Capítulo 1: Sorpresa y Preguntas Desagradables

Habían peleado. Y esta vez, no era tan sencillo.

Ginny llegó a su departamento, cansada, triste, desolada. Todo se había ido al caño, ya nada quedaba del idílico romance. Pero… ¿Quién tuvo la culpa de que esto pasara?

Así es: Ambos eran culpables.

Flashback:

Ginny venía de un intenso entrenamiento con su equipo, los Holyhead Harpies, ya que tenían que prepararse para la semifinal del sábado contra el Puddlemere United: Oliver Wood era un excelente guardián, lo que complicaba bastantes a los cazadores. Además, la presión era mayor sobre Ginny ya que ambos pertenecieron a la misma casa en Hogwarts y Wood era un ferviente admirador de su hermano, Charlie.

Así que decidió pasar al departamento de su novio para poder descansar en sus brazos como una niña. Sólo él podía hacer que dejara por un momento su vertiginoso ritmo de vida y hacer cable a tierra. Sonrío al pensar en el efecto que producía en ella… ¿Qué le provocaría ella a él? Con la gente era frío, distante, cínico. Pero sólo ella podía ver a la persona cálida, cariñosa e insegura que había detrás de esa coraza. ¿Sería ese el efecto que ella producía en Draco Malfoy?

Pensando en eso, abrió la puerta con su llave y entró. Pero lo que vio la descolocó de inmediato. Una chica de cabello rubio, largo y liso, curvilínea, de ojos azules, estaba en el sillón: Su vestido, negro, ajustado y corto, dejaba ver casi en su totalidad sus piernas perfectas.

- Hola ¿Quién eres? –le preguntó la desconocida.

- Delilah ¿Quién es? – preguntó una voz desde la cocina. A Ginny se le cayó el alma a los pies al ver a Draco, con una camisa blanca, un delantal de cocina negro y sosteniendo una sartén.

- Ginny, yo…

- Hola, disculpa por no haberme presentado. –dijo la pelirroja, tratando de mantener el control. –Me llamo Ginevra Weasley, soy… -Pero la pelirroja quedó de una pieza cuando la chica preguntó.

- ¿Tú eres la que hizo aquella magnífica jugada el año pasado, en el Mundial de Quidditch?

- La misma. –Contestó, orgullosa de su jugada maestra, la Evasiva Weasley.

- Al oír aquello, la rubia se enfureció e intentó pegarle a Ginny, pero ella fue más rápida y la esquivó.

- Tienes muy malos reflejos, deberías practicar. – Respondió con sorna.

- Por tu culpa mi novio me dejó. – Respondió entre bufidos.

- Pero yo no tengo la culpa de que haya abierto los ojos. –Le contestó, irónica y le dedicó una sonrisa hipócrita. Se sintió una risa disimulada, que fue sofocada tanto por la mirada de Delilah como por el gesto que hizo Ginny con su mano.

- Vamos a ver que tanto te dura el cuento de hadas con este bombón. -Dijo, mientras tomaba el bolso y miraba triunfante a Ginny, mientras ésta la fulminaba con la mirada. La chica se dio vuelta para ver a Draco, aún con la sartén, la que desapareció al instante.

- Ginny, yo… - el chico no sabía que decir, pero sí sabía que nada bueno se venía.

- ¿Quién era esa golfa, Draco? –preguntó enojada.

- Ginny… -Trataba de parecer tranquilo, pero no podía: los ojos de la chica brillaban de furia, lo que significaba que estaba haciendo un gran trabajo por contenerse y no torturarlo ahí mismo.

- Contéstame.

- Delilah Poulain, una compañera de trabajo que trata de conquistarme. – Dijo, sin importarle mucho.

- Ah, entonces pensabas dejarte querer por ella. –Dijo ácidamente.

- Ginny, sabes que te amo. – Le dijo el rubio, mientras se acercaba y la tomaba de los brazos. - ¿Por qué me estás haciendo una escena de celos? –Cuando escuchó, sus palabras, supo que era hombre muerto.

- Te hago la "escena de celos" porque tienes una novia con la que supuestamente te vas a casar – Le dijo, mientras enterraba su dedo índice en el pecho de él. -Y creo que desde el día que comenzamos a salir, quedó claro que seríamos fieles a la persona, en el caso que la amara, claro está.

- ¿Y por qué yo no puedo estar celoso de tus compañeros de equipo, del finado de Potter, al que todavía amas como una estúpida? –Preguntó amargamente.

Silencio total. Había tocado un capítulo complicado para ella. Pero debía reaccionar, no se doblegaría ante él.

- Mis compañeros de equipo están casados o tienen relaciones estables, en donde nadie se deja querer por otro que no sea su pareja. –Dijo esto último con gran énfasis. – Y sería bastante estúpido que estuvieras celoso de un cadáver.

- Dime algo¿Alguna vez has deseado morir para poder estar a su lado, en el cielo o en donde demonios esté? – Draco se lo dijo suavemente, con un dejo de tristeza e impotencia.

- ¿Y tú, volver a ser un mujeriego? –Preguntó, tratando de evadir la pregunta anterior: no era capaz de reconocer que muchas veces había pensado en dejarse caer, unirse al polvo y desaparecer…

- No has contestado mi pregunta, pelirroja.

- Tampoco has contestado la mía, huroncito.

Se miraron fijamente, con rabia, con miedo, con ganas de dejarse llevar por la pasión y olvidar esta estupidez. Pero el orgullo los cegó y ninguno cedería ante el otro. Y Ginny lo sabía muy cuando se quitó el anillo de compromiso que Draco le había dado.

- Lo siento, pero no puedo confiar en que me amas si tienes a otra en el sofá, esperando ser llevada a la cama.

- Y tampoco puedo estar con una chica que me engaña con un muerto. Aunque no me hayas contestado, asumo que tu respuesta era afirmativa.

- Entonces no tengo nada más que hacer aquí. –Salió del departamento, tratando de aguantar las lágrimas y tranquilizándose con un "no vale la pena llorar por él"

Fin flashback

Bajó de su scooter y entró rápidamente a su loft, dio un portazo y se dejó caer al suelo, llorando amargamente. Había temido el día en que su nube de felicidad desapareciera por completo. Hay veces en que simplemente, no soy puede ir contra la corriente, pensó, armándose de ánimos para levantarse, ir a la nevera y calentar una pizza en el microondas.

Vio que tenía mensajes en su contestadora y suspiró En la peor fecha se me ocurrió terminar… que importa, mientras más tiempo pasa, peor es. Y con un movimiento de su varita, la máquina comenzó a decir cada uno de los mensajes: eran tres.

Ginny, soy Hermione. Quería invitarte a cenar mañana, ya que Ron y Joanne quieren darte los mejores ánimos para que derrotes al equipo de Wood, ya que ellos eliminaron a las Cannons… -Hermione suspiró. –No sé que le ven a ese estúpido deporte – dijo en voz baja, lo más probable para que su marido e hija no la oyeran decir tamaña barbarie. – Y no intentes matarme por lo que dije… Si Harry estuviera vivo o peor, si Draco me oyera decir eso… -Ginny le contestó a la máquina, desganada. –Draco ya no existe, pero que importa… Todos estarán felices… -así que te veo mañana a las ocho. Nos vemos!

Un pitido. Un nuevo mensaje, esta vez de sus compañeros de equipo.

HOLA GINNY!!! –Gritaron todos al mismo tiempo. Ni siquiera atinó a taparse los oídos: estaba tan acostumbrada a aquellos mensajes descabellados que le hacían subir el ánimo. – SÓLO QUERÍAMOS DEJARTE ESTE MENSAJE DE ÁAAAAAAAAAAAAAAANIMO!!! – La chica sonrío: sabían que andaba algo tristona porque las cosas con su no… ex-novio últimamente no iban bien. –Y PUEDES HACERLE SABER AL DRAGONCITO QUE SI TE HACE SUFRIR, SE LAS VERÁ CON NOSOTROS. PERO LUEGO DE NUESTRA VICTORIA, CLARO ESTÁ. ¿TE PARECE? BYEEEEEEEEEEEEEEEE…

La comida estaba lista, un nuevo pitido de la contestadora y estaba por darle un mordisco a su deliciosa pizza, pero todo se detuvo ahí:

Ginny, soy yo. –Silencio por parte de la chica y de la contestadora. – Sé que no quieres volver a saber de mí, pero al menos ármate de paciencia¿si?. – Silencio en la contestadora nuevamente, pero no por parte de la pelirroja. –Maddito puedco. –contestó con la boca llena de comida. – Sé que las cosas entre nosotros no han ido muy bien, pero no tires todo por la borda… ella no me importa, no es nada para mí… - ENOTOCES QUÉ DEMONIOS ESTABA HACIENDO AHÍ –gritó enrabiada…. –Descansa bien, cuando estés más serena, hablamos frente a frente.

- Ah no huroncito. Si crees que esto es una pataleta, pues te equivocaste de persona. –Dejó el plato y comenzó a buscar en su cartera el iPod y comenzó a escuchar una canción de Avril Lavigne, llamada "Tomorrow". Y maldijo por lo bajo cuando comenzó a oírla, ya que la letra comenzó a tocar cada una de las fibras de su dolido corazón, logrando que las lágrimas se escaparan sin control.

Al final de la canción, se secó los ojos y habló casi en un susurro.

- Mañana tal vez todo cambie... para siempre. - Cerró sus ojos, tratando de que no lloraran más.

Pero siguió llorando, silenciosamente, toda la noche.


Si, quién lo diría: un Draco - Ginny. Pero esta pareja es mi placer culpable, al igual que Harry y Hermione. Aunque no sé cuál es el gusto de retratar a Hermione embarazada antes de tiempo... pero tal vez es sólo el juego psicológico de sacar el lado B de la castaña, lo cuál es bueno.

No tengo mucho tiempo, se supone que debo estudiar para mi certamen de física, pero la verdad es que llevo estudiando bastante la materia y necesitaba relajarme.

Dejen reviews para saber si les gusta o no, ok?

Un abrazo gigante, que estén bien.

Sophie.