Hola! Llevo años leyendo todo tipo de fics, y al fin me he decidido a escribir uno. Trata sobre James S, y una chica desconocida, o sea, que no es nadie de los libros ni nada por el estilo, ponedle la cara que queráis! Espero que os guste y que me mandéis muchos Reviews, diciéndome lo pésima que soy jajajaja! Bueno, lo dicho, la mayoría de los personajes pertenecen a J.K Rowling.
Un beso muy grande y ¡DISFRUTAD!. - cieloabierto
Cornelia solía pensar que esas cosas solo existían en las películas, que toda aquella historia de un mundo mágico y paralelo al suyo era invención de alguna mente extraordinaria de las muchas que poseía la industria del cine. ¿Cómo iba a imaginar que los libros que le leía su madre de pequeña, serían historias reales?
La prima de su madre, Amelia, era la tía más simpática y agradable que Cornelia tenía, su madre le tenía un cariño especial que le transmitió desde su nacimiento. Todo ese cariño, que Cornelia sentía por su tía, no era más que la fascinación y envidia (sana) que su madre le había transmitido hacia su prima mayor.
A la edad de once años, la tía Amelia recibió la carta del colegio de magia y hechicería más conocido en el mundo mágico: Hogwarts; la madre de Cornelia, por el contrario, tuvo que esperar un año completo (ya que era un año menor) para recibir la carta, pero nunca le llegó. Así que, vivía en Hogwarts basándose en las descripciones que le enviaba su prima por correspondencia.
Syra, madre de Cornelia, se negó a darle una educación mágica, no quería que su hija se desilusionase si la carta no llegaba, tal y como le ocurrió a ella. Además, opinaba que la educación muggle no estaba del todo mal.
–Mamá, voy con Dominique al centro comercial, no me va a ocurrir nada, lo prometo –decía Cornelia, sabiendo de antemano que su madre se preocuparía por ella.
–Dominique es algo alocada, cariño –siempre intentaba persuadir a su hija para al menos llevar a un adulto con ellas.
–Irá su madre, además, prometo llamarte cada vez que entre en una tienda –Syra asintió y Cornelia dio por finalizada la conversación.
Corrió a su cuarto, para telefonear a Mique, como le gustaba llamar a su mejor amiga, y pedirle que le recogiese lo más pronto posible.
–Mi madre me ha dicho que si quieres, puedes venir a casa a cenar –le invitó Mique mientras recorrían el centro comercial.
–Llamaré a mi ma, a ver que dice… –marcó el número de su madre– Mamá, soy yo, Cornelia, me ha dicho Dominique que si puedo ir a su casa a cenar –pausa – no mamá, está en otra tienda –pausa – sí mamá ahora te lo mando –pausa de nuevo– un beso, adiós –colgó la llamada y miró a su amiga– me ha pedido el número de tu madre, pero yo creo que va a decir que sí.
Al parecer, Syra, conocía a Fleur Weasley, se conocieron tras uno de los viajes que hizo a Francia con la tía Amelia. Madre e hija, sabían que Cornelia no tenía ningún conocimiento sobre la magia.
