Descargo de responsabilidad: Akatsuki no Yona pertenece a la maravillosa Kusanagi Mizuho.


FIGURAS EN LA NIEVE

Cuando la ventisca amainó, los rayos de sol se colaban entre las nubes, haciendo que los tejados de la ciudad de Kuuto resplandecieran reflejando la luz.

Cubierto por la nieve, todo parece nuevo e inocente. Ya no hay fuegos que llenen el aire de cenizas y los cadáveres de los que han muerto por la espada yacen en sus tumbas blancas.

Desde su balcón, Soo-Won cierra los ojos e intenta recordar cómo era todo antes. Antes de las mentiras, antes de las máscaras.

Y por un momento, extiende los brazos y sonríe. Como si volviera a ser aquel niño que jugaba con Hak y Yona, cuando la vida aún no había teñido sus almas de negro y rojo. Dibujando huellas efímeras de sí mismos sobre la nieve, hasta que el sol o la siguiente nevada borrara las señales de su existencia.

Soo-Won, rey de Kouka, no es más que una figura en la nieve.

Tras él, el estruendo de botas y espadas se acercaba.