Un pequeño relato de una forma más dulce, pero no menos triste del rechazo de Yaya-chan. Mi primer fic no yaoi, no KakaIru y espero guste. Saludos
Está vez el universo que he tomado prestado pertenece a Sakurako Kimino y Namuchi Tahumi.
+Agony+
La triste mirada que le daba a Hikari era el reflejo de su corazón, el tiempo había ido en su contra y ahora tenía que aceptar que las oraciones de su niña especial, habían llegado más altas que las suyas propias y que su fuerza para sostenerla entre sus brazos y darle ánimos de seguir era su mejor enemiga.
-Me alegro por ti Hikari-chan
-Gracias Yaya-chan
-Ahora debes cantar con más entusiasmo, para que tu voz... para que tu voz...
No deje de llegar al corazón de Amane-sama.
Un beso en la frente era todo lo que podía pedir y asi lo hizo apretó fuertemente sus manos contra la espalda de su niña especial y le deseo la mejor de las suertes.
-Gracias Yaya-chan, por ser mi mejor amiga.
Yaya no sabía que más hacer asi que al fin cedió a las lágrimas que amenazaban sus ojos, cada vez desde el día en que Hikari había entrado corriendo para contarle que Amane le había hablado y le había pedido, jamás dejar de cantar para ella.
Hikari quiso creer que las lágrimas de su amiga eran de felicidad de saber que sus esfuerzos por animarla a seguir buscando a su ángel cada día habían dado frutos. Intento con todas sus fuerzas creer que las lágrimas de su amiga eran de felicidad y no de tristeza, pero no podía ser inmune a lo que el corazón de Yaya le decía a gritos desesperados, alguna vez lo intento, alguna vez intento verla como algo más, pero no pudo su corazón estaba totalmente entregado a Amane.
-Gracias Yaya-san
Hikari tomo entre sus manos el rostro de Yaya y le beso en la frente, las mejillas, la nariz y finalmente en la boca al mismo tiempo se separaba de ella para ir en busca de su novia.
Yaya se dejo caer de rodillas en el césped y comenzó a cantar, mientras suaves lágrimas de desamor y alegría mojaban su rostro y secaban su corazón.
Gracias!
