Disclaimer: Todos los personajes y situaciones usadas para este fic son de J.K.R.
Este fic participa en el minireto de octubre para El Torneo de los Tres Magos del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Phobia
Lo único que podía pensar en esos momentos era retroceder, huir y alejarse lo más posible de aquella figura que lo tenía atrapado en los momentos con el temor más horrible que haya sentido en toda su vida. Una figura amenazante que a cualquiera hubiera hecho gritar de terror con el solo hecho de verlo en una fotografía como lo estaba haciendo en esos momentos.
Él le infundía temor como a cualquier persona de Gran Bretaña, a excepción de los mortífagos claro está, pero a él no le asustaba el hecho de que sea un asesino en masa, de que sea un ser horrible que comete actos innombrables ni que fuera el mago más temido de todos los tiempos. No es que no le temiera también por eso, pero a él le daba miedo otros aspectos de ese terrible ser que veía en la imagen que abandonó en el suelo de su casa hace unos momentos cuando huyó adentro de sus puertas dejando esa aterradora imagen yaciendo en el piso.
Claro que a cualquiera la daría pavor el verlo porque es la figura de la maldad encarnada, pero lo que más lo hacía temer era un solo detalle de esa horrible y tenebrosa figura de apariencia serpentina sin nariz y con los ojos rojos tan brillantes como las llamas del mismísimo infierno.
Esa ausencia de cabello en su cabeza. Se le hacía imposible decir el término que correspondía a esa definición. No podía decirlo ni pensarlo aunque su querida hija le decía siempre "Los calvos no van a hacerte daño". Pero qué equivocada estaba su querida hija, él le podría hacer más daño que nadie con solo aparecer y mostrar esa cabeza.
Era aterrador, era como si estuviera a punto de ver como su piel se absorbe por esa cabeza y mostrara ese órgano cerebral latiendo, retorciéndose y dejando salir todos sus temores a flor de piel. Dejando ese órgano viscoso tan cerca de tocarlo que era perturbador y le espantaba esos pensamientos.
El innombrable era muchas cosas, pero lo que más le aterraba era eso, la carencia de cabello en todo su ser, en su cabeza más que nada, y sobre todo, el hecho de que a nadie más parece importarle. Todos lo temen y odian por ser un mago tenebroso, no por esa…carencia que lo hacía retroceder con espanto.
No sabía qué hacer, los que peleaban contra él lo veían frente a frente y sus súbditos igual, por lo que ambos bandos eran igual de aterradores para él. No podía hacerlo, no podía ayudar a nadie por más que quisiera que esa figura atroz desapareciese.
Solo podía meterse en su editorial y hogar para seguir publicando, publicar cosas que la gente debía saber y solo rogar que esa figura nunca se interesara por él.
Xenophilius Lovegood rezaba a todo lo que conocía que El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado nunca pise su hogar o colapsará antes de que la tortura comience.
La fobia que me tocó es: Peladofobia (miedo a los calvos)
No se sabe a ciencia cierta si alguna vez Xenophilus Lovegood miró a Voldemort, por lo tanto esta fobia tendría una ínfima validez.
Originalmente iba a tratar de hacer otra parodia, pero no sirvo para hacer parodias y no creo poder hacer una decente ahora mismo.
Gracias por leer