*Disclaimer: Los personajes de Inuyasha son propiedad de Rumiko Takahashi, únicamente me pertenece la trama de la historia y los personajes creados por mi.

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Verla tan linda y frágil, decidida y capaz, fuerte y sencilla fue algo que quizás no pude evitar, después de todo ella deslumbraba a cualquiera con su belleza. Alguien de corazón roto no podía albergar tanto amor para los niños. Pero así era. Y eso sólo la hacía odiarla más. O quizas no era odio precisamente lo que sentía, eran sus celos hablando por ella, dejándola de lado.

Sus ojos dorados no acompañaban la situación, viéndola con tanto amor mientras yo sólo los observa escondida detrás de un árbol y en mi interior pensaba que el nunca fue así conmigo.

No eramos nada, entonces...¿Con que necesidad se escabullia en las tardes para verla? Capaz un deseo de ser descubierto se albergaba en su corazón. Precisamente cuando el sol empezaba a ocultarse todos salíamos en su búsqueda y al no encontrarlo nos dábamos por vencidos. Pero hoy no fue ese día, logre alcanzarlo ¿y sólo para qué? para volver con el corazón roto en pedazos. Cada mirada que se dedicaban, cada sonrisa y cada palabra eran como una flecha en mi corazón. Y en ese precisó instante sólo deseaba no tener uno. Lágrimas tras lágrimas caian, sueños tras sueños se derrumban y la esperanza sólo se esfumó sin siquiera darle tiempo a soñarla una vez más. Quería vivir para siempre con aquella venda que hacía que todo pareciera simple y reconfortante.

De mí interior resurgió una pregunta que, desde que lo conocí, se encontraba en mi mente... ¿Que tiene ella que no tenga yo? La respuesta era tan clara como lo que observaba: fuerte, decidida, hermosa, inteligente, independiente, y lo más importante.. el amor de Inuyasha. Quizás podría imitar todo lo otro, pero no su amor. Este era sagrado y puro. Inuyasha era de esos que te podian enseñar los dos lados de la vida: un demonio y un humano. Tenía esa cualidad que casi nadie poseía. El era especial al igual que sus sentimientos. Porque estos lo hacían quien era, un ser: divertido, infantil, amistoso y muchas otras cualidades mas.

Su amor no me era correspondido pero nada importaba si sólo podía verlo feliz junto a su amada Kikyo.

-¿En que tanto piensas Kagome?-

-¿Crees que los sentimientos son parte esencial que nos define?-pregunté mirando al largo trecho que estábamos recorriendo en busca de Naraku.

-¿Que clase de tonterías son esas?-pregunto entre enojado y confundido Inuyasha.

-Dejalo, sólo estoy... divagando-susurre mientras le sonreía. Y así lo quiero, tal cual es.

-¡Dime en que estabas pensando!-grito desesperado.

Siempre lo supimos, el amor es un sentimiento que abarca muchos otros, tanto buenos como malos. Sabemos que estos sentimientos nos pertenecen y es ahí cuando tenemos un consuelo...nadie sabe de ellos. Es sólo nuestro. "Siempre nuestro"

Quizás el conocía los míos, pero no podía saber que sentía ahora.

-Jamás podrías saberlo-

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Muy rara la historia pero bueno, espero que les haya gustado, comenten para saber si quieren que la siga o la dejo tal cual está.

Fue una ida que tuve a las 3 a.m. así que como verán no podía dormir y estaba muy aburrida. Besos:)