Originalmente no iba así, pero considero que será mejor que los capitulos vayan algo más largos.
Gracias por leer :D


Según los relatos de Sirius, Remus siempre había sido bueno con aquello de las Chicas; pero desde que yo lo conocía nunca lo había visto con una sola. Yo lo veía todos los días leyendo el periódico y tomando chocolate, así fueran las tres de la tarde o las seis de la mañana; por las tardes iba directo a su casa porque su casa era esa, Grimmauld Place #12, la base de operaciones de la Orden del Fénix. Nunca salía de casa a menos que fuera a alguna misión o que algún amigo de la orden lo invitara a salir.

Un día yo lo invité a tomar algo y aceptó. Insistió mucho en pagar, pero yo lo había invitado, por lo tanto pagué yo; lo tomó personal, Sirius lo comentó después y me arrepentí de haberlo hecho, así que le sugerí a Sirius que le sugiriera invitarme y así podría saldar su deuda.

Así que un buen jueves, después de la reunión; ya me preparaba para irme cuando se me acercó y me invitó, no un café, sino ir a cenar, por supuesto que asentí gustosa. Después de una cena agradable y cálida, me acompañó a casa y todavía charlamos en la puerta un poco más.

Dos días después mi espía secreto me comentó que Remus le había dicho lo bien que había pasado esa noche y que le gustaba compartir su tiempo conmigo, coincidí en todo con él. Por lo tanto busqué maneras sigilosas de acercarme a el con el apoyo de Sirius de por medio.

Después de unos meses, nuestra amistad se fue haciendo grande, tan fuerte llegó a ser nuestro lazo que nos quedábamos hasta altas horas en la casa, solíamos charlar de cosas irrelevantes como el clima o la "deliciosa" cena que Kreacher había preparado ese día.

Mis padres nunca habían estado tan molestos por tal situación y juraron que averiguaría la razón de mis retrasos y mí empeorada torpeza. Mientras tanto Remus se volvió mi único tema de conversación y no verlo se convirtió en una verdadera tortura. Desafortunadamente después de todo a Sirius no le pareció tan buena idea lo que sucedía y se empeñó seriamente en alejarnos; no dejaba que me sentara cerca de Remus en las reuniones, ni acercarme cada jueves para irnos a cenar como era ya la costumbre. Sirius me alejaba de él sin razón aparente.

Al tercer jueves interrumpido me interpuse en el camino de Sirius y exigí una explicación coherente. Él evito mi mirada y contestó con una voz monótona "porque se me da la gana", su respuesta hizo que me hirviera la sangre pero solo logró que me empeñara más en buscar la compañía de Remus.

De cualquier forma encontrábamos una manera de contactarnos; por las mañanas, o intercambiábamos lechuzas bastante tarde por la noche, siempre había algo que nos acercara. Sirius nos descubrió, y como si se tratara de un par de adolescente (en este caso tres, por que el también se comportaba como tal) fue a comunicárselo a mis padres. Mi ira hacia él aumentó considerablemente y una vez más fui, le planté cara y grité: "¿Qué demonios es lo que te empeña en molestarme de esa manera?" de nuevo me miró brevemente, desvió la mirada y sentenció con frialdad: "Haré lo que sea para impedir esto, a fin de cuentas, yo lo comencé, yo puedo terminarlo" Se levantó con tranquilidad y salió de la habitación.

El enojo surcó mis ojos, me desplomé en la silla donde había estado él, y comencé a llorar. Remus iba pasando por ahí y al escucharme, entró. Le expliqué lo que había sucedido, Sirius me trataba como una adolescente tonta y necia a lo que Remus respondió con incomodidad "bueno, él trata así a todas las personas" pero había algo en Remus que no era normal, empezaba a distanciarse por su cuenta, no había necesidad alguna de que Sirius lo arrastrara, me ponía ansiosa que lo hiciera, me daba miedo, no quería que se alejara de mí, así que seguí insistiendo y entre más me acercaba e insistía, más se alejaba de mí.

Hasta que sucedió eso.