(Ocurre una explosión de humo y Yuu con traje de Ambu con mascara y todo)

Yuumbu (¿?) : aquí les saluda Yuurushimi amigos y de mas que leen mis Fics, hace mucho que hice este Fic, lastimosamente por problemas lo tuve que abandonar, pero eh decido abrirlo de nuevo con mejor narración y trama, con ideas mas claras, mejores expresiones y escritura.

Kitsu: ¿Por qué ahora?

Yuumbu: tengo tiempo libre…

Kitsu: vago de mierda…

Yuumbu: ¿sabias que mis Pokemon se volvieron humanas cuando llegamos aquí? –con sonrisa sadica.

Kitsu: ¿Qué dijiste? –asustado mirando atrás observando a seis hermosa kunoichis con miradas nada buenas- mierda…

Yuumbu: Bueno les dejare el prologo de mi historia mientras maltratan a Kitsu nyaja, si quieren comparar vayan a Foros DZ y busquen la primera versión "Kako no densetsu" y díganme si este es mejor o igual. Subiré esta misma versión mejorada al Foro Dz también.

(empecemos habrá opening escrito mas adelante xD)

Prologo.

Un fuerte viento frio podía sentirse esa noche, en una noche con luna llena, el viento otorgaba a la noche un aire frio y húmedo, muchos abrigados lo mas que podían para evitar que sus cuerpo sintieran completamente el frio viento de esa noche, el cielo nocturno podría apreciarse sin una sola nube perturbando la visibilidad a la estrellas que bailaban en un mismo sitio cada una deslumbrado con su luz, en un parque donde los arboles lleno de hermosa flores adornaban el lugar, flores de distintos tonos y tamaños esparcidos por doquier dando un bello paisaje que cualquier persona se detendría al menos unos segundos para poder apreciarlo, en un árbol cercano se podría apreciar la silueta de una chica que se encontraba recostada de ese inmenso y hermoso árbol lleno de flores de cerezo, lo que se destacaba de ese gran árbol era eso, su altura y vejez pues era el mas viejo de todos, incluso estaba antes de que ese parque existiera, y la leyenda cuenta que incluso antes de que la ciudad naciera, majestuoso y sin duda legendario eran como se conocía a ese hermoso árbol.

— es un noche bastante fría — se decía la joven chica de unos 15 años.

Vestida con una gruesa chaqueta de lila que la protegía del frio, una bufanda que cubría su cuello y levemente su boca, unos pantalones negros levemente ajustados, su cabello era largo castaño y levemente amarillo atado en forma de coleta que le llegaba a mitad de su espalda, pero mas llamativos eran sus ojos color miel con un exquisito brillo en ellos capaz de dejar hipnotizado a muchos hombres y de piel blanca. Su cuerpo no demostraba mucho su desarrollo a pesar de sus 15, igual a ella no le importaba carecer de esos "encantos" femeninos que volvían locos a los hombres.

— este lugar siempre esta tan tranquilo, suerte que no hay casi nadie a estas horas de la tarde — seguía diciéndose la joven chica quien repentinamente se abrazo algo fuerte a causa de una leve brisa fría que paso de repente — tal vez deba volver a casa… — dijo nuevamente para ponerse de pie estirándose un poco, tomar una especie de mochila que estaba colocada a un lado de ella para colocarla luego en su espalda.

La joven y bella chica caminaba a paso lento, observando el hermoso paisaje que ese parque ofrecía, giro su rostro levemente observando el árbol mas antiguo del lugar. Sinceramente le gustaba estar acostada sobre el tronco de ese majestuoso árbol ya que sentía, extrañamente, una calidez y como si alguien la escuchara cada vez que ella hablaba. Luego de caminar unos minutos logro salir del parque pasando por una puerta hermosa de metal con bellos detalles.

Al salir vio las inmensas edificaciones con luces brillantes y carteles por doquier, el sonido de los autos y pasos de las personas se escuchaban fuertemente, ella siguió su camino evitando a las cientos de personas que iban contrario a ella y de paso dejando pasar a los que le pedían apurar el paso, la música de las pantallas sonaban promocionando sus productos o mercancías, ella seguía su camino sin prestar atención a muchos de los jóvenes eh incluso uno que otro hombre mayor que le silbaban o coqueteaban con frases algo pasadas de tono, luego de escapar de ese lugar bajo por una especie de túnel que daba lugar a un tren subterráneo, espero varios minutos hasta que una gran maquina se detuvo frente a ella, tuvo que evitar la muchedumbre que bajo y también luchar contra la que subió para tener espacio donde estar.

— "todos los días lo mismo" — pensó con leve fastidio.

Miro de reojo como unos chicos de apariencia peligrosa empezaban a tocar a una chica mas o menos de su misma edad, uno de los chicos subió la falda que esta tenia al parecer sin que ella se diera cuenta.

— "por eso no me gusta usar falda" — pensaba enfadada ella, mas por el echo de que esa chica no se defendía — "debe ser una cualquiera…o…" — seguía pensaba ella.

Hasta que noto algo que por poco la hace gritar, el sujeto increíblemente estaba fornicando con la chica. Al ver eso ella volteo bruscamente su cabeza para no ver esa escena ¿Cómo nadie decía o hacia algo para detenerlos? ella vivía en ese ciudad desde hace 7 años y jamás vio algo similar, cierto, muchas veces vio como unos pervertidos manoseaban o jugaban con algunas chicas e incluso ella casi fue victima de eso, pero jamás vio tal cosa y nadie parecía importarle. Cuando el tren se detuvo salió disparada de hay empujando a muchos en su camino, no quería ver eso nunca mas, es cierto que tenia 15 y que sabia sobre relaciones sexuales y todo eso, pero ella sabia que eso no era para nada sano y básicamente era violación. Pasando los minutos, andaba por una calle casi desolada cosa que no era muy buena pues andar sola y en ese tipo de calles era peligroso, por eso su caminar era rápido y estaba atenta a cualquier cosa, claro que ella sabia defenderse pues aprendió Karate y algo de Kung fu, pero contra un arma, eso era otro cuento.

— por fin llegue — se dijo a si misma pasando por la puerta de metal para poder acceder a la parte delantera de su hogar, una casa de dos pisos muy hermosa con un bello patio delantero y una gran reja protegiéndola. Camino por el corto camino y llego a la puerta principal abriéndola — estoy en casa — dijo ella con tono cansado.

— ¡hermana! — saludo con mucha cariño una chica de unos 18 años de cabello extrañamente rojizo quien había aparecido con un bol en su mano, tenia puesta una camisa algo transparente cosa que dejaba ver levemente sus grandes pechos sin sostén y unos short cortos, sus ojos de color verde zafiro que dejaría embobado a muchos hombres y tono de piel levemente moreno — ¿Qué tal tu día? — pregunto feliz la pelirroja.

— pues…todo bien — dijo algo triste la menor.

— oh…¿ocurrió algo malo? — pregunto mirándola con preocupación la pelirroja.

— te diré luego de ducharme, ando muy sudada — dijo con una sonrisa la menor para que no su hermana no se preocupara.

— esta bien, pero deberás decirme ¿entendido? — dijo con leve autoridad la mayor para volver a la cocina — por cierto, dentro de poco estará la cena Moriko — dijo feliz la pelirroja desde la cocina.

— entendido— respondió ella subiendo a la segunda planta para ir y entrar a su cuarto.

La chica que se encontraba preparando la cena se llamaba Sumiko, era su mejor amiga de toda la vida, tanto que ambas se trataban como hermanas.

Dejo su bolso a un lado, se despojo de la bufanda y el abrigo dejando solo una camisa de un tono azulado oscuro, para luego acostarse en la cama y mirar el techo y recordando su día.

— un pésimo día — dijo tristemente Moriko y con leve enojo.

Se levanto de la cama y se dirigió al baño de la segunda planta, el baño privado de ella y su hermana. Entro y cerro la puerta para ir quitándose sus ropas quedando desnuda totalmente, se detuvo un momento mirándose en el espejo, miro por un momento sus senos pues eran mas pequeños que los de su hermana/amiga.

— ¿Qué tomara para tenerlos así? — se preguntaba ella misma apretándolos uno contra otro levemente mirando la gran diferencia de tamaño, a pesar de su falta de feminismo delantero, su hermana siempre le decía o insinuaba que ella tenia un trasero mas que deseable, giro quedando de espalda y mirándolo — no es tan grande…— dijo ella intentando buscar coherencia de las palabras de Sumiko, luego de examinar sus encantos procedió a meterse en la ducha y dejar que el agua cayera en su cuerpo. Tenia la mirada baja, pues hoy descubrió la infidelidad de su novio.

Flash back.

Moriko se hallaba sentada en una banca de un parqué, se encontraba muy nerviosa y roja ya que hoy su novio le pidió venir para hablar sobre algo importante, tenia en mente muchas cosas, ella amaba mucho a ese chico de 17 años, y en algún momento pensó en darle su pureza, y aunque el muchas veces se lo pidió ella se negaba pues no se sentía lista todavía, tenían de novios casi ya dos años y pronto cumplirían esa cuenta, a pesar de que casi nunca se veían pues las clases no le daban mucho tiempo para reunirse mucho y los fines de semana debía estudiar o su hermana le pedía ir de compras, pero las veces que ella lo veía su corazón no dejaba de latir fuertemente.

A lo lejos se vio un chico de pelo castaño corto y liso, de compostura robusta dando a notar que entrenaba algún deporte, y era cierto pues era el capitán del equipo de futbol de la escuela donde ella asistía. El joven con uniforme de su respectivo instituto se acerco a ella, el estaba en secundaria superior y ella en secundaria básica, el se sentó al lado de ella lo que hizo ponerla aun mas nerviosa, el joven no se hizo esperar para darle un beso profundo, cosa que ella correspondió hasta que el beso empezó a subir de nivel y las manos del chico empezaban a jugar mas de lo que ella deseara, ella se alejo rápido.

no, aun no — dijo con leve tristeza por no darle a su chico lo que él quería de ella, un bufido de molestia se escucho por parte del chico — lo siento… — dijo ella levemente.

no importa — dijo molesto el chico alejándose un poco mirando otro lado, un breve silencio se hizo hasta que Moriko decidió hablar.

y…¿Qué es eso importante que debías decirme?— pregunto Moriko algo nerviosa.

ah, eso ,bueno veras mis padres saldrán de viaje por uno dos meses y me dejaran la casa sola, pensaba en que podíamos… — dijo para acercarse a ella y besar su cuello — pasar ese tiempo juntos — le insinuó el chico.

yo…bueno no se… — dijo nerviosa Moriko cosa que noto su novio.

¡oh vamos! ¡ya llevamos dos años de novios! ¿No crees que sea hora de que lo hagamos? — dijo su chico mirándola — ya no eres una niña Moriko — le dijo nuevamente su novio.

yo…yo…yo quisiera pero no me siento lista, por favor dame mas tiempo Rikuto-kun — dijo Moriko mirando el suelo.

olvídalo… — respondió su novio de nombre Rikuto para levantarse.

¡e-e-e-espera! — dijo ella con miedo de perder al único chico son sentimientos "verdaderos" hacia ella, tomo la mano de su novio, cosa que él no acepto pues la empujo bruscamente causando que ella cayera al suelo.

no me toques estúpida, ya me canse de esta estupidez, termino — dijo Rikuto mirándola fríamente, ella no sabia o no quería saber a que se refería.

¿Qué…que dices? — pregunto Moriko temerosa con sus ojos vidriosos.

¡que se acabo! ¡Terminamos, ya no quiero verte o saber de ti nunca mas!— dijo Rikuto con enfado — ¡me tienes harto, no te necesito tengo chicas que darían lo que sea por acostarse conmigo! — dijo el con tono malicioso, eso hizo que Moriko sintiera un dolor inmenso en su pecho — ¿Qué pensabas? ¿Qué tu eras la única en mi vida? ¡ja! tengo otras chicas además de ti y ellas ya me han dando lo bueno — dijo con una sonrisa cruel en su rostro — piérdete de mi vista estúpida — termino diciendo para irse de ahí dejándola sola.

Moriko tenía lágrimas de dolor bajando por su rostro cayendo de rodillas tapándolo.

Fin del flash back.

— fue mi culpa, me ilusione — dijo ella aun debajo del agua, suspiro levemente y empezó a limpiar su cuerpo, con algo de fuerza, luego de terminar se dirigió a su cuarto y se coloco una camisa mas o menos larga de color negro y un short de color gris que la misma camisa cubría.

Luego de eso se dirigió al comedor del lugar donde estaba su hermana ya con los platos lleno de comida, ella se sentó y la miro con una sonrisa.

— te esforzaste mucho esta vez — dijo Moriko mirando el plato con la comida que parecía muy delicioso.

— lo hice por ti hermana note que estabas algo triste así que prepare un platillo para que te sientas mejor—dijo Sumiko feliz — buen provecho — dijo la mayor para empezar a comer.

Mientras que ella comía felizmente, Moriko aun no había probado la comida cosa que Sumiko noto.

— Moriko…¿que ocurre? — dijo Sumiko preocupada su amiga era de las que comía mucho y no engordaba, ni ella sabia donde iba toda esa comida — ¿paso algo malo hoy? — dijo nuevamente mirándola, ella sonrió y negó con la cabeza — a mi no me mientes, esta mañana te fuiste radiante al saber que verías a tu novio — le dijo Sumiko mirando como la expresión de su hermana se puso sombría — ¿ocurrió algo con Rikuto?— dijo Sumiko mirándola.

Moriko no tardo en bajar el tenedor y mirar el suelo mas tristemente.

— el…el me dejo… — dijo Moriko con leves lagrimas salir de sus ojos, su amiga se sorprendió por lo que dijo porque ella sabia lo mucho que Moriko amaba a Rikuto y que él también la "amaba" mucho — dijo…que tenia otra…otras…— decía Moriko con la voz entrecortada pues intentaba evitar llorar, ella era fuerte y no le gustaba llorar, pero hoy lloro como nunca cuando se quedo sola en ese parque.

Sumiko se levanto de su asintió y fue a donde su amiga para abrazarla fuertemente, ella podía sentir un el dolor de su amiga, se conocían bastante bien, y deseaba poder evitarle ese sufrir, pero ahora solo podía consolarla.

Luego de la cena y que Moriko se calmara un poco, ambas se fueron a sus respectivas habitaciones, Sumiko le dijo a Moriko para dormir juntas, pero esta se negó, Sumiko se molesto un poco con eso pero termino aceptando, ambas se fueron a dormir esperado, mas Moriko, un día diferente, cosa que tendría.

A la mañana siguiente Moriko se despertó por causa del horrible chirrido de la alarma, era hora de ir a clases, se levanto y fue a ducharse para mantenerse fresca, se coloco su uniforme sin falda y su abrigo y bufanda ya que el clima también estaba frio ese día, salió de su cuarto con todo y bolso directo a la cocina donde estaba su hermana con el desayuno listo, Moriko solo tomo una tostada y se la coloco en la boca.

— ¡espera! ¡¿vas a comer solo eso?! —dijo Sumiko mirando como Moriko iba a la puerta.

— ¡con esto me basta! — dijo Moriko con un toque de incoherencia por hablar con la tostada en la boca — ¡nos vemos hermana! — dijo con animo abriendo la puerta y saliendo.

Sumiko suspiro, su amiga sabia tenia ese don especial de animarse rápido y estar feliz al dia siguiente, pero ella sabia que solo era una fachada. Mientras que Moriko estaba algo feliz, tuvo un sueño muy extraño, pero que le indicaba algo.

—"este día será diferente, lo siento" — pensó ella feliz.

El resto del día paso sumamente aburrido para Moriko, de vez en cuando evitaba a su ex pareja quien algunas veces intento hablar con ella, pero Moriko no era de las que perdona fácilmente, se dirigía al parque de siempre ese era su lugar, el día no fue muy especial, bueno nada, pensó que ese sueño fue una estupidez, mientras caminaba no noto que alguien o algunos la seguían, hasta que un hombre se le puso en frente.

— hola muñeca…¿Por qué tan solita? — dijo y pregunto el hombre de unos veinte tanto años.

— aléjese — dijo Moriko algo asustada reconoció a ese sujeto, uno de los que abuso a la pobre chica de ayer, intento irse pero noto otros dos atrás de ella.

— te hemos visto estos últimos días ¿te gusto lo que viste en el tren? —
dijo y pregunto igualmente uno de ellos.

Ella también lo reconoció, otro de los que manoseo a la chica, eso la asusto mas, el hombre de atrás intento tomarla pero ella se escapo en un movimiento rápido.

— ¡que no escape, quiero su virginidad! — dijo el primer sujeto para perseguirla junto con los otros.

Ella no es que fuera rápida, a pesar de entrenar mucho, pero pensaba que podía perderlos, lastimosamente ella sufría de una condición desde pequeña.

"demonios…" — penso Moriko bajando su velocidad mientras su mano hacia presión en su pecho.

Ella sufría del corazón, ayer logro calmarse luego de que su ex le dijera todo eso, porque estuviera en un hospital justamente ahora ya que no podía tener fuertes emociones que aumentaran su ritmo cardiaco, aunque no seria mala idea estar en un hospital ahora.

— "debo apurarme" — pensó para seguir corriendo, pero los sujeto ya estaban que la alcanzaban. Ella llego al gran árbol, sentía su corazón latir rápida y peligrosamente, se detuvo detrás del inmenso roble respirando agitadamente — "por favor dios…" — pensaba y rogaba, las lagrimas empezaban a salir de sus ojos, no quería ser violada por esos asquerosos sujetos.

— ¡te tengo! — dijo uno de los sujeto colocándose frente a ella evitando que escape, Moriko estaba asustada al imaginar que harían esos brutos.

— yo seré el primero en desvirgar a esta zorra —dijo el primero que apareció desabrochando su pantalón.

Moriko estaba mas asustada cada vez, no sabia que hacer y lo único que hizo fue pegarse mas al roble abrazándolo con fuerza como intento de protección, pero sabia que estaba perdida y que seria violada.

Hasta que logro observar algo cerca de una de las raíces o en el centro de ellas, algo brillaba, no sabia que era pero parecía filoso y pensó que podría protegerse con eso, se agacho un poco y tomo la punta que era rara, pues era flaco y tenia un agujero al parecer donde se tomaba, jalo con fuerza intentando sacar la posible arma mirando como ese hombre se acercaba mas.

— ¡aléjense! — dijo Moriko mas atemorizada haciendo mas esfuerzo por sacar el arma.

— ven acá pequeña zorra — dijo el hombre tomándola con fuerza para intentar quitarle su ropa, ella no usaba falda aunque su instituto lo pidiera, el hombre la jalo para quitarle su pantalón.

— ¡no, déjame! — grito con mas fuerza, lastima que a esa hora nadie pasara, tonta ella por venir a un parque a esas horas donde ella sabia perfectamente que casi nadie pasaba, lagrimas cayeron a sus manos que bajaron hasta el arma que empezó a brillar — ¡por favor ayuda! — grito lo mas fuerte que podía.

— ¡ven acá! — jalo mas fuerte el sujeto que a causa de eso Moriko logro sacar el pedazo de metal al parecer — ¿Qué es eso? — dijo el hombre al ver una especie de arma pero extraña.

De pronto el árbol empezó a desquebrajarse, todos notaron eso, como las grietas subían hasta la copa y un extraño brillo salía de entre esas grietas, pero una de mayor tamaño apareció haciendo lo mismo y una intensa luz salió de ella, los hombres se alejaron un poco asustados, Moriko se quedo ahí ya no sabia que pasaba, hasta que la grieta se abrió mas mostrando algo increíble.

— ¿Qué…es eso? — pregunto Moriko sorprendía al ver…¿una persona?

Si era un persona cubierta por un manto amarillo, pero lo extraño era que ese manto daba la forma de ropa, una túnica parecía, una extrañas marcas en su cuerpo y cara, de su frente unos cuernos pequeños salían, el o esa cosa tenia los ojos cerrado, cuando los abrió esto eran blancos, sin pupila ni nada

— ¡¿Qué demonios hiciste pequeña perra?!— grito el hombre asustado de ver a ese ser.

El sujeto dorado lo miro y levanto su mano, en esta se acumulaba una esfera morada cosa que asusto a los hombres quienes salieron corriendo, bueno solo dos porque uno se cayo a causa de sus pantalones abajo, el extraño ser apunto al sujeto quien tenia en su rostro plasmado el terror pero aun mas cuando vio como los ojos de ese extraño ser se volvían rojos con la pupila rasgada, el hombre dio un grito desgarrador al mirarlo a los ojos, luego de eso una intensa luz se vio cegando a Moriko.

Cuando la luz se fue ella noto como en donde estaba aquel hombre que iba a abusar de ella no estaba mas que un mancha negra, volteo a mirar a ese extraño ser, ese sujeto la miro por un momento, ella se quedo hipnotizada en sus ojos rojizos de color sangre, que mostraban una maldad intensa y a la vez una calidez extrema, ella no le daban miedo mirar esos ojos sangre, mas bien le daba seguridad, luego otra luz se hizo presente, cegándola de nuevo.

Cuando se disipo vio a un chico de 17 años con una extraña vestimenta naranja y negra, pelo rubio llamativo rebelde y sedoso y un extraño símbolo en su chaqueta, además de que en su frente tenia algo raro, una placa con un símbolo extraño, sus ojos azules, mas que el cielo y el mar juntos y curiosas marcas en sus mejillas. Ella se acerco lentamente y lo miro por un momento.

— ¿q-quién eres? — pregunto temerosamente Moriko, el chico la miro y con seriedad le dijo.

— …no se… —respondió al parecer confundido, para luego caer al suelo totalmente desmayado.

Moriko no sabia que hacer ya que en un momento iba a ser violada y luego ocurre algo que jamás imagino, y que literalmente hubiera salido de una película de ciencia ficción o un manga ya que ese chico salió de ese árbol cubierto por una extraña aura amarilla, además de que esa ropa que vio antes y las marcas desaparecieron, pero eso no era lo importa ya que ese chico la había salvado y al parecer mato a el hombre, no sabia como reaccionar, su corazón logro calmarse aunque sea un poco, ella sabia que no podía dejarlo hay pero no sabia si era buena idea llevarlo a su casa ¿Cómo reaccionaria su hermana cuando lo viera? Pero no había mas opción así que decidió intentar cargarlo, suerte tenia dinero para un taxi, como pudo lo llevo fuera del parque y detuvo un taxi donde lo monto, indicándole al conductor donde llevarla, se quedo mirando a ese rubio misterioso y miles de preguntas estaban en su cabeza, pero solo una era la mas importante ¿Quién era el?

Fin del prologo.

Bueno hasta aquí el prologo, debo mejorar los otros cuatro capítulos y darle mejor narración, llevara tiempo pero seguro les gustara, nos vemos a la otra Yuu fuera –desaparecer en una bomba de humo-

Kitsu: -todo golpeado con cortes, y con una serpiente metida por el trasero- joder….

(dejémoslo hasta aquí).