El silencio que había en la Mansión Malfoy era sepulcral, las cortinas estaban cerradas en toda la enorme mansión, en la biblioteca solo se escuchaba el sonido de una pluma bailar encima de unos pergaminos y el crujir de la madera quemándose en la chimenea.
De pronto el sonoro ruido de unos tacos caminando por el pasillo de mármol se hizo presente, caminando de prisa pero sin llegar a correr, se escuchó hasta encontrarse con la enorme puerta de roble que dividía el pasillo con la biblioteca.
Y la gran puerta se abrió, y ahí, luciendo un traje de dos piezas, elegante como siempre, entró Astoria Malfoy, de apellido de soltera Greengrass.
Esto parece una tumba – comentó entrando al gran salón, pasando por alto el hombre que se encontraba sentado, y con un movimiento de varita todas las cortinas se levantaron, dejando entrar la luz del día, que si bien estaba nublado al menos ahora había luz en esa habitación de aspecto tan tétrico
- Sabes que me gusta trabajar con las cortinas cerradas, Astoria
- Sabes que soy un vampiro alérgico al sol, Astoria – imitó la mujer de pelo castaño oscuro poniendo las manos en sus caderas para después soltar un bufido – desde cuándo que no sales al mundo humano Draco Malfoy? –
- No lo sé – dejó la pluma en el tintero y la observó – Hace cuanto que Scorpius se fue a Hogwarts? – preguntó riendo
- Idiota – rió ligeramente Astoria acercándose a la chimenea y comenzando a calentar sus manos – Leíste la última carta que nos envió? La está pasando muy bien parece – sonrió sinceramente
- Así leí – comentó con una sonrisa el rubio mientras se levantaba y se servía un poco de whiskey de fuego – gustas?
- Sabes que ya no bebo –
- Preguntaba por cortesía – bebió un sorbo
- Tiene amigos … - recordó Astoria con un brillo en sus ojos – varios amigos
- Si, es maravilloso –
- Y no te molestó …ya sabes – comenzó a enredar sus dedos por su cabello – sus amistades?
- No – se apresuró a contestar el rubio mientras se acercaba al gran ventanal – quien iba a imaginar que un Malfoy fraternizara con alumnos de otras casas
- Pues yo si – Astoria se acercó al lado de Draco y apoyó su cabeza en el hombro del rubio – se parece mucho a ti
- Ja – rió amargamente – no … gracias a Merlín
- Sí, claro que si – repitió Astoria – solo que él no tiene los miedos que tu tuviste cuando entraste a Hogwarts
- Salud por eso – y de un trago se bebió lo que quedaba de whiskey de fuego, sin apartar la vista de su enorme jardín, observando cómo las nubes se ponían cada vez más grises, indicando una pronta lluvia – Un Malfoy de amigo con un Potter – sonrió
- Y no olvides a la chica Weasley – recordó Astoria y observó la reacción de su marido – y no es cualquier Weasley
- Weasley Granger – completó el rubio
- Así es – Astoria se acercó al escritorio de su marido y comenzó a ver los papeles – Scorpius la adora
- Espero que ella no sea como su padre – comentó Draco-
- De Weasley solo el apellido pareciera – se sentó en el escritorio y se cruzó de brazos –
El rubio se acercó para poder servirse otro trago
- Oh no – pero antes de que pudiese servir otro poco su mujer ya le había arrebatado la botella – vamos a hablar
- Gracioso – rió sin gracia el rubio, mientras encendía un cigarrillo – pensé que eso estábamos haciendo
- Sabes exactamente por qué estoy aquí Draco Malfoy
- Por qué eres mi esposa? – comentó de forma sarcástica mientras aspiraba un poco de su cigarrillo
- No me hagas reír – dejando la botella donde estaba se acercó al rubio – sé que leíste el diario, no has salido de este cuchitril desde que salió la noticia
- Hey – se apresuró a contestar el rubio – no es mi culpa que pueda trabajar desde mi casa –
- No estoy para tus malos chistes, Draco – se cruzó de brazos – vine porque me preocupas – de pronto la esbelta mujer suavizo su mirada y acercó su mano a la mejilla del rubio dándole una suave caricia – deberías hacerle caso a tu corazón por una vez
- Mi corazón – rió amargamente – esas son cursilerías
- Pues yo lo hice – le recordó Astoria – y fue gracias a ti – recordó con una sonrisa – Draco ... eres mi mejor amigo, te debo tanto, hiciste tanto por mi y ahora es mi turno de devolverte el favor
- No seas tonta Astoria – se giró para poder ordenar sus pergaminos – Tu y el se aman, se han amado desde hace años - cerró los ojos por un momento recordando su vida - yo por el contrario ... ella ... nosotros jamás nada, ni cerca de algo
- Como lo sabes? estás en su mente acaso?
- Nadie saldría con la persona que la molestó toda su vida escolar -
- No lo sabrás si no lo intentas - levantó los hombros - te disculpaste con ella hace años, el primer paso ya está dado - aseguró seria - Mírame cuando te hablo, Draco Malfoy– una fuerte pisada hizo eco en la habitación – estás siendo un cobarde
- Un Malfoy cobarde, wow, algo jamás antes visto – comentó irónicamente el rubio
- Draco – lo llamó acercándose a el – recuerdas cuando dijiste que hiciera lo que mi corazón me pidiera , y lo hice, gracias a ti ,por tus palabras, por tu apoyo, por tus consejos
- A qué quieres llegar con todo esto?
- A que deberías seguir tus propios consejos
- No sé a qué te refieres
- Si lo sabes, imbécil – comenzó a fruncir nuevamente el seño – si quieres estar aquí hasta que Granger encuentre a alguien más es cosa tuya – escupió amargamente Astoria alisando sus ropas –
- Yo … no
- No qué? Me vas a decir que no estás interesado en ella, que ya no la amas
- Sabes que eso no es cierto – se apresuró a responder el rubio, sus manos temblaban y su mirada se volvió vidriosa
- No es cierto? – Astoria enarcó ceja – pues no lo parece fíjate
- No me importa lo que parezca – desvió su mirada
- Quien eres? – la mujer se acercó al rubio y lo tomó de las solapas de su chaqueta – Quien eres y que hiciste con Draco Malfoy?! Qué pasó con el Draco que lo que quería lo obtenía, qué pasó con el Draco que no dudaba en realizar sus acciones – cada vez estaba más enojada -
-Parece que murió – respondió con una triste sonrisa.
Y en ese momento lo único que se escuchó fue el sonido de una cachetada, el rubio ni se inmutó
- No me hagas perder mi tiempo – Astoria se giró y comenzó a caminar a la puerta – vine porque me importas, porque te quiero, porque sé que TU la quieres a ella – vio como el rubio iba a responder algo pero con una señal de su mano la ojiazul lo hizo callar – si eres una pequeña parte del Draco que conocí, saldrás de esta asquerosa prisión que te autoimpuso tu cobardía e iras y la invitaras a cenar – se cruzó de brazos y lo observó directo a los ojos –
- Y si ella no …
- Shht – se apresuró a casi gritar – y no me vengas con esas mierdas de Y si no le gustó, y si no me quiere hablar y si esto y si lo otro, y si nada, si yo pude, tu también – sonrió ya más calmada – a todo esto – recordó – te enviaré los papeles del divorcio
El rubio sonrió – los firmaré con gusto
- Al fin me quitaré este cochino apellido – bromeo la mujer –
- Y yo volveré a estar en los solteros más codiciados –
- Nunca cambiarás Draco – sonrió apoyándose en el marco de la puerta – debo irme, ya le dije a Habbo que te preparara la cena y abriera las cortinas – el rubio sonrió – tengo una cita –
- Vaya … no pierdes el tiempo – bromeó divertido el rubio
- Mucho tiempo contigo – rió de vuelta –no te puedo obligar a nada pero piensa en lo que te dije, Draco, escuché un dicho Muggle "El que no arriesga no cruza el río" piénsalo, solo eso – volvió a dedicarle una sonrisa – si me necesitas sabes dónde encontrarme, nos vemos – y sin más la mujer desapareció
Y ahí se encontraba Draco Malfoy, solo con sus pensamientos.
Astoria tenía razón, no podía estar escondiéndose de sus demonios toda la vida, de hecho, parecía que la vida había dejado de ser una perra con él y le acababa de abrir una puerta, una posibilidad, Hermione Granger, su amor de toda la vida, soltera – dirigió su mirada al ejemplar del Profeta que había salido días atrás donde detallaba el fin del matrimonio Weasley-Granger bajo buenos términos – Ella estaba soltera y el bueno, era como si lo estuviera también, cuando se casó con Astoria fue por compromiso, estaban los dos de acuerdo con eso, se hicieron amigos y cómplices, pero más que eso nunca lograron amarse como pareja, tuvieron a Scorpius que fue y era la felicidad de ambos, pero lamentablemente el no significo que ellos pudiesen consolidar su relación como pareja, lo intentaron, por Merlín que sí, pero los corazones de ambos tenían dueño desde mucho tiempo atrás, Astoria tenía el placer de ser correspondida, pero el no, aunque nunca lo confesó claro. Cuando Scorpius cumplió 5 años terminaron, y "terminaron" puesto que vivían juntos pero ya no había vida en pareja, Scorpius estuvo al tanto desde un principio, sabía que sus padres no estaban juntos pero también sabía que la relación de ambos era cordial y que lo amaban mucho, eso lo hacía más que feliz.
Y ahora que él se había marchado a Hogwarts, Astoria se había ido a vivir con su novio, con el amor de su vida, Justin Finch-Fletchley, un nacido de Muggle que había sido parte de la casa Hufflepuff, habían sido novios en secreto el tiempo que estuvieron en Hogwarts y años después se reencontraron y desde que lo hicieron no pudieron separarse, estos meses desde que Scorpius se había ido a Hogwarts Astoria se mudó con Justin y ahora vivían en el Londres Muggle, tranquilos, felices. Hace años que los papeles de su divorcio estaban listos así que no le sorprendió para nada que Astoria le pidiera la firma. Astoria … quizás debía seguir sus consejos, quizás si debía salir del letargo en que estaba, salir y vivir, salir y pedirle una cita a Hermione Granger. Había pasado tanto tiempo, pro el sentimiento seguía intacto por la castaña, el tiempo lo curaba todo, estaba seguro de eso, todo menos el amor que aun profesaba por Hermione Granger, y ahora era SU momento.
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Chan chan! y así comienza este nuevo fic que espero les guste :)
