Toda la noche había permanecido desesperado por saber alguna noticia de su joven amo.

Al pobre le había ocurrido una crisis asmática, logro llevarlo a tiempo debido a que había ido a recoger la taza de té que toma cada noche antes de dormir. En ese instante en cuanto entró a su cuarto notó como este estaba jalando demasiado aire, no lo pensó dos veces y lo cargo entre sus brazos para llevarlo al auto e ir al hospital. Hace tanto que no le pasaba una crisis así.

Desde que era su mayordomo le fue informado por este mismo que sufría de asma; nunca vio indicios de aquella enfermedad hasta que solo paso un año de que comenzó a servir a la familia Phantomhive. Que con solo haber pasado un momento afuera y por accidente le cayó agua encima fue cuando cayó gravemente enfermó y ocurrió lo mismo.

El problema es que era la única persona que era de su confianza. Sus padres habían muerto, sus familiares más cercanos estaban en otros países. No podía abandonarlo, siendo después de algunos años de confianza que tanto le tenía a su único mayordomo Sebastián.

.

.

.

Después de una larga noche de nebulizarlo para que su respiración se facilitará se había quedado dormido profundamente. Sebastian se sentía tranquilo de saber que no paso a mayores esa crisis.

Pero en cuanto se despertó el chico fue cuando comenzó a ordenar cada capricho que quería. Su prioridad era que su joven amo estuviera conforme y le hacía caso en todo lo que pedía pero era un poco distinto cuando se trataba de su salud. En esos casos no podía cumplir cualquier capricho.

-Quiero otra cosa.

-No puedo hacer eso.

-Eres mi mayordomo, tienes que hacerme caso en lo que te pida- era caprichoso, molestó y demasiado malhumorado para su edad.

-No puedo hacer eso, estaría yendo en contra de lo que dijo el doctor.

-Tks... hubiera preferido sufrir en casa que estar en el hospital soportando la comida de hospital.

Ciel Phantomhive odiaba tanto la comida de hospital desde que es un niño.

.

.

.

Al fin, dulce mansión. Después de casi dos días estar en el hospital estaba nuevamente en su querida casa. Aunque el doctor le había recomendado no hacer actividades por dos semanas, algo que no era mayor problema debido a que todo lo hacía su mayordomo.

-Es mejor que descanse por hoy, estar en el hospital debió haberle agitado- ahí estaba nuevamente arropando a su amo para que descansará cómo se debía en su propia cama que apenas llegaba a ocupar un poco de espacio.

-Ten- le entrego su parche para que lo dejará en el mueble. Después de hacer esa acción fue cuando decidió por marcharse.

-Si tiene algún problema no dude en llamarme, aunque sea en medía noche.

Y había tomado la manija pero antes de poder darle vuelta la voz de Ciel fue que hizo detener su acción y su por solo 1.457 segundos había olvidado como respirar.

-¿Puedo hacerlo aunque no lo sea?

Un niño caprichoso. Eso era Ciel Phantomhive.

-Cuando usted quiera.

Y no iba ir en contra de él. Era su mayor prioridad.

Fin