Bueno…. Este es mi primer FanFic, lo voy a hacer por partes, ésta es la primera, espero les guste:

La Bestia que arrasó Kanto

I.-Prólogo

El Sol se escondía en las tranquilas aguas, la noche se acercaba lentamente a Carmín. Las familias volvían a su casa después de un día largo; las calles quedaron vacías y silenciosas unos minutos después de que la Luna apareciera, la tienda cerró, al igual que el Centro Pokémon.

Un sombra se veía en la playa, está se agachó e hizo un hoyo en la arena, ahí dejó un objeto esférico, siguió caminando y a la luz de la Luna se vio el rostro de un Giovanni sin expresión, herido y asustado.

Lentamente aparecieron miembros del equipo Rocket, todos miraban a su líder en silencio, hasta que uno habló

-¿Se deshizo de… eso?- Preguntó angustiado

-No será problema de los Rocket- Dijo mirando a la playa, luego de unos minutos dijo angustiado- Nada nos librará de él si es liberado; ésta vez fuimos muy lejos

El grupo de hombres caminó en la noche, mirando de vez en cuando las arenas.

La mañana siguiente se encontró una pokebola, la cual, tras ser analizada, fue enviada a Pueblo Lavanda, el pokémon estaría mejor en un ambiente con los de su tipo.

El recepcionista de la Torre Lavanda recibió a un fantasma sin hogar, pero cuando lo liberó en el segundo piso de la torre descubrió las serias características de éste pokémon, ojos verdes, cuerpo negro y sonrisa malévola.

Desde ese día, y nadie sabe porqué, ese hombre no sube a los otros pisos de la Torre y se queda silencioso frente a su mesón.

II.- Llanto en Lavanda

La torre pokémon se había llenado de jóvenes codiciosos buscando fantasmas para añadir a su equipo; uno de ellos, Luka, estaba buscando al mejor de los pokémon fantasma para añadir a su equipo, y se encontró con lo que buscaba, entre todos los Gastly, rondaba un Haunter, el cual había derrotado a todo entrenador que se le cruzaba.

Luka estaba listo para enfrentarse a tan fuerte pokémon salvaje, le gritó y lo retó a luchar, cosa que el Haunter no negó.

-Es hora de mostrarte que a mí nadie me gana- espetó arrogante Luka

El Haunter lo miró con odio

-Ve por él, Beedrill- Gritó, y en un segundo una avispa enorme apareció delante de él- ¡Usa Hiperrayo!

El Beedrill lanzó su ataque, él cual apenas rozó al Haunter, éste acumuló una especie de energía oscura y la lanzó contra su oponente, éste se debilitó enseguida

-¡¿Qué?!- El chico estaba confundido- ¿Qué ataque es ése?

El chico lo miró, tenía que seguir

-Es tu turno, Tentacruel- El pokémon, con apariencia de pulpo apareció- Usa…

No tuvo tiempo, el joven quedó impresionado al ver que su oponente lanzaba un ataque similar a hibrobomba, pero las aguas eran negras… ¿Qué clase de pokémon era ese?, Tentacruel se debilitó, sin importar que éste fuera tipo agua

-Debes ser un pokémon creado por el equipo Rocket, ¿No?- El chico creía asimilar la historia- ¡Ve Onix!

-¡Los hombres hicieron mi cuerpo, pero la maldad de mi espíritu es natural!- El chico palideció, ¡Podía hablar!- Ningún hombre es rival para mi, ¡El Pokémon más poderoso que existe!, ¡Pagarás por haber venido!

Una espesa oscuridad llenó la sala y unos rayos violetas rodearon a Luka, de repente un horrible ruido inundó el lugar, el joven empezó a sentir calor, y descubrió lo que ocurría, la Torre ardía en llamas de un color verdoso, a su lado, el muro estaba hecho pedazos y una sensación de pena lo rodeó, ¡Su Onix no estaba!

Bajó, y a su alrededor veía a los Gastly y Cubone huyendo de las llamas, los entrenadores gritaban desesperador y Luka veía incluso el peor escenario: Cuerpos tirados entre escombros y pokemones buscando a sus entrenadores, los cuales o habían huido o habían muerto. Un joven de negro cruzó la puerta y fue en dirección a las llamas.

Cuando Luka salió de la torre veía la horrible imagen, la torre en llamas, los entrenadores gritando y la gente saliendo de sus casas a mirar. Saliendo del humo divisó al joven que vió antes con una gran mochila, y de ahí sacaba a los diferentes pokémon que se habían quedado dentro de la torre.

Se percató que muchos veían sobre la Torre, el humo formaba la imagen más horrible de todas, un Haunter sonriendo malévolamente, sus ojos eran del mismo verde que las llamas y el humo era oscuro.

Un estruendo hizo que todos volvieran a ver la Torre, como si fuera un sueño, ésta se desplomó dejando sólo escombros y levantando una nube de polvo.

No podía creer lo que había sucedido, Luka miró los escombros y vió algo moverse, se acercó y sacó desde allí un pequeño Vulpix, el cual no quería alejarse de donde estaba, Luka siguió escarbando y, tras sacar unos cuántos escombros rompió en llanto. Bajo todo, una mano sostenía una pokebola, seguramente el entrenador del Vulpix lo liberó para salvarlo.

Al atardecer, los entrenadores llevaron a sus pokémon muertos y los enterraron en una montaña. Luka se despidió de su Beedrill y su Tentacruel.

También se realizo un oficio en honor a los entrenadores que perdieron la vida, el Sr. Fuji se encargaría de los Pokémon que quedaron solos. Luka fue a dejar al Vulpix

-Señor Fuji, vengo a dejar a este- Señaló al pequeño pokémon que miraba asustado al hombre

-No creo que sea necesario, tú lo salvaste, le harías un favor a su entrenador si lo cuidaras tú- Sonrió- Pareces un buen chico

-No creo que deba, ese pokémon está solo por mi culpa-

-¿Qué?- Fuji no comprendía- ¿A qué te refieres con que sea tu culpa?

Entonces Luka contó su pelea contra el Haunter

-No te sientas mal- Dijo el viejo luego de oír la historia- Tú no sabías todo lo que ocurriría, pero aún así… Deberíamos decirle a los policías.

Tras diez minutos, un hombre robusto entraba por la puerta

- Oficial Marco Ollivera, un gusto- Dijo sonriendo y tendiendo la mano a Luka- me dijeron que sabes algo sobre el incidente

-Sí- Respondió el joven tímido

En ese momento entró el chico que Luka había visto en la Torre, era alto, fornido, y tenía una mirada decidida

-¡Blase! Entra rápido- El oficial le señalaba una silla- Él es mi hijo Blase, es un policía en entrenamiento, ayudó en las labores de rescate ésta tarde, vino a escribir tu historia

Luka lo miró, él le sonrió en forma de saludo y sacó una libreta, Luka procedió a contar su historia de nuevo, cada vez que la decía se sentía más estúpido

-Entonces… ¿Un pokémon destruyó todo?- Dijo el policía- ¡No tiene sentido!

-Si tiene- Dijo Blase- ¿Por qué razón el humo formó un Haunter? Porque un Haunter lo inició

- Es un buen punto- dijo el policía pensativo- Blase, dile a tú Pidgeot que envíe una carta de advertencia a las otras ciudades, no queremos otra tragedia

-Bueno- Blase se fue

-Un mal día, deberías ir a dormir, jovencito- dijo Fuji

Luka salió de la sala y fue a una habitación que Fuji había ordenado para él, tuvo muchas pesadillas, veía fantasmas atacándolo y a sus pokémon riéndose, luego aparecía un policía de negro que le entregaba un Vulpix de ojos verdes que decía ser el pokémon más poderoso.

A la mañana siguiente Luka fue a visitar al oficial Ollivera, él y Blase estaban cargando una camioneta

-¿A dónde van?-Preguntó Luka intrigado

- Vamos a buscar a esa criatura que nos dijiste anoche, jovencito- Dijo el oficial

-No podemos dejar que ocurra otro incidente- Respondió Blase- No queremos volver a estar de luto

-¿Puedo ir? Yo empecé esto, y debo terminarlo-Dijo Luka decidido-Entre más mejo ¿no?

-De hecho, tus cosas ya están adentro, no puedes hacer algo sin esperar consecuencias-Dijo Blase sonriendo-Ahora, trae a tus pokémon, nos vamos a las doce

-¿A dónde vamos?- Preguntó Luka

- A Azulona- Contestó Blase- Necesitamos asegurar la ciudad, tiene mucha población

-Genial- Dijo Luka emocionado-

Los oficiales y Luka se subieron a la camioneta luego de almorzar en casa de Fuji, y rápidamente se pusieron en camino a su siguiente destino

III.- La entrenadora y el Eevee

Cuando llegaron a Azulona, decidieron que lo más importante era ir al gimnasio, para hablar con Erika sobre la seguridad de su pueblo

-No hay nada que temer-Dijo arrogante la líder del gimnasio- Mis chicas y yo podemos manejar muy bien todo esto

-Aún así la amenaza a la que nos enfrentamos es desconocida- Dijo el oficial- No es seguro confiarse

-¿Dudas de mí?-Dijo ofendida Erika- Si tanto te preocupas y no nos crees capaces, ¡mira la ciudad¡… te aseguro de que no hay nada

-Creo que eso haré- Dijo el oficial-Muchas gracias por su tiempo

-Adiós, Marco-Dijo sonriendo burlona ella

Afuera esperaban Blase y Luka, al ver al oficial Ollivera acercarse corrieron para preguntarle

-¿Qué te dijo?-Preguntó Blase

-Dice que nada pasará mientras ella esté aquí- Respondió con enojo el oficial- Caminemos por la ciudad y busquemos algo… Blase, ve al Centro comercial; Luka, tú vigila el Centro pokémon; Yo iré por las casas, ¿Entendido?

-Sí-Respondieron al unísono

En el centro pokémon no había nada raro, las casas estaban tranquilas; Blase iba por el segundo piso cuando se percató de alguien en un pasillo

-¡Por favor! Ven aquí- Una voz femenina resonaba en el corredor

Blase se acercó, vio a una chica encaramada contra la ventana, él corrió a socorrerla

-¿Qué haces ahí?-Preguntó Blase

-Quiero que me llegue el aire fresco a la cara- Dijo ella sarcásticamente- Es mi Umbreon, salió por la ventana y no quiere volver, está ahí en la cornisa-Señaló- ¡Ayúdame!

-Tengo una idea, ¡Pidgeot, ven!-El ave enorme salió- ¿Ves a ese Umbreon?, ¡tráelo aquí!

-¡No!, las garras dañaran a mi pokémon- Dijo ella preocupada, lo miró y añadió- ¿Has estado en una cornisa?

Y sin quejarse salió por la ventana y corrió tras el Umbreon, al cual agarró y tomó en sus brazos

-Mi héroe-Dijo ella abrazando a Blase minutos más tarde- Te debo una- Y la chica lo besó en la mejilla- Eres guapo, tengo que admitir

Blase se sonrojó

-¿Cómo te llamas?- Dijo mirándola

-Ianthe-Dijo ella, ambos se miraron y ambos sonrojaron- ¿Y tú?

-Blase

-Qué lindo tu nombre- Y sin temor, ella lo abrazó y besó- Espero volver a verte, no tengo nada que hacer, mi aventura pokémon no inicia

-¿Te interesaría un misión policial?

-Contigo, ¿Por qué no?

Se sonrojó, ¿Estaba enamorado?