¡Llegué! Ya extrañaba publicar algo, apenas empezó el colegio y yo me siento hostigada pero bueno, mi contribución a esta pareja la cual espero llegue a ser algún día cannon. - si no lo es Mashima se las vera conmigo -
Disclaimer: Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima. Este conjunto de drabbles participa en el reto de Maratón multicolor del foro: Cannon Island.
Color: dorado
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"Obsequios"
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- Ese idiota... ¿Cómo se le ocurre avisarme a esta hora? - se quejó con un gruñido. Se dirigió a su habitación desvistiéndose por el camino, cogió una toalla e ingreso a su ducha.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que salió con la toalla envuelta en su cintura, escuchó un maullido venir de su puerta.
- ¡Frosch! ¿Cómo ha estado mi tierno gatito? - alzó al felino que llevaba un disfraz de rana en brazos y lo meció - ¿Tu también piensas que Sting es un imbécil, cierto? - el gato ronroneo en respuesta, él sonrió.
- Pienso lo mismo, para colmo hay que ir formal - avanzó hacia el ropero siendo seguido por su peludo amigo. Escogió un terno negro y una camisa blanca junto con zapatos de cuero. Se colocó cada prenda revisando de vez en cuando la hora.
- Me hace falta algo... - murmuró observando su reflejo en el espejo, su gato se trepó a su pierna con algo en boca - ¡Buena idea Frosch! - con cuidado tomó entre sus manos aquella caja y sacó de ahí una prenda - Y pensar que recibí esto a causa de ese bastardo.
Su gran amigo Sting, al verlo tan concentrado en su trabajo, engaño a todos diciendo que se iría de viaje por cinco años y que le iba a hacer una fiesta de despedida. Así fue como una noche llegó a su casa, abrió la puerta y fue bañado por serpentina y gritos. Varios se le acercaron diciendo que lo iban a extrañar y que le fuera bien, otros le pedían que se quedara.
"- ¿De qué están hablando? - no entendía nada de la situación hasta que una cabellera rubia se asomó.
- ¡Rogue, llegaste! ¿Gran fiesta, no? - ahí supo que todo fue obra de el ojiazul, luego de darle una golpiza por ello salió al jardín por aire fresco, una persona lo siguió.
- Rogue-sama... - volteó topándose con una melena plateada.
- ¡Yukino! ¿Viniste a despedirme? - preguntó, no pensó que ella se había creído lo de su viaje - Sí, traje algo para ti - no se había dado cuenta de la bolsa que llevaba, de ella sacó una caja envuelta en papel de regalo.
- Es un presente, para que no se olvide de... nosotros - el color rojo se asomaba por sus mejillas, él lo tomó y desenvolvió.
- Es una... - ¿Le gusta? - abrió la caja y sostuvo la prenda.
- Gracias - No hay de que Rogue-sama - luego de unos segundos de silencio, habló.
- Yukino, no voy a irme, me quedaré con ustedes - una enorme sonrisa apareció en el rostro de la muchacha causando que su corazón se acelere."
- Fue una buena noche al final - se colocó la prenda a la cual le tenía mucho cariño, cogió las llaves de su auto y emprendió rumbo.
- ¡Te tardaste mucho! - reclamó su rubio amigo cuando ingresó a la reunión, no había mucha gente.
- ¡Es tu culpa por avisar a último minuto! - replicó, el rubio se encogió de hombros y lo dejó. Busco un lugar donde sentarse cuando alguien le llamó.
- Rogue-sama, buenas noches - un linda peliplata lo saludó, llevaba un vestido gris largo.
- Buenas noches, Yukino - se giró para mirarla, ambos se examinaron.
- Te ves muy bien - halagó el azabache, la aludida se sonrojó. Después de mirarlo con más detenimiento se percató de algo.
- Rogue-sama ¿esta usando...? - ¿Qué crees? ¿Me queda bien? - ella le sonrió en respuesta.
- Se ve perfecto - el pelinegro le devolvió el gesto y la invitó a sentarse junto a él. Yukino si que tenía buen gusto, muchos le dijeron lo bien que se veía con esa corbata dorada en el pecho, un preciado obsequio que atesoraría por siempre.
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¿Qué tal? Fue muy cliché, lo sé. Inspiración-chan y yo al parecer estamos peleadas durante el día, pero en la noche le encanta mantenerme despierta con ideas. Mi primer drabble, espero les guste, muy pronto viene el segundo.
