Hola! Este shot me salió de la nada y decidí escribirlo. Es raro, talvez algo cursi, pero espero que les guste.
Veela-chan.
Disclamer: Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.
Love Heart
— ¿Sasuke, a dónde me llevas?
—Espera un poco dobe, y lo sabrás.
Atravesaban el parque a gran velocidad, siendo el blanco de todas las miradas. El moreno parecía contento por algo, pero Naruto no podía adivinar el motivo. Caminaron un poco más, hasta llegar a la parte más alejada y abandonada del prado, repleta de árboles viejos.
—Dime que estamos haciendo aquí —exigió el rubio—. Me sacaste de la universidad para traerme al parque, así que hablas en éste instante.
—Te dije que esperas un poco.
—Sabes lo poco paciente que puedo llegar a ser.
—Pues te aguantas.
Sin decir nada más, Sasuke se acercó a uno de los árboles que los rodeaban y examinó con atención el tronco, como si buscara alguna especie de marca en la rugosa corteza. Naruto, de pie tras él, estaba impacientándose. Era la primera vez que el moreno exageraba con su misteriosa personalidad
— ¿Qué haces?
—Es un secreto —replicó—. No pienso repetirlo: espera un poco.
—Como sea.
Procurando que el rubio no notara nada, sacó una pequeña navaja de su bolsillo. Él también se había escapado de la universidad, pero el motivo tenía fundamentos. Era la primera vez que actuaba en un arrebato como ese, pero la combinación de pastillas para dormir y el vino era peligroso. Naruto se sorprendería al enterarse de lo que hacía.
—Sasuke —lo llamó el rubio—. Hoy es el día en el que acepté estar contigo.
—Lo sé y te prometí que iríamos a cenar a donde tú quisieras.
— ¿Entonces que hacemos aquí?
—Secreto.
—Dímelo.
—Espera un poco más.
—No quiero.
Continuó dándole la espalda a Naruto unos minutos más, hasta que guardó nuevamente su navaja en el bolsillo. Ya se había arrepentido por haber sido tan cursi, pero quería darle un regalo más duradero que una cena, algo que pudiera tener para siempre.
—Listo —le dijo—. Feliz aniversario, usuratonkachi.
Naruto se acercó al árbol que había estado examinando Sasuke, para encontrarse sus iníciales y las del moreno grabadas en la corteza junto a un diminuto corazón. Se volteó lentamente y lo besó.
—Muchas gracias, teme —sonrió divertido—. Pero éste tipo de cursilerías no son lo tuyo.
—Lo sé.
Nos vemos!
