Masoquista
Tenía los ojos vendados no podía ver absolutamente nada mis manos se encontraban atadas con unas esposas no podía soltarme mis pies no se movían ya que me había atado con una soga abriendo mis piernas de forma brusca en la cama...
Quién demonios estaba ahí…
Sentí unas manos recorrer mi cuerpo, sentí asco, empecé a gritar pero me sujeto del cabello, sus manos exploraban mi cuerpo bajando mi ropa interior, "maldición no podía ver".
No podía evitar jadear pero aun así me provocaba mucho dolor, era una molestia empezaba a dominarme tratando que que no diera un movimiento en falso y logara escapar, besaba mi senos de mujer como una bestia salvaje dominante para repugnante sentía su aliento en mi rostro y como rozaba su miembro contra mí.
Suéltame ya, maldito, déjame sabes quién soy imbécil Ranma Saotome, sea quien seas me la vas a pagar.
Sentí como me llego una cachetada y cuando escuché su voz
Si Ranma eso ya lo sabía.
No puede ser, no tú no puedes, sentí como sus manos tapaban mi boca lentamente destapaba la vista como lo imaginaba era el Ryoga ¿Por qué?
No podía hablar el miedo me consumía mire su rostro me aterraba me sentía indefenso impotente en esta forma de mujer.
Ryoga está broma ha ido demasiado lejos, te ha burlado es suficiente.
Sentí un cuchillo filoso en mi cuello haciéndome un ligero corte, estaba aterrado
-¿Qué haces? grite ya desesperado, y trate de forma bestial de zafarme de las esposas pero sus manos empezaron a estrangularme.
-no trates de escapar esto no es ninguna broma, te voy a joder.
¿Qué? ¿por favor no… no no lo haga…
Sentí la fuerte embestida su miembro erecto penetró en mi entrada con fiereza, solté lágrimas de dolor, la embestidas salvajes no se detenían sentía que morirá, escuchaba mis gritos y los golpes para que yo callara.
Trate de no gritar y me agarre a él por instinto lo abrase con fuerza mientras lloraba el no se detenía, el dolor se convirtió en un placer demasiado humillante.
Te está gustando perra, di mi nombre, di que te joda.
Ese día toda mi dignidad se fue a la mierda.
Ryoga, jodeme con tu gran polla onegai.
Continuara…