Disclaimer: Todos los personajes y nombres que puedan resultarte conocidos son propiedad de J.K. Rowling.
Capítulo 1: Noticias nuevas, lazos rotos.
Hermione se despertó sobresaltada. ¡Dios santo, lo mataría! No podía dormir si en el piso inferior Harry cantaba, eran solo las nueve de la mañana. Recién ahí se dio cuenta, ¿Harry cantando? Bajó rápidamente a la cocina de la madriguera, y ahí lo encontró. Harry se movía de un lado a otro de la habitación canturreando un tema de las brujas de Macbeth mientras en una esquina Ginny se contenía las carcajadas al verlo.
Se acerco a su amiga y la sacó del trance dándole un pequeño golpe en el hombro.
-¿qué diablos sucede Ginny? ¿Qué hechizo has usado con él? Sabes bien que no puedes usar un Imperius solo por diversión! Harry no es una marioneta.
-Tranquila Hermione, tenía una noticia para él y como no sabía cómo decírsela, le coloque algo de felix felicis en el desayuno y luego de decirle que estoy embarazada y que Ron vendría mañana se puso a cantar, creo que realmente está feliz. Fuera de lo que produce la poción, claro- Contestó tranquilamente Ginny, como quien no está hablando en serio.
-¿Felix felicis? Es muy difícil de preparar seguro utilizaste el libro de Snape…- de repente lo notó, esa mañana estaba muy despistada- ¡Ginny estas embarazada! ¡Por Merlín, darle la poción a Harry fue perfecto!- gritó abalanzándose a abrazarla.
-Perdóname, es una gran sorpresa Hermione, pero en realidad la primera en saberlo fue Luna,-comentó la pelirroja mientras alejaba objetos de valor del paso de Harry el cual ahora danzaba simpáticamente, rompiendo todo lo que chocaba en su baile- Según ella, lo descubrió por que unos duendecillos se lo dijeron en sueños, pero estoy segura que me oyó hablando con Ron.
Ante el nombre de Ron, Hermione tomó asiento, llevaba semanas sin saber nada de él, toda la familia Weasley, a excepción de Ginny, se había ido de vacaciones Rumania y aunque Ron no lo dijera, solo había aceptado ir porque estaba enfadado con ella.
– Y ayer hable con Ron…- continuó Ginny sacándola de sus pensamientos- necesitaba saber cómo decírselo a Harry, tenía miedo de que se escondiera bajo su capa de invisibilidad por un buen tiempo. Ya sabes, Harry puede ser el mejor novio del mundo y hace dos años que estamos juntos, pero esto es algo inesperado, no sabía qué hacer. Mi hermano por su parte, me grito durante varias horas y luego de amenazar con que si Harry no se hacía cargo él mismo le haría un Crucio, me propuso lo de la poción.
-Fue una buena idea- reconoció Hermione apartando su indomable cabello que caía sobre su rostro mientras se ponía de pie rápidamente, ya que de repente no se sentía nada bien.- Yo por mi parte te felicito, y sabes que cuentas conmigo para todo pero, si no te molesta, ahora preferiría ir a darme una ducha, me has dejado en estado de shock.
-Está bien Hermione, luego te contaré el resto, ahora voy a llevar a Harry afuera, olvidé desgnomizar el jardín, y tal vez con su euforia sea más fácil -respondió tomando a su novio por los hombros, el cual se agacho a besar su vientre y salió tras ella con cara de embobado.
Hermione estaba cerca de las escaleras cuando escuchó a Ginny gritarle que había una carta para ella sobre la mesa. La tomó y se alejo lentamente reconociendo de inmediato el color del sobre. Tiempo atrás, un sobre verde podía ser para ella un motivo de felicidad ahora era solo culpa y recuerdos de un momento mejor.
Subió lentamente a su habitación, la de los mellizos en realidad, y abrió el sello. Solo había una pequeña nota dentro:
"Hermione, seguro ya te has enterado la noticia de Ginny, voy a estrangular a Harry cuando lo vea. Te escribo porque mi madre me pidió que recordaras que debes comprar polvos Flú lo antes posible, te ha dejado unos knuts bajo la recordadora. Aunque nosotros volvamos mañana sabes cómo se pone si no se hace lo que nos pide. Por cierto, una última cosa: se que no te he hablado en mucho tiempo, pero cuando llegue quiero que tengamos la conversación que nos debemos, quiero saber que sucedió, no seguiré esperando y no acepto excusas"
Ron-
Unas enormes lágrimas cayeron sobre las últimas palabras. Ahí estaba, ese era el fin de todo. Ron quería saber, pero Hermione solo sentía miedo. Debería reconocer el porqué de haberlo abandonado, de por qué no respondió sus cartas. Tal vez pudiese intentarlo, pero Ron solo tenía la variedad de emociones de una cucharita de té. El nunca entendería como ella, su amor, había desaparecido por unos fríos ojos grises y un hermoso cabello platinado.
