Cuando sonríes, siento que mi mundo vuelve a tener sentido

Y no es solo una casualidad que me encuentre a tu lado, es cosa del destino, aunque no fui yo quien lo pidió, ni tu quien lo buscara, ambos terminamos en el mismo camino.

Tenemos defectos, lo admito, incluso una persona como yo, de quien se espera solo la perfección, tiene horribles defectos, y tú, de quien no se espera nada, aún con todos tus defectos, me haces esperar demasiado de ti.

Cuando siento que me hundo, cuando mi mundo se desbarata, cuando no encuentro más sentido, ahí estás tú, ofreciéndome una manzana, con tu sonrisa despreocupada y tu mirada eternamente joven.

"Gracias" es lo único que puede salir de mi boca, pero en mi corazón se desborda un sinfín de emociones, lágrimas de felicidad, mi corazón late gracias a ti, así que incluso te debo la vida.

Tu mirada inocente, intrigada, trata de descifrar lo que mi corazón está gritando, pero no es necesario decir nada, porque tu y yo nos podemos escuchar sin siquiera murmurar algo, porque estamos destinados a vivir juntos, aunque nadie nos de la razón, aunque a nadie le importe nuestro lazo.

Aunque los demás me nieguen, aunque tu mismo existas siendo negado.

Voy a seguir luchando.

No por mi, no por el mundo, ni por los que me lo han encomendado.

Voy a seguir luchando, porque te necesito, porque es la excusa perfecta para tenerte a mi lado.

-Oi! Sanzo!, ¡tienes los ojos llorosos! ¿no quieres la manzana?

-¿Cómo?, ¿acaso Sanzo está enfermo?... o tiene que ver con lo que pasó en aquella ciudad…

-JAJAJAJA! ¿Esas son lágrimas?, ¿qué te pasa? ¡Si tienes hambre, solo come!

- . . . todos ustedes son unos idiotas. . .