He editado mis errores y de nuevo muchas gracias por su paciencia...
Locura para dos
Parte 1: somos inusuales…
Por tercera vez en la semana el pelirrojo estaba en la misma situación. Atrapado en el armario de la limpieza con puerta gris, sí; El mismo armario que se encontraba a un lado del salón de química 1-C del segundo piso. A pesar que la escuela era grande esta sección del plantel estaba contigua al salón que utilizaba su grupo al final de ese día de clase.
Se burlaría de la persona que le hubiera dicho hace un mes que se encontraría así, en ese cuarto mal oliente y oscuro que apenas lo contenía a él solo. A escasas tres semanas de matricularse en la secundaria superior (preparatoria) en la ciudad de Tokio donde acababa de mudarse. Se escondía por su bien mental y tal vez físico, era la primera vez que necesitaba ocultarse, él nunca se escondía de nadie, no huía y mucho menos de una mujer… nunca.
-¡tsk!- murmuro irritado cuando una gota de "quien sabe qué demonios" le empezó a caer en la cabeza. Al oír unos pasos acelerados guardo silenció y miró por la ranura de la puerta a una muchacha con largo cabello rubio. Ella entro al salón que apenas hace pocos minutos fue desocupado por la clase del pelirrojo.
-¿Gaara?- pronunció en voz modulada y algo dulzona dicha jovencita -¡ooouummn!- se quejó infantilmente cruzando los brazos y dando un pisotón en el suelo. Estaba molesta. Al siguiente momento tomo su celular y marco un número.
- ¡Frente! Parece que después de todo sí las acompañaré al centro comercial –sentencio en un tono derrotado con algo de frustración – mientras era deslumbrada por los rayos del sol que daban en su rostro al quitarse la nube pasajera, guardo silencio un momento esperando respuesta y otra vez salto su enojo a la luz - ¡cállate frente de marquesina, lo voy a atrapar aunque sea lo último que haga ¿entiendes?- la muchacha se sonrojó después de decir esa frase, colgó y salió corriendo en dirección a las escaleras.
Después de un momento de espera finalmente se liberó a sí mismo de su prisión apestosa y comenzó a quejarse en murmullos-¡Rayos! mujer loca –casi escupió. Su irritación iba en aumento, la sensación que le causaba aquella "rubia loca" era otra cosa que nunca le había pasado en su vida. Recordó la primera vez que subió a la montaña rusa y casi vomita; la única diferencia era que estaba en tierra firme y le causaba apretar los dientes al prolongarse el palpitar de su corazón.
-detestable y asqueroso – dijo para sí, todo era culpa de esa acosadora –"rubia loca"-rememoró, mientras caminaba a los escalones con mochila en mano, que apenas hace dos días comenzó a seguirlo hablando sin detenerse, siguiéndolo a todas partes; el patio, el gimnasio, la cafetería, hasta el baño. ¡Demonios! ¿Qué mujer normal seguía a un hombre al baño sin mostrar rastros de timidez? Era bueno que sus clases eran separadas, seguramente la tendría todo el día pegada a su brazo –desquiciada –se corrigió a sí mismo en un murmullo rencoroso ya cuando llegaba al enrejado de la escuela. Y noto otra cosa nueva, a él hablando solo eso le paso hasta que se apareció esa mujer.
– ¡Perfecto!-El también parecía estar volviéndose loco.
Las calles y clima tranquilos le permitían analizar su situación con detenimiento al mismo tiempo que trataba de despejarse antes de llegar a casa de su tía abuela Chiyo. Se encontró un pequeño parque en una desviación para pensar que por primera vez en su vida él era asediado por una mujer, y a pesar de estar loca era bastante bonita, cosa que hacía más extraño su estado "inusual". Para casi todas las personas que se topaban en su camino resultaba ser intimidante, eso le había quedado muy claro al pelirrojo, ya que su aspecto se convirtió en parte de su rutina. Siempre despeinado con el cabello más largo en la frente para cubrir un pequeño tatuaje que decía amor, pálido y con ropa desgastada, su chaqueta favorita y un par de tennis algo toscos. Los profesores lo tachaban de delincuente hasta que veían sus notas elevadas. Nos los culpaba, pero tampoco podían culparlo a él.
°°°°Recuerdo°°°
El año que su madre murió fue un caos. Su padre entro en un estado de depresión y frustración continúa que hizo que todo el tiempo desquitase su ira con los tres; sus hermanos y su persona. Desesperados por los maltratos y la constante bipolaridad de su progenitor escaparon de casa, viviendo en las calles se separaron los tres hermanos y en ese tiempo no supieron uno de otro.
En cuanto a él, se unió a una padilla pequeña que le dio abrigo, alimento y donde dormir. Todos daban una parte de lo que habían conseguido al final del día para sostenerse mutuamente, nadie se cuestionaba como lo había conseguido cada quien, robar, extorsionar, mentir, tal vez comprar; todo servía. Gaara sabía que no era la mejor manera pero en ese tiempo fue lo único que tuvo, hasta que sus hermanos dieron con él y la noticia de la recuperación de su padre con ellos.
-"el ya mejoro Gaara, no volverá a lastimarnos"-fueron las palabras de Temari su hermana –"vuelve te extrañamos"
-No podía ser, ¿debía creer aquello? Me forme dos años con estos "niños abandonados" como yo, ¿si iba con ellos, que pasaría en adelante?-Pesaba en eso momentos el muchacho.
-"inténtalo hermano, el viejo está arrepentido y lleva un año visitando a un especialista"-Las palabras de Kankuro le volvieron a alentar. ¿Podrían ser de nuevo una familia, volver a estar juntos, sonreír, compartir?...
"Lo intentaré" – fue todo lo que dijo el muchachito de catorce años. Regreso a casa, ese lugar lleno de recuerdos dichoso cuando su madre vivía y desdichados causados por los padecimientos emocionales de su padre. Con temor entro acompañado por sus dos hermanos mayores y apenas una pequeña mochila sin nada más que una muda de ropa y algunas monedas.
Se había vuelto una sensación ajena, extraña; estar en su casa. Cuatro paredes con buenos acabados, amueblada cálidamente, ventanas sin rompimientos y grades por donde entraba el sol espléndidamente. El olor a comida perduraba en el ambiente, tanto tiempo falto de estas cosas…
Tardo en acoplarse a la vida en familia de nuevo, especialmente a la presencia de un padre apaciguado y que en vez de reclamos inexplicables daba su comprensión, era irreal. Parecido a las noches frías que despertó de una pesadilla para después tranquilizarse, por eso no lo creía. Despertó completamente de su pesadilla cuando su padre se dio cuenta del pequeño tatuaje que portaba en el lado izquierdo su frete. En el momento que alboroto el cabello de su hijo más pequeño al despedirse para ir a trabajar, algo en su piel llamo la atención del hombre y levanto su cabello con el pulgar. Ahí estaba un tatuaje que decía amor en "kanji". Gaara se sintió nervioso como no se sentía en años, porque aún era tomado dela cabeza por su padre y por volver a enfrentar la mirada fija y de frustración que portaba el ser que debía llamar papá y simplemente no podía. Cuando el muchacho vio que la otra mano de él se elevaba casi sentía los golpes venir y cerró los ojos como repuesta instintiva, pero los golpes nunca llegaron. Su padre lo tomo por los hombros para después abrazarlo fuertemente y llorar como un niño.
-"Perdón…perdón hijo"-para ese entonces con quince años el pelirrojo se recuperó del abandono, del rencor llorando juntos y correspondió el abrazo paternal. Contó que ese tatuaje lo caracterizaba en la padilla que se volvió su familia temporal, cada integrantes tenia uno con diferentes palabras, en los brazos, espalda, etc. El, al verse en un espejo pensaría en su madre y el amor que lo hizo soportar momentos muy difíciles. Hiroga, su padre, no pregunto más y tampoco le reclamo nada.
°°°Fin del Recuerdo°°°
Una melodía empezó a vibrar en su bolsillo al encontrarse sentado en uno de los columpios del aquel parque- ¿sí?...
-Hola, Gaara. Habla Naruto- su primo sonaba bastante animado, como siempre. Tal vez lo invitaría a algún lado…
-Te oigo –pregunto sin rodeos. Salir despejaba siempre la mente, especialmente las salidas con Naruto y los amigos.
-¡pareces materia dispuesta primo! –Gaara sonrió ante el comentario, podían ser parientes lejanos pero se llevaban muy bien, él fue un verdadero amigo– vamos a reunirnos en la plaza comercial, la que está a unos minutos de mi casa. ¡Pensamos hacer una excursión para salir de campamento!
-Ok, voy para allá, te veo en la tienda de música, Narubaaka –había encontrado la costumbre de molestar a su pariente muy divertida, al igual que Sasuke, otro de sus amigos.
-¡Oye imbes...i- cortando la llamada antes de que el rubio muchacho continuara con su irritación, se levantó para reunirse con el grupo , ya lo molestaría al llegar…
-¡he!-se escapó una pequeña carcajada de sus labios al recordar cómo conoció a Naruto, el mismo año que se reconcilió con su padre.
Él No Sabaku mayor había contactado con unos familiares que hace años no veía, los Namikaze y formularon una reunión familiar para navidad y año nuevo. Ese año nuevo hizo caso de la propuesta de Naruto; "vamos a molestar al viejo pervertido" había dicho su pariente con mirada maliciosa, ¿qué podía perder? Además faltaban tres horas para el las doce y se estaba aburriendo… para el final del año fueron perseguidos por los perros doberman de la vecina, que era espiada por Yiraiya "el pervertido" , al mismo tiempo revelaron el escondite donde "colectaba información" dicho hombre , según para escribir sus "interesantes novelas". En su huida vieron a aquel individuo siendo golpeado con violencia por una mujer muy aterradora y fuerte. Después de ser perseguidos cinco calles llegaron jadeantes a comer pay de manzana y ponche, así que todo el resto de la velada ellos rieron divertidos en medio de su familia que los veía con rareza. Estaban agradecidos de no haber sido atrapados también por aquella asesina.
-las mujeres son aterradoras- simulo un escalofrió abrasándose recordando a la rubia. Finalmente divisaba a Naruto y Sasuke…
Bueno me gustaría saber que opinan sinceramete ya que cada día trato de mejorar...
Muchos saludos a tod s
