-Ya te lo dije, ¿no es así?

-… -simplemente no pude contestar, me dolía darme cuenta de la verdad-

-Soy como la nicotina, Nico -su delicada mano se posaba en mi mejilla- peligrosa pero adictiva, y te lo advertí

-Eso no me importa -mis lágrimas bajaban sin parar- mátame si quieres, destrúyeme por dentro, pero no me dejes

-Lo lamento, pero no puedo -de sus labios salían las palabras que más temía desde que la conocí, desde que probé aquéllo que sería mi más mortal droga- te dije que me iría un día antes de que te casaras y estuviste de acuerdo

-No quiero casarme… No la amo

-Corrección, tú ya no la amas -con sus finos dedos recorrió mis labios- dejaste de amarla hasta que me besaste. Debiste haberlo pensado mejor antes de jugar con una droga tan tóxica como yo

-No me importaría morir si son tus manos las que me destruyen -me aferré a su camisa, intentando evitar que se fuera-

-Debiste escuchar a Umi. Ella te dijo en lo que te metías, aún así la ignoraste

-¡Fue porque me enamoré de ti! -estaba desesperada-

-Perdón, pero tu destino está enlazado con el de Nozomi -con delicadeza besó una última vez mis labios- yo solo fui la tentación que vivía oculta en ti

-Pero…

-Ella puede ser la droga reemplazante. Ella puede ser tu cafeína, para que intentes olvidar la toxicidad de lo que fue la nicotina -empezó a irse, como si fuese un simple adiós-

-Maki…

-Sé feliz, mi amada -mientras se alejaba mi corazón se detenía-

Aún no podía creerlo. Me había enamorado de la adicción. Me había enamorado de su sabor. Me había enamorado de Maki, aquélla que fue mi perdición y mi salvación. Me había enamorado de la droga más tóxica y peligrosa jamás inventada.

"Me había enamorado de la muerte misma."


Holap, éste es una pequeña historia que se me ocurrió de la nada :v está wena. Espero que les haya gustado, nos vemos a la próxima, bye bye *corazón*