Aclaro que Fate es propiedad de Type Moon y el Dios del Nasuverse, Kinoko Nasu (nada de Copyright), así que sin más demora, disfruten.

En su corta vida, Emiya Shirou nunca creyó que iba a enfrentarse a un oponente de tal fuerza, era literalmente inhumano, apenas podía leer sus movimientos y bloquear los intentos que hacía para asesinarlo, con un simple póster metálico reforzado hacia lo que podía para mantenerse con vida, su oponente, un hombre alto de pelo azul con ropa del mismo color, parecía disfrutar de su enfrentamiento con el muchacho, su mirada expresaba una risa de satisfacción y malicia parecida a la de un niño molestando a su hermanito menor, por más que el hermanito ponía resistencia e intentaba pelear, el hermano mayor se regocijaba de ver los intentos fallidos de su hermano y la frustración e impotencia que esto le causaba.

-Eres bueno muchacho, tengo que admitirlo, has sido capaz de resistir más de lo que tu cuerpo aparenta que puede, pero es una lastima, ya no me queda tiempo para jugar contigo, mi Máster me dió la orden estricta de volver, así que es hora de darte la muerte que hemos estado posponiendo- apenas el Lancero termina de hablar, detiene sus embestidas con la lanza, en vez de eso, le da una patada al pelirrojo en el abdomen, lanzándolo de la sala de la mansión hasta el patio, rompiendo la puerta corrediza de manera que separaba estos dos sitios.

-Apártate de mi Onii-chan, monstruo!- la voz proviene de la sala de la cual fue expulsado con un patada el pelirrojo.

-Miyu, alejate, sal de la casa rápido!, no es seguro-

Pero la niña pelinegra de once años hizo caso omiso y se le abalanzó al hombre de azul, reteniendolo con un abrazo mientras intentaba que no avanzará hacia su hermano, intento fallido, claro está.

-No te entrometas niña, no me obligues a tener que matar a una niña indefensa- dijo el Lancero azul mientras la miraba con sus ojos rojos, mostrando rabia y a la vez indiferencia hacia la niña, su amenaza no era broma, si el quisiera matar a la niña, ya lo hubiera hecho.

Miyu lo único que pudo hacer es temblar ante la mirada penetrante del lancero, y rogar de que le halla ganado tiempo suficiente a su hermano para poder huir, porque aunque él le halla dicho que huyera, ambos eran un par de hermanos necios, que se sacrificarian el uno por el otro si la situación así lo dispusiera.

De repente, una flecha se dirige directo hacia el cráneo del lancero, la cual el bloquea sin siquiera quitarle la mirada a la niña. Otras dos flechas se dirigen a su mismo objetivo de una manera rápida y certera, pero el lancero vuelve a bloquearlas, esta vez volviendo a postrar su mirada en el joven.

- Ohh, primero haces que ese papel insignificante sea igual de fuerte al acero, y ahora haces aparecer un arco y varias flechas de la nada?, definitivamente pareciera que es por arte de magia joven-.

Su comentario sarcástico contenía una verdad que era oculta para la mayoría de personas en el mundo, en realidad, sí había sido por arte de magia.

El lancero golpea a la niña con su brazo izquierdo en la cara, mandandola hacia la pared dejándola inconsciente, sin perder el tiempo, de un salto cubre la distancia de la sala hasta el patio, el joven, sin siquiera poder seguir sus movimientos con la mirada esta vez, vuelve a recibir una patada del lancero, esta vez mandandolo hasta el cobertizo que estaba a unos quince metros de su anterior ubicación.

El joven, con posibles múltiples fracturas de costillas, intentó volver a ponerse de pie, pero el lancero, esta vez con un aura de verdugo, se acercó y le puso su lanza roja a unos 10 cm de su rostro.

-Es una lastima, al final, no resultaste ser el último Máster que estábamos buscando, pero tienes el potencial joven, si hubieras querido, hubieras podido serlo-.

Shirou simplemente lo miró con rabia e impotencia, su debilidad e indecisión había causado que no solo estuviera a punto de morir, sino que lastimaran a su hermana menor, a Miyu, la pequeña niña que él había jurado defender sin importar que, en este momento, era muy probable que ella fuera la siguiente en morir después de él, después de todo, él morirá por haber presenciado algo que nunca debió haber visto, y ella acababa de hacer lo mismo…

"NO" pensaba Shirou, "no puedo dejar que le haga algo a Miyu, no importa si mis huesos se quiebran, si mis músculos no pueden dar más de sí, no importa si tengo que destruirme en el proceso, me aseguraré de que ella esté a salvo".

-No… dejaré que… tu… te salgas con la tuya... maldito- dice Shirou mientras se levanta lentamente del suelo.

De pronto la energía mágica del lugar se empieza a concentrar en el cobertizo y un círculo rojo comienza a alumbrar, aunque ninguno de los dos presentes lo noto. El lancero solo lo miraba con lástima, como si estuviera concediendo sus últimas palabras para después darle el golpe de gracia.

-Juro, que mientras aún respire, me aseguraré de que nadie le haga daño a lo más importante para mí, no me importa a cuántos tenga que sobrepasar, no importa cuántas veces salga lastimado, no me rendiré hasta ver mi deseo hecho realidad!-.

Había algo escondido en las palabras de Shirou, pero el Lancero no se dió cuenta, creyó que era la pobre amenaza de un moribundo, hasta que sintió la presencia al lado suyo que emitía un aura asesina.

-No me jodas, el último Servant!?,-

De repente el Lancero retrocedió y salió del Cobertizo, pero era curioso, él no sabía porque lo había hecho, si lo miraba detenidamente, la persona que se le acercó ferozmente ni siquiera tenía arma.

Miyu estaba adolorida, el golpe de ese sujeto había sido demasiado fuerte, lo normal era que hubiera quedado inconsciente por el resto de la noche, pero ahí estaba, despierta y dolida, intentando levantarse para buscar a su hermano aunque no recuerda muy bien las cosas, pero lo que si recuerda es a su querido hermano ser atacado por un hombre de azul, con ojos rojos que le miraban en lo más profundo de su ser… "No hay tiempo para asustarse Miyu, tengo que encontrar a Onii-chan". Con un poco de temor, se acercó lentamente a la puerta en el suelo que antes separaba la sala del patio.

Para sorpresa de Miyu, su hermano y el hombre de azul seguían ahí, aunque ahora había alguien más, no podía ver bien quien era, pero era alguien fuerte, las rápidas y fuertes embestidas que le daba al Lancero eran tan bestiales que lo tenían a la defensiva, lo único que él hacía era bloquear sus ataques y retroceder, y al mismo tiempo, lo que hacía su contrincante era atacar y avanzar, en un ciclo que parecía interminable.

Miyu vio a su hermano en la puerta del Cobertizo, con un arco y una flecha en sus dos manos, listo para atacar si el momento se daba, su mirada estaba concentrada en la batalla que se presentaba al frente suyo. Miyu comprendió que lo mejor que podía hacer era quedarse donde estaba, si corría hacia su hermano podía generar una situación perjudicial para él y para ella, así que decidió seguir su ejemplo y observar la pelea frente suyo.

"Gracias a Dios estás bien Onii-chan…"

Se escuchaba el sonido de las dos armas chocar, por un lado estaba Lancer, nadie podía discutirle su habilidad con su Lanza, y por el otro lado, estaba Saber, a pensar de su tamaño y su composición, era fuerte y ágil.

'Choque'

Saber estaba presionando a su contrincante, notaba como poco a poco su resistencia se estaba agotando.

'Choque'

El lancero busca alguna apertura en su defensa, fallo.

'Choque'

Saber desvía un ataque de Lancer, nota como él se está empezando a desesperar.

'Choque'

Lancer ataca a la cara de Saber, pero ella lo desvía fácilmente.

El da un salto hacia atrás y paran por un momento la contienda, el observa su alrededor y ve al joven con su arco y flecha listo, y a la niña aún dentro de la casa, pero con un detalle curioso, ambos tienen líneas verdes en sus ojos, alumbrando en la oscuridad como si de brazaletes de neón se tratara, un detalle se le vino a la mente, era el mismo brillo que tenía ese papel con el que se defendió el pelirrojo.

-Oe Saber, te propongo un trato- dijo el Lancero en voz alta, -qué te parece dejarlo en empate?-.

-Negociar no te salvará Lancer, solo hay una forma de solucionar esto, y ya sabes cuál es- tanto su voz como su postura decían lo mismo, no se iba a detener hasta que la pelea diera como fruto un ganador.

-Mi único objetivo aquí era verificar si el muchacho tenía o no una relación con la Guerra por el Santo Grial, y si no la tenía, eliminarlo- dice el Lancer mientras pasa de una posición de combate a una posición neutral, -ya que es ahora tu Master, he cumplido con mi objetivo, laboralmente ya no tengo la obligación de pelear por hoy y retirarme- poco a poco su rostro cambia de una mirada neutral a una mirada maliciosa, -aunque lo admito, no puedo negarme a una pelea si la oportunidad está al frente de mis narices, si de verdad quieres seguir Saber, ten por seguro que acabare con esto de una vez por todas-.

-Parece que tú habilidad para no poder cerrar la boca es mejor que tú habilidad con la lanza- responde Saber en un tono sarcástico, -si de verdad vas a acabar con esto no lo digas, simplemente demuéstramelo Lancer!-.

Lancer al escuchar la respuesta de Saber, simplemente se limitó a sonreír, vuelve a adoptar una posición de ataque, pero esta vez es diferente, su lanza empieza a brillar.

Shirou reforzó sus ojos desde que comenzó el enfrentamiento entre los dos caballeros, desafortunadamente, ni así era fácil analizar la lanza, se necesitaba tener una vista clara del arma y analizar primero su composición material, conceptual, y la magia que está contenía, para así después poder acceder a la historia del arma, lo cual era el verdadero objetivo de Shirou.

"Gae Bolg, La Lanza de la muerte, una lanza que tiene la habilidad de revertir la ley de "Causa y efecto", una lanza que decide el destino de su oponente apenas su nombre es mencionado. Esto es malo, si utiliza su habilidad frente a Saber ella terminará muriendo inevitablemente".

-Saber, no dejes que utilice su lanza!-.

Demasiado tarde, la lanza ya contenía la energía mágica necesaria para poder usar la habilidad por la cual quedó grabada en la historia junto a su portador.

-Reclamo tu corazón!, GAE BOLG-

Lancer solo necesito dar un paso y embestir su lanza contra la espadachín con arma invisible, la lanza estaba cumpliendo su propósito, el efecto que es "atravesar el corazón" ya estaba prefijo, después de ser realizado, la causa "Lancero embistiendo contra su oponente" se cumpliría después como mero hecho formal. Pero Saber tenía algo que podía contraatacar el efecto de la Lanza, y eso era instinto, y un Rango alto en suerte, a veces, solo eso se necesita para poder cambiar tu propio destino, un destino que la lanza había maldecido momentos atrás.

Shirou, que estaba presenciando todo, vio una apertura en la defensa del Lancero, utilizar la habilidad especial de Gae Bolg aunque tenía una potencia de ataque muy fuerte, descuidaba su defensa mientras se revertía la "Causa y Efecto". Él no desperdició la oportunidad, y disparó su flecha cargada con magia, la cual la hacía explosiva al contacto con su objetivo.

La lanza atravesó a su oponente, eso era algo inevitable, pero ocurrió un pequeño Twist en el resultado, no atravesó su corazón, pero si un costado de su pecho, dejándole una herida profunda. Mientras tanto el Lancero terminó con tres flechas dispersas por su cuerpo, una en su brazo derecho, como un intento desesperado para detener que la lanza alcanzará a Saber, la otra en su pierna, para asegurarse que pasará lo que pasará, se le dificulta escapar y ralentizar su movimiento en general, y la última, dirigida directo a su cabeza, pero que el Lancero alcanzó a anticipar y recibió el impacto en su hombro, no en su cabeza.

Las flechas explotaron en el orden en el cual fueron lanzadas, dejando un humo azul en la escena que se estaba dispersando poco a poco. Miyu no estaba impresionada sobre lo ultimo, ella conocía las habilidades de su hermano pues siempre lo veía entrenando con su arco en el club de Kyudo y a veces por las noches cuando reforzaba objetos y proyectaba cualquier tipo de objetos, aunque últimamente solo proyectaba cuchillos, navajas, espadas, katanas, etc.

Cuando el humo se disperso, se vio el resultado del encuentro, Saber estaba herida en el costado derecho de su pecho de gravedad, con una enorme mancha de sangre en su ropa y aún goteaba sangre, presionando la herida con su mano derecha intentando que parara el sangrado, en vano, claro está.

El Lancero, tenía prácticamente la ropa de su costado izquierdo destruida, con quemaduras visibles en su pierna y su brazo, que fue el que salió más lastimado, aún así sostenía a Gae Bolg, y aunque una de esas flechas hubiera bastado para matar a una persona normal, el Lancero solo tenía un poco de sangre en su brazo.

-Gae Bolg!, Es la lanza maldita que portaba el famoso Lancero de la mitología Irlandesa, El Perro de Chulainn, Cu Chulainn- dijo Saber, rompiendo el silencio que se había formado después de que el humo se dispersara.

-Mierda, parece que los subestime, a los dos, quién diría que tus flechas causarían algo que no sean simples cosquillas eh? Pelirrojo- dijo Lancer mientras saltaba retrocediendo hasta quedar en todo el borde de la casa. -Fue un placer pelear con ustedes, pero tengo que retirarme, supongo que al final nuestro encuentro resultó un empate Saber, la próxima vez que nos veamos decidiremos un ganador, hasta la próxima- el Lancero empezó a desmaterializarse después de su despedida.

"Maldición, fui descuidado, ahora el enemigo conoce mi identidad, no quiero ni imaginar qué hará mi Máster cuando se entere" estaba pensando Lancer mientras se alejaba del lugar en su forma espiritual.

Saber lo hubiera perseguido, pero en su estado no podría hacer mucho, el tenía razón, había sido un empate al menos en lo que a fuerza respecta, porque la información ganada hoy, representa una gran ventaja para ella.

-Entonces…-

Saber voltea, parece que el pelirrojo va a decir algo.

-...sobrevivimos a la pelea, que alivio, pensé que ésta sería mi última noche-, de pronto el pelirrojo volteó a ver a la pequeña figura alejada del patio.

-Onii-chan?- se escucha a la distancia.

-Estas bien Miyu?-

-Onii-chan!- de pronto, la pequeña de pelo negro corto sale corriendo a donde su hermano para darle un abrazo.

-Menos mal que estás bien Onii-chan, el Lancero estaba a punta de matarte en la casa-.

El pelirrojo solo sonrió, su pequeña hermana estaba bien, era todo lo que importaba, que ambos habían sobrevivido al ataque y podían descansar, al menos por un momento.

Era una lástima que ese momento era muy corto…

-Vaya, así que era verdad, Emiya Shirou va a participar en la Guerra del Santo Grial, y como Máster de Saber sin más faltaba-

Saber, Miyu y Shirou voltearon a ver dónde se encontraba el origen de esas palabras, había dos mujeres, una era Rubia con un vestido azul, parecía antiguo, de esos que se usaban los aristocráticos hace mucho tiempo en la década de 1920, la otra mujer era castaña, con una camisa roja y una falda negra, lo cual permitía tener una buena vista de sus piernas, ambas llevaban dos varas, era curioso, parecían ser de esas varitas mágicas de Mahou Shoujo que utilizaban las niñas en fiesta de disfraces o Cosplays, aún así se podía sentía magia dentro de ellas.

"Así que Tohsaka vino personalmente a mi casa, esto no puede ser bueno".

Bueno muchachos, que les parece mi querida introducción?, intentare publicar una vez cada una o dos semanas, alguna recomendación?, dudas?, sugerencias?, pues si las tienen, la escriben en la Review de este capítulo o en PM.