Souvenir de Tortuga

James Norrington no es un hombre de los que lloran, no. Ni de los que se rinden. Rendirse no es lo mismo que esperar a tener una mejor oportunidad. O eso pensaba el.

En su estado, las cosas no le podían ir a peor. O mejoraban o se quedaban igual. Por eso el esperaba, paciente. Solo que… se le fue de las manos…

"Sin duda, me merezco hasta donde me llevo el destino. No he opuesto fuerzas antes los valores que he tenido que dejar en el camino. Me lo tengo merecido. Pero, no son solo valores. Mi vida, destruida, era antes como mi perfecto e impoluto uniforme, y ahora, rasgado, sucio y desgastado. Así me siento. No solo por fuera, sino también por dentro. Encontrándome en la mas honda de las miserias, conviviendo con lo mas despreciable de la sociedad y tragando y respirando ron, ron y mas ron día y noche hasta vomitar.

¿Como he podido llegar yo a esta situación? Claro que lo se, y como he dicho, he aceptado este castigo. No puedo permitirme dos veces el mismo error. Pero, a decir verdad, si pago… no es por cuestión meramente de honor., pues ya decidí tragarme todo eso cuando esto empezó. En realidad lo hago… por ella. Mejor dicho. Si soporto este castigo, si renuncio a todo lo que tuve y no pongo remedio a mi despectiva nueva vida, es porque no me atrevía a mirarla a ella a los ojos. Con ojos de derrota, no solo por no haber capturado al pirata, sino por no tenerla a ella. Acepte como un caballero lo que ella deseaba y la deje ir, al igual que al pirata.

¡Cuan estupido fui!

Por eso ahora espero paciente, mi oportunidad… Aun así, no me siento orgulloso de andar borracho dia y noche por las calles de Tortuga. Los piratas se rien de mi y me llaman loco. Creen que espero constantemente que mi barco vuelva, pero el no volverá… se hundió en las profundidades… Ahi, junto con el, mi antigua vida, mi orgullo… y mi mejor amigo Andrew. Eso fue tan insoportable como todo lo demás. Ver como la vida de el se me escapo entre mis manos y no pude hacer nada. Como yo le conduje hasta su muerte. Eso termino de destrozarme. Y no, no podía volver a Port Royal con el Interceptor, Gillette y una misión en el fondo del mar. Todo para nada.

Entonces dimití. Decidí tomar ejemplo de la gente de aquí y tomarme la ley por mi mano. Ahora si me lo pagarían. Y esperare, esperare a que el aparezca…

¿Obsesionado, yo? Bah. Estupido e inocente es lo que fui. Y, ¿Por que a mi no se me puede dar también la oportunidad de tomar hasta caer reventado, pelear por pelear y robar? En un tiempo yo tenia que dar ejemplo, hacer que esto no sucediera y sin embargo… ¿Que dirían si me vieran? Que soy un pirata… ¡No, eso nunca! Vivo en condiciones despreciables, pero nunca seré uno de ellos. Ni siquiera me relaciono aqui, ni lo intento. Y si ya, a estas alturas, no estoy loco de atar o no me he pegado un tiro es, y vuelvo a donde siempre por ella… Si, lo se. Nadie nunca me podrá quitar el cartel de estupido e ingenuo que tengo en la frente… en la frente y en mi corazón.

Pero, ¿Que vio ella en el herrero? Se que es un pirata como cualquier otro, seguro. ¡Yo le salve la vida, dos veces! El me la debe, y en cambio, me quita a mi prometida y se alía con el pirata. La vida me ha sido cruel, y ahora espero en el infierno…

…. Solo rezo, todas las noches, que mi ángel vuelva… y que no vuelva a romper muchas sillas en mi próxima pelea…"

Dedicado a todo el foro, el cual nunca dejare y a mi heroniño que me ha proporcionado los puntos suspensivos de este relatoo!