Disclaimer: Harry Potter y sus personajes pertenecen a JK Rowling.
En este momento
Me sumerjo en aguas cálidas abrazado a ti. Embriagado en tu olor. Tus mechones rojizos ardiendo en mi piel blanca, blanca y fría como la nieve. Fundiéndose en tu calor. Y ya no supe si era noche o si era día. Cuando te vi. Movimiento repentino. Rostro vuelto. Remolino de ondas. Y mirándome. Esos ojos embriagadores sorprendidos, recelosos, ante la interrupción de tu profunda ensoñación. Qué mirabas, en qué divagaba tu mente, tan perdida, bañado tu rostro por la luna. ¡Ah! He así que era la luna la que observaba allá arriba en el cielo cuando entorpeciste mis sentidos. Noche es, en efecto, todavía, aunque ya el satélite se aproxima a su eclipse en el día. Y aquí te siento entre mis brazos.
Cual fantasma evanescente tu figura se alzaba entre las sombras de los árboles, tú en ese claro embalsamada por el brillo lunar. ¿Qué hacías, tú sola? ¿En qué te abstraías? Mis pasos se detuvieron al percatarme de tu presencia, en el instante en que tus pensamientos interrumpidos volaban lejos de ti al percibir que ya no estabas sola.
Y me viste. Y yo te miraba a ti. Ya atrapado en ese embrujo. Esperé que huyeras, lejos, como tu condición de aparición parecía augurar y como mi mente, presintiendo el peligro de tu cercanía, suplicaba en silencio. Pero en ese mismo silencio te mantuviste ahí, quieta, bajando y alzando al vista alternativamente, como inmersa en un extraño flujo de pensamientos rápidos y contradictorios.
Contradictorios como la emociones de mi propia lucha interna. Mi mente me pedía que me alejara de ti, que qué hacía ahí, ahí parado, mirándote de esa forma a ti. Sí, a ti,. Porque tú eres quien eres y, siendo tú, ¿cómo puedes haber despertado eso en mí? Eso que dormía en mi interior y no quería salir.
Entonces, teniéndote ahí, sólo a ti, para mi contemplación, mi resistencia no podía nada contra mi doloroso deseo de acercarme a ti. Y qué vi, ¿acaso te sonrojabas? Sé que tu rostro es puro, como el de un ángel, y tu ser desprende a su alrededor esa inocencia que te hace parecer tan frágil. Pero a la vez la vida late tan fuerte en ti. Ahora lo sé. Y entonces lo vi. En tus ojos y en tu rubor que no pudiste contener.
Ya no eras sólo ese ángel tan lejano y tan distinto a mí. ¿Descubriste tú también en ese momento, ese secreto deseo? Dentro de tus venas arde la sangre. Entonces, sólo entonces, me permití acercarme a ti. Y tú me mirabas. No con el recelo y el desprecio con los que habías aprendido a mirarme en la distancia. Sino con una intensidad, y un solo atisbo de duda y sobresalto debajo (¿Qué es lo que descubriste en tu interior? Creo poder afirmar que mi misma revelación), que sólo me atrajo más irremediablemente hacia ti, hasta que yo también fui bañado por esa luz fantasmal.
En ese momento pareciste asustarte un poco, mientras me observabas detenidamente, pero el momento pasó y, poco a poco, tú también te acercaste a mí. El tiempo se detuvo a la par que tal vez nuestros corazones, hasta que mis brazos, desplazándose como con estudiado cuidado, se acercaron a los tuyos, y mis manos en ellos, levemente aprisionándolos por debajo del codo, mientras me inclinaba hacia ese rostro tuyo adornado de pecas que antes siempre me desagradaron y que, sin embargo, en ese momento, no hacían sino embellecerlo.
Y tú cerraste tus ojos aceptándome, mientras nuestros labios se unían. Al instante me devolviste el beso, y mi sangre volvió a latir, más salvajemente que nunca, mientras nuestros corazones volvían palpitantes a la vida tras el momento de quietud. Y así siguieron latiendo mientras, sin pronunciar palabra, nuestras almas se acercaron como nunca habríamos imaginado, en esta pasión liberada.
Y aquí estoy, junto a ti, conscientes de eso que hemos dejado escapar de nuestro interior, esa revelación, esa terrible confirmación. Eso que después de esta noche ya no podremos volver a recluir en su rota prisión. Y pensando, abrazados el uno al otro, en cómo afrontar todo lo que esto implica, una vez el sol vuelva a aparecer en el horizonte.
Mientras, este momento es todo nuestro.
-fin-
N/A: A lo mejor hago un segundo cap desde el punto de vista de Ginny, no sé. Mientras, espero que os guste este momento.
