Esto es el primer fic sobre Crepusculo que escribo. Los personajes son de la autora d Crepusculo y Luna Nueva y proximamente Eclipse y Breaking Dawn, a excepción del personaje de Katherine y proximamente otros.
La historia va sobre Katherine y sus ganas de acabar con Edward, al que conoció cuando este se marchó de Fonks dejando a Bella. Ocurrieron cosas entre ambos que ya se sabrán, pero lo que ella busca es la venganza aunque puede que se encuentren más sentimientos y las cosas cambien.
El prefacio está narrado en tercera persona, pero lo demás lo narraré provablemente desde el punto de vista de Katherine. Espero que les guste y que dejen reviews!
Rayo de Luna
Prefacio
Agarró con furia el papel que sostenía entre sus manos. Lo odiaba, lo odiaba con toda su alma... o lo que ella suponía que quedaba de ella.
Dejó caer el papel sobre el fuego que crepitaba en la chimenea. Antes de consumirse, mostró la imagen de un joven que ella conocía perfectamente... Edward Cullen.
Aquel nombre le traía malos recuerdos, aunque cuando ella lo había conocido aun no llevaba aquel apellido de manera oficial. Cuando ella lo había conocido, lo había amado y luego lo había odiado, prometiéndose que aquel odio duraría para toda la eternidad a la que estaba condenada.
Se dejó caer sobre un sillón que había en la estancia únicamente iluminada por el fuego de la chimenea. Al lado, había una mesilla sobre la que descansaba una vieja daga que relucía de vez en cuando.
-Señorita Katherine, le está esperando el taxi fuera-dijo una voz desde la puerta.
La mano mortalmente pálida de la joven le indicó que podía marcharse, que había recibido el mensaje. Inmediatamente después, se guardó la daga en una de las botas y agarró la pequeña maleta que estaba en la puerta, esperándola.
En el exterior de la casa había situado un taxi, mojándose bajo la implacable lluvia que caía aquel día. Sin importarle la lluvia, avanzó hasta él y entró dentro, con parsimonia.
El taxista se quedó asombrado ante la belleza de la joven. Poseía unos cabellos negros que caía mojados sobre los hombros, ocultándole parcialmente los ojos... unos ojos que en un comienzo le habían dado miedo ante su color verde, casi irreal y la dureza que había en ellos.
-A Forks, por favor-dijo la joven.
El taxista asintió y sin poder evitar volver a mirar a la joven, arrancó el coche. Habría jurado que la chica no respiraba y habría encajado perfectamente con su expresión ausente, pero ella sí respiraba en ese momento.
Respiraba para mantener el papel que interpretaba y respiraba porque pronto volvería a ver a la persona a la que buscaba y, en esa ocasión, no permitirle seguir paseando por aquel mundo. Edward Cullen estaría acabado.
