CAPITULO 1
Una linda mañana en Hogwarts, Harry Potter, el chico de ya diecisiete años de edad y el joven mago más famoso del mundo mágico, dormía profundamente en su cama; una de las camas del cuarto de chicos de Gryffindor. Habían pasado unas cuantas semanas luego de la destrucción de todos los horrocruxes y de la muerte de lord Voldemort, así que todo el colegio entero descansaba tranquilamente. Ya todos habían sobrepasado la trágica muerte de Lupin y Tonks, y la de Albus Dumbledore.
El reluciente sol alumbró el lugar, provocando que Harry se despertara. Sus ojos seguían más que verdes, y su pelo, todo revuelto, tenía una longitud normal, como cualquier chico de su edad.
Pegó un gran bostezo y pronunció:
-Ron, ¿ya despertaste?
-No, aun sigue dormido – le respondió una voz muy familiar, pero no la de su amigo.
Neville Longbottom, quien había ayudado a sus amigos con el Innombrable, apareció junto a la cama de Harry.
-¡Buenos días! – exclamaron al unísono.
-Harry, ¿piensas ir a Hogsmeade? – le preguntó mientras guardaba unas cuantas monedas dentro de su bolsillo del pantalón. Neville no llevaba puesto el uniforme.
-Sí, ¿por qué preguntas?
-Porque, habrá una salida a las 11. La próxima es a las... espera – sacó de su otro bolsillo un pequeño pergamino-. Ah, sí, la próxima es a las 3 de la tarde.
-Sí, mejor me daré una vuelta ahora – pegó otro bostezo.
-Entonces será mejor que te apures, porque faltan menos de 15 minutos.
-¡¿Quince minutos?! – Harry de repente saltó de la cama.
-¡Nos vemos luego! – y se escucharon los pasos de Neville bajando las escaleras.
Harry estaba desesperado y comenzó a cambiarse lo más rápido posible, mientras se dirigía a la cama de Ron, que roncaba como nunca.
-¡Ron! ¡Ron! ¡Maldita sea, levántate! – su amigo estaba boca arriba sobre la almohada.
-No... No molestes – se dio vuelta.
-¡Vamos, Ron! Judy... ¡Judy te llama! – no había caso de levantar a Ron así que Harry inventó lo de Judy mientras lo empujaba por la espalda.
-Pues que espere...
-Bueno... no, Judy no. Hermione, quiere hablar contigo...
-¿Hermione?
-¡Sí! Me dijo algo de que... quería expresar sus sentimientos hacia ti...
-¡Y me lo dices ahora! – Ron se incorporó, y Harry calló de trasero al suelo- ¿Dónde está?
-¡Es mentira! ¡No quiere hablar contigo! ¡Lo hice para que te levantes! – le gritó totalmente fastidiado.
-¡Harry! – protestó y se echó de nuevo en la cama. Harry siguió con empujándolo mientras decía:
-¡Maldición, Ron! ¡Levántate ya! ¡Faltan… 10 minutos para perder los carruajes a Hogsmeade! ¡Si los perdemos, juro que te mataré!
Ron no daba respuestas y Harry dejó de empujarlo. Pensó por un segundo, pero se decidió.
-¡Aauch!-Ron se sentó en la cama por el gran puñetazo que le había dado Harry en la espalda.
-¡Te lo advertí, Ron! ¡Levántate y cámbiate, rápido!
Y así lo hicieron. Tardaron 5 minutos en cambiarse (Ron tardó seis) y salieron corriendo, o más que corriendo, hacia los jardines, donde habían muchos alumnos listos para irse. Se encontraron con Hermione, la mejor amiga de los chicos, con su delicado cabello castaño y sus ojos marrones profundos.
-¿Qué les pasó? ¿Otra vez se quedaron dormidos? – reprochaba Hermione.
-Sí, lo siento, Hermione- contestó Harry algo impaciente.
-Dejen esa costumbre. ¡Solo faltan un par de días para irnos de Hogwarts, y ustedes siguen quedándose dormidos! ¿Ron, estás escuchándome?
Al parecer, Ron buscaba algo, o alguien, porque miraba hacia todos lados, menos hacia Hermione.
-Ah, entiendo... Judy, ¿no es así?- preguntó Hermione algo triste y molesta a la vez. Harry asintió con una pequeña sonrisita pícara.
Judy Spender era una alumna de sexto, de Gryffindor también, que andaba siempre con Ron. Todo el mundo decía (incluso Harry y Hermione lo pensaban) que eran novios, o que salían.
-Ron, en serio, ¿no sales con ella? - le preguntó Harry.
-¿Quieren dejar de molestarme? Les dije que no.
-Pero no parece, Ron - le contestó Hermione.
-Es que... ¡Ya les dije que no! – repitió nervioso.
-¿Y si se lo pregunto a ella?
-Tú no te metas, Hermio... ¡Judy! -gritó Ron mientras se le dibujaba en la cara una linda sonrisa.
Se acercaba a ellos una chica de cabello castaño oscuro y algo ondulado. Tenía unos hermosos y verdes ojos y una admirable sonrisa. Tenía la belleza que cualquier chica envidiaba.
-¡Hola, chicos!
-¡Hola! -saludaron Harry y Ron.
-¿Sabes dónde está Ginny?- preguntó rápidamente Hermione.
-Creo que estaba con Neville.
-Pero dónde - repitió fríamente.
Judy se dejó de sonreír.
-No... No lo sé...
-Bueno, gracias, me voy.
Judy se quedó mirando como Hermione se alejaba y se dirigió a Harry y Ron.
-Hermione tiene problemas conmigo, ¿verdad?
-No, siempre fue así - la calmó Harry -. Los dejo solos, voy a hablar con ella.
-Gracias, Harry.
-¡Adiós, nos vemos luego!- y se fue.
-Bueno, al fin solos- dijo Ron provocando una pequeña risita en Judy.
-¡Ron, ya no sé qué hacer! Todos me preguntan si salgo contigo.
-Sí, a mi también, Judy.
Se miraron y comenzaron a reírse.
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Harry logró, por fin, alcanzar a Hermione
-¡Al fin te encuentro! ¿Pero por qué te fuiste así?
-Bueno, hay que dejarlos solos a los noviecitos, ¿no crees?
-Yo le creo a Ron, no son novios.
-Como tú digas… ¿podemos cambiar de tema?
-Sí…
-¿Ya te pregunté como te fue en el examen de pociones?
-No me fue mal, no sé... Ya no me interesan los examenes... Ya casi se termina el colegio, y no pude hacer nada con Ginny. ¡Soy un fracaso!
-¿Harry Potter? ¿Un fracaso?
-¡Pues sí!
-Tú fuiste el que terminó con ella; tú eres el que debe arreglar las cosas, ¿no?.
-Además... a veces pienso que me estoy olvidando de ella, que me interesa otra persona…
-¿Quién?
-Nadie, olvídalo, es imposible si siempre está con...
-¡No me digas que te gusta Ju...!
-¡SHHH! Cállate, Hermione!!
-¿¡Pero qué le ven a esa chica!? ¡Primero Ron y ahora tu!
-Bueno… es linda, agradable... ¡Y tu qué le ves de malo!?
Hermione se quedó completamente quieta. Era una buena pregunta: ¿qué tenía de malo Judy Spender para odiarla tanto? Judy era una chica perfecta, sin defecto alguno. Se llevaba bien con todo el mundo. Y a pesar de que Hermione la trataba mal, ¡ella seguía tratándola bien! Era simpática y sociable con cualquier persona, y con muy buen sentido del humor.
-Creo que tienes serios problemas, pero no con Judy, sino con...
-¿Con Ron?
Sí. Ella sabía que era Ron. No podía dejar de pensar en él. Se volvía loca cuando él estaba con cualquier otra chica, en este caso Judy. Lo quería demasiado aunque se pelearan. Pues hay que reconocer que el dicho "Los que se pelean se aman" tiene toda la razón.
-Sí, Ron- dijo tranquilamente Harry.
-¿Crees que me gusta Ron?- le preguntó ella irónicamente.
-Pues… sí, siempre lo pensé.
-No, no es cierto.
-Oh, disculpa, no te gusta: ¡te encanta Ron! Además, yo no te pregunté si te gustaba, solo dije que tenías problemas con él. Tú agregaste eso, te acabas de delatar sola.
Hermione lo miró con odio.
-Vamos, Hermione.
No hubo respuestas.
-¿Le vas a ocultar tus cosas a tu mejor amigo?
-Lo siento, Harry... Sí, me gusta Ron. ¡Pero no le vayas a decir!
Harry sonrió.
-Tranquila, no le diré nada. Pero, Herm...
Ella lo miró con los ojos llorosos.
-Trata de ser buena con Judy. Es mentira que me gusta, es solo que quería ver qué me ibas a decir...
-¡Harry!
-No tienes por qué tratarla mal, asi te pelearás más con Ron; yo sigo enamorado de Ginny, y lo sabes - agregó Harry, con la cabeza gacha -, pero a veces siento que no va a volver a funcionar. ¿Quieres ayudarme?
Hermione asintió con la cabeza.
-Yo hablaré con Ron.
-¡Dijiste que…!
-No, no le voy a decir nada. Hablaré con él, nada más.
-Gracias, Harry.
Ambos se abrazaron. De repente, llegaron Ron y Judy.
-Chicos, ¿vamos juntos? - preguntó Judy sin mirar a la castaña por miedo a su reacción.
-Claro- les respondió Harry.
Hermione no respondió, sino que se quedó completamente callada, y muy pensativa, por todo lo que había hablado con Harry.
