"Mi héroe"
1. "Y esto, es todos los días…"
-Mmhh…es hora…- 6 a.m. Entre bostezos y cabellos desordenados, un rubio de ojos verdes comenzaba su día para ir a la escuela. Con mucho trabajo y con ojos entreabiertos, se levantó de su cama hacia su armario. Tomó una toalla junto con su uniforme para tomar la ducha de todas las mañanas, hasta que su hermano mayor, William, entra primero que él, dándole un portazo en la cara y tirándolo al suelo.
-William! No es justo yo tomé el baño primero!...-
-Cállate, vas a hacer que llegue tarde-
-Yo no me tardo nada! Además tengo una exposición a las 7 con el Consejo Estudiantil! Déjame ducharme primero! PLEASE!- Azotando la puerta y entre gritos, trataba de convencer a su hermano.
-No! Tus cejas dicen todo lo contrario… -
El rubio al escuchar ese comentario, no le quedó más que esperar fuera del baño hasta que su pelirrojo hermano saliera. Se sentó lentamente en el suelo… y a esperar. Pasaron 15 minutos y William no salía del baño. Estaba desesperado y comenzó a pegar y a gritar en la puerta, dándole a entender a su hermano mayor que estaba tardando mucho y que se le haría tarde. Después de tanto escándalo, William sale del baño con una toalla en su cintura, dejando al aire su pecho y su abdomen mojados por el vapor del agua caliente de la mañana; al salir, le da un peine a su hermano menor, el cual lo miraba con enojo hacia arriba.
-¿…ah?- Miró en sus pequeñas y blancas manos ese peine, levantó la ceja confundido y volvió a ver su hermano hacia arriba, como siempre. Acercándose a su rostro y apuntando con la mirada sus inmensas cejas – Para que las peines…- dándoselo en tono de burla – idiota…- Entre risas lo empuja bruscamente hacia suelo, haciendo que toda su ropa se arrugara y se mojara por los charquitos de agua que su hermano mayor dejó después de salir del baño. –Maldito...- Se decía a sí mismo mientras recogía su ropa empapada del frío suelo, mientras se ponía de pie, con mucho coraje lanzó el peine hacia atrás, dándole en la cabeza a su hermano menor, Peter.
– Ow..! Qué te pasa!...-
-Ah.. eres tú Peter, ¿es tan temprano y ya estas empezando a darme un dolor de cabeza…" Agh… me daré una ducha, sino se me hará tarde…-
-No! Me bañaré primero! – Y antes de terminar la frase, corrió hacia el baño, dándole así, otro portazo en la cara al joven mayor. Y cerrando el puño, comenzó a azotar la puerta al mismo tiempo le gritaba muy enojado hasta de lo que se iba a morir si no lo dejaba entrar al baño.
-PEQUEÑO IDIOTA! SAL DEL BAÑO AHORA MISMO! PORQUE SIEMPRE ES LO MISMO! GGGHHH! TE VOY A MATAR ENANO DE PACOTILLA!- En eso su madre, les avisa que el desayuno ya está listo. –Demon- gyah!- Su hermano mayor, Brian, al escuchar la palabra "desayuno" corrió haciéndolo caer por 3era vez. Muy molesto, (encabronado, diría yo) se levantó y, obedeciendo las ordenes de su madre, se dirigió a la cocina, parecía que a cada paso dejaba fuego, por obvias razones.
La cocina lo recibió con unos deliciosos huevos con papas, acompañados con rebanadas de pan tostado, y, su parte favorita, una taza de té. Al bajar las escaleras y sentir ese olor tan peculiar a la hora del desayuno, le levantaba un poco el ánimo, después de tener la puerta en su nariz por 3 veces… no creo que quiera volver a ver esa puerta por mucho tiempo, aunque eso no fuese algo de otro mundo. El saber que su madre le tenía el desayuno listo, era como un canto de gloria.
-Mmh… huevos con papas… y un poco de té, no me caería nada mal.-
-Oh! Arthy, buenos días, hijo, ¿amaneciste bien?-
-Si…- frotando su cabello con una expresión de molestia- excelente…-
-Ah? Arthur, ¿Por qué sigues en pijama? Llegarás tarde si no te cambias de ropa al menos…- Sorprendida al ver a su hijo, el más especial para arreglarse, en ropa de dormir a esas horas.
-Mamá, William no me dejó bañarme, lo esperé por 20 minutos! Luego se mete Peter! ÉSE ENANO ME LAS PAGARÁS ALGÚN DÍA!-
-Arthy, no hables así de tus hermanos, mejor siéntate y come tu desayuno, al terminar tomas una ducha rápida, y listo, si?-
-GGGHH!... –se tomó un respiro y obedeció la orden de su madre. Se iba a sentar en la mesa cuando Peter le gana el lugar. Y burlándose de él, frente a su madre, se sentó en su lugar.
-HAHA! Te gané… you're so slooooow…- Guiñándole el ojo y sacando la lengua, se burlaba de su hermano mayor, mientras que el otro lo miraba con ojos de enojo, tanto que sacaba humo de su rubia cabeza. Enfurecido, le gritaba desesperadamente a su madre sobre la travesura que su hermano menor le había hecho.
-GGGHH! MAMÁ!...-
-Peter, compórtate!-
El rubio tomó asiento y comió su desayuno con mucho coraje. William, ya con su uniforme, bajo a comer su desayuno, y al ver que su hermano no estaba listo aún, comenzó a molestarlo.
-Arthur… ¿aún no te has duchado?-
-Yo le gané el baño- Comentó con comida en la boca, escupiendo restos de comida por todos lados.
-Peter, traga primero lo que estas comiendo y luego habla, es de mal gusto hablar con la boca llena…- Dijo Arthur en tono de regaño, mientras tomaba su taza de té.
-Haha… ay sí, chico refinado… *gloop*- Y tragó su comida con una sonrisa llena de migajones de pan y papas.
-Peter haz caso a tu hermano…- Dijo su madre molesta por lo que hizo el pequeño.
-Arthur, yo que tú me apresuraba a desayunar…-
-¿Qué..? ¿Qué hora es?...-
-Las 6:40… llegarás tarde, señor del consejo estudiantil - Dijo William con una sonrisa malvada, al ver la reacción de su hermano.
-GGH..! – Con comida en la boca y su pijama ensuciada por ella, corrió hacia las escaleras y tomó rápidamente una ducha, sin importar que su uniforme estuviese mojado al igual que su cabello, corrió hacia la puerta junto con su mochila directo a la escuela. A él no le importaba si faltaba a la primera hora, pero él no se iba a la escuela sin bañarse, para él era de mal gusto y era muy incómodo. Hoy, era la excepción, por aquella exposición, y con más razón tenía que verse presentable. - Demonios… se me hará tarde! Adiós mamá, gracias por el desayuno!-
-Suerte en tu exposición hijo!-
Y tomando su abrigo oscuro y su bufanda, se fue volando a la escuela, literalmente. Por desgracia, así eran todas las mañanas para el joven Arthur Kirkland, al menos la mayoría de ellas. Como todos los hermanos, siempre se llevaban de esa manera, pero a Arthur no le agradaba del todo, ya que sus hermanos mayores siempre se aprovechaban de él de cierta manera, hasta Peter, que siendo el más joven lo podía hacer sin ningún problema. Arthur corría son todas sus fuerzas para llegar temprano a la escuela, esa exposición era muy importante, y no iba a dejar que nadie, ni siquiera sus hermanos, le impidiera poder llegar a ese momento tan importante.
