HOLIS c: ¿Qué onda? Pues, esta historia tiene meses en mi computadora y me animé por fin a publicarla.

Es una historia de 2 capítulos, que prometo publicar MUY PRONTO. Planeo terminarla el día de hoy.

Disclaimer applied.

Aclaraciones:

-Red colored dream- Diálogos.

-Red colored dream- llamadas por teléfono.


Red colored dream

.

.

.

Quizá no hubiera sido tan raro todo esto, quizá si la hubiera conocido un par de años después no habría problema.

¿Pero de qué maldita situación estamos hablando? ¿Problema con qué? ¿Años después? ¿Qué demonios?

Bueno, explicaremos todo esto con calma.

Él: Sasori, pelirrojo, ojos miel, cara de ángel, lampiño, hermoso.

Ella: Sakura, pelirrosa, ojos verdes, cara de ángel, hermosa.

Uno cuando los ve en la calle, no piensa que hay algo raro en ellos, es más, incluso parecen hermanos. No se piensa nada raro hasta que se les ve besuqueándose en cada rincón. Incluso es algo un poco normal que lo hagan, no hay ningún problema con eso, pero los que lo conocen a él, saben que hay un problema.

Ese cara de ángel es el mismísimo demonio. Su cabellera rojo color fuego habla más de él de lo que él mismo podría describir. Sus ojos adormecidos y hermosos color miel esconden un monstruo. Uno muy bello.

Ella es una chica bastante lista. Sobresale de muchos alumnos de una de las mejores preparatorias de Tokio. Ella es la número uno en toda esa preparatoria. Su cabello rosa agarrado en una coleta alta, sus ojos verdes escondidos detrás de unos lentes con marco muy grueso, su pálida piel y su debilucha y escuálida figura te dicen que ella es una niña, una de a lo más 13 años. Pero están todos equivocados. Ella es una señorita de 15 años de edad, bastante importante en la comunidad de alumnos, pero muy antisocial. Aun así, ella posee novio.

Muchos creerían que eso es una mentira, después de todo es muy centrada en los estudios y parece que se esfuerza en vestirse mal. La falda es bastante larga, baja unos 10 centímetros de sus rodillas, unas botas Dr. Martens negras, calcetas que apenas se ven y la camisa que usa es bastante suelta. Hay rumores de lo más pervertidos de que ella tiene unos increíbles senos y piernas hermosas, pero son sólo rumores, nadie la ha visto sin el uniforme escolar. A ella sólo le importa el chico de sus sueños.

Ambos disfrutan del metal, ambos tocan instrumentos musicales, ambos leen cómics, ambos devoran libros, ambos aman a Edgar Allan Poe, ambos aman el arte y ambos hacen esculturas. Cuando se conocieron, fue realmente algo incómodo para ella. Ella iba clavada leyendo una nueva adquisición del género que ella más adora (el terror) y al girar en la esquina quedándole ya sólo 3 cuadras para llegar a su casa, sintió como un cuerpo chocaba contra el de ella con una fuerza impresionante. Ella sólo cerró los ojos fuertemente y cuando recibió el impacto fuerte del pavimento en su espalda, sintió un peso extra sobre ella. Abrió los ojos ante la necesidad de respirar y miró lo que tenía sobre ella. Espero todo menos eso, espero incluso a un chico, pero tenía un san Bernardo sobre ella, comenzó a reírse un poco y el perro acarició con su áspera lengua la mejilla semi sonrosada. Escuchó un gran alboroto venir, o más bien los gritos armoniosos de un chico.

-¡Taiyou!- se detuvo porque estaba detrás de él.

-Sasori-danna me matará si sabe que te perdí de vista, un.- Se rió un poco y luego vio algo moverse bajo el gran animal.

-¿Nani? ¿Hay alguien debajo de Taiyou?- Preguntó con horror, Taiyou había matado a alguien.

-Ha-hai.- La pelirrosa agitó los brazos para que la ayudaran a salir de abajo del can. Este sólo respiró aliviado y empujó al perro para levantar a la joven que estaba ahí.

-Disculpa, Kawaii ko, este animal es una bestia.- Le tendió la mano con una sonrisa. Ella se sonrojó hasta la médula y tomó su mano un poco temblorosa. La levantó y le iba a pasar el libro que estaba ahí tirado, pero se quedó mirándolo.

-Este libro lo he visto antes, seguro danna lo tiene… ¿Dónde conseguist-

-¡Deidara! ¿Qué te dije de lo de hacerme esperar?- Miró al rubio frente a una niñita.

-Es que Taiyou se abalanzó sobre kawaii ko-

Sasori miró a la niña que estaba de frente a Deidara, y supo que se burlaba de ella, a lo que bufó y miró al chico, vio en sus manos algo que le llamó la atención de inmediato.

-¿H.P Lovecraft?- comentó despacio, casi en un susurro.

-Hai. E-es de mis favoritos.- La chica se acomodó los anteojos y se sacudió la falda.

-¿Sasori-danna?

-Cállate, Deidara. Después de todo Taiyou la golpeó. Lo mínimo que puedo hacer es comprarle unos dulces. – Deidara entendió eso como un "Vete de inmediato al carro, no quiero que hagas más desastres" y abandonó el lugar jalando a Taiyou.

-Iee, no puedo aceptarle eso. Tendríamos que caminar hasta la dulcería si ese fuera el caso- El pelirrojo la miró y meditó por unos segundos. Ella tenía razón.

-Te invitaría un café, pero eres muy pequeña y dudo que te dejen tomarlo.- Sasori estaba dispuesto a girarse para irse, pero miró a la niña hacer un puchero.

-No soy pequeña. Adoro el café.- Ella sacó su credencial de estudiante y le mostró su edad. 15 años. Los había cumplido el 28 de marzo. Él abrió sus ojos y su boca hizo una perfecta "o". Ella sonrió de satisfacción y se dispuso a guardarla.

-Bueno, entonces, debido a las condiciones anteriores, te invitaré un café- Se dispuso a adentrarse a la pequeña cafetería que estaba junto a ellos.

Sasori miró a la chica que evaluaba el menú de cafés. Ella parecía que escogería un gran tarro de leche con chocolate, por lo que pensó que pagaría más de lo que él ofreció, pero se sorprendió cuando la niña pidió el expreso cortado con leche, ella era muy diferente a las chicas de su edad. Él pidió un americano con azúcar y fueron a sentarse en una de las mesas vacías que ofrecía el pequeño espacio. Al parecer era muy exclusivo.

-Me soprende que uno de tus favoritos sea Lovecraft.- Comentó el pelirrojo de manera profesional.

-Sí, bueno, es como que la mayoría de chicas de mi edad adoran a Stephanie Meyer. –

-Eso es verdad… ¿Cuál es tu favorito?-

-Poe, adoro su narración, adoro sus escenas… Creo que lo amo- Comentó la chica con un tono soñador.

-Ese es mi favorito, también.- El camarero apuesto puso las bebidas sobre la mesa y le guiñó el ojo a él, Sasori pestañeó aterrado.

-E-eso… Fue lo que yo vi?- Comentó Sakura con el café entre sus manos.

-¿Cómo es que te llamas?- Contentó de forma apresurada.

-Sakura Haruno, ¿Cómo se llama usted? – Preguntó Sakura, la edad de él parecía de unos 20 años, así que se mordió la lengua al terminar de preguntar.

-Akatsuna Sasori- Extendió su mano y ella la tomó.

Después de eso, las horas pasaron bastante rápido, entre pláticas sobre sus gustos, sus pasiones. Ella quería estudiar arte, e igual le gustaba hacer esculturas de madera, como a él. Nunca había conocido a una chica con la cual tuviera tantas similitudes. Él insistió en acompañarla hasta su casa, porque era un poco tarde y pues, ella era pequeña. Ella se negó muchas veces, pero luego se rindió ante esa petición, ya que él era muy obstinado. Cuando llegaron a su casa, ella le extendió un papel que contenía su número. Lo aceptó.

Ese fue el camino hacia su misma perdición. Pasaron varios días en los que no le llamó, ella estaba destrozada, pero nadie lo sabía. Naruto lo notaba un poco, pero no lo sabía. Naruto era su mejor amigo, su admirador, su protector. Él era el guitarrista de la banda en la que ella estaba. Sasuke era el bajista, Sai era el cantante y ella la baterista. Su banda aún no salía de la cochera pero aun así, ella estaba muy orgullosa de como tocaban. Su mamá le había comentado que lo hacían bien para ser ruido, ella tenía buen gusto musical después de todo. Tocaban Metal y hacían covers a bandas como Megadeth y Metallica. Estaban esperándola en su casa. Miró a los chicos y estaba un poco furiosa, así que corrió dentro de su casa y se colocó un short que le llegaba a la rodilla color verde y una camiseta de color negra muy holgada, seguramente era de alguno de ellos, pero no le importó, se dejó sus Dr. Martens que tanto le habían costado y bajó al fin, sintió la ronca voz de Sai cantar un poco y después, ella se sentó en su lugar para golpear sus palillos en forma de cuenta. Al terminar la canción, escuchó el ring de su celular, ella corrió hacia él y miró que era un número desconocido, se alegró y contestó. Los chicos la miraron extrañados, ¿Qué diablos le pasaba? Ella no era así. Sasuke chasqueó con la lengua y se dispuso a jugar con el bajo esperando a la vaga baterista.

Ella escuchó su calmada voz detrás del teléfono y quiso llorar de la felicidad. La había llamado por fin, el guapo muchacho de mismos gustos que ella, él la invitó a tomar café e ir a un concierto al cual ya tenía planeado ir, de todos modos, así que aceptó. El concierto sería el viernes. Colgó la llamada y corrió a donde su batería para descargar la emoción que sentía.

En lo que respecta a Sasori, no la había llamado por una simple razón: Él era 20 años mayor que la chiquilla. Al parecer no lo había notado, pero aun así no deseaba mentirle, pero sabía que ella lo mandaría al carajo al instante. Ella seguro pensaba que tenía 20 años, no que era 20 años mayor. Joder, la había encontrado demasiado pronto. Había estado platicándolo con Deidara y este lo animaba para que hiciera lo que quería, realmente, le tenía miedo a ella. Pero lo hecho, hecho estaba. Ahora sólo quedaba que fuera viernes.

Los días pasaron como una llanta que se mueve con el soplido de alguien (extremadamente lentos) y eran aproximadamente las 3 de la tarde, ella estaría en camino de su casa y él, bueno, él sólo esperaba por que sus dedos decidieran presionar el botón verde de llamada. ¿Cómo demonios podía parecerle así de difícil? En un arranque de locura, lo hizo. El teléfono timbró sólo una vez para escuchar la aniñada voz de la joven pelirrosa.

-¿Moshi moshi?-

-Quería saber sí... Este, saldríamos.- Estaba un poco nervioso.

-Oh, claro que sí. ¿Cómo nos veremos?- Sasori estaba seguro de que ella había sonreído.

-Puedo pasar por ti...- Él se rascó la mejilla con el dedo, y Deidara lo miró. Sí, él estaba nervioso.

-Pues, suena excelente. ¿Te parece bien a las 5?- Propuso la chica.

-Está bien, primero el café y después el concierto. Nos vemos a las 5.- La chica soltó una sonrisita y colgó inmediatamente. Sasori suspiró y miró el reloj. Eran las 3:10 de la tarde. Sería una kilométrica espera.


So, reviews?