rey- mi querida hija, tu sabes la difícil situación que esta pasando nuestra familia, desde que se nos retiro la magia, nosotros… simplemente hemos decaído, me temo que la parte de la familia que gobierna las mayores zonas ya no son gente de confianza.

- No hable así padre – dice la princesa- son familia al fin y al cabo.

- Lo se- corrige el rey- pero esta es una advertencia de que debemos cuidarnos de cualquiera de los dos príncipes que buscan la corona principal.

- ¿Mis primos? – pregunta la joven- yo se que son algo…testarudos, pero no creo que busquen hacernos daño; tal vez, si…dejaran de ocultarnos tantas cosas…

- Sabes que no – contesta el padre con voz firme- ustedes son demasiado jóvenes aun para esto y mas tu, una mujer no debe cargar tantas preocupaciones – dice mientras se acerca y acaricia la cabeza de su hija- no se porque mi primo tiene tantos problemas con sus hijos, debería darle el trono al mayor y buscar un esposo para su hija, eso si seria productivo.

La princesa cambia su gesto y se le nota triste por el comentario de su padre.

Afuera de la habitación va llegando un señor, parece un noble importante, ya es mayor, se le notan las canas y las arrugas, pero es esbelto su rostro es serio y su mirada decidida y firme.

- Maestro Paku – Saluda el primero de los guardias al verlo llegar- el rey y la princesa están en una reunión, han pedido que no se les moleste.

- Pues su reunión tendrá que ser aplazada- dice altanero el maestro- acaba de llegar una visita, el primer príncipe Zuko de la tierra de los volcanes.

- Mandare llamar a su majestad- dice el guardia mientras se inclina, da la vuelta y camina hasta la puerta-

Al moverse el corpulento guardia deja ver al joven de la segunda fila; parece menos fornido que los demás, sus labios son mas carnosos y sus ojos mas grandes que los de la mayoría. El maestro se le queda viendo detenidamente, Katara se esfuerza por mantener la vista al frente y la postura lo mas masculina posible, si la atrapan haciendo los labores de un hombre la castigaran severamente.

Maestro Paku – llama el primer guardia- ya puede pasar.

Paku deja al delgado guardia y entra a la reunión real.