La vecina

Por Amelia Salazar Smeraldtsuki

En una colonia nueva, se fueron a vivir la familia Kinomoto, formada por el señor Fujitaka Kinomoto, la señora Nadeshiko Kinomoto, Sakura Kinomoto y el pequeño Touya Kinomoto.

Y Digo pequeño porque Touya era 5 años menor que Sakura.

A pesar que eran hermanos y se querían mucho, bueno se puede decir que cada uno tenía amigos diferentes, desde luego con intereses diferentes, y mientras Sakura se pasaba las tardes haciendo tareas que le dejaban en la escuela, Touya pues él se la pasaba pintando en todos los lugares que encontraba con sus crayolas.

Y si algunas veces cuando Sakura se descuidaba, Touya pintaba en sus cuadernos y cuando entregaba sus trabajos a sus maestros, muchas veces no sabía qué hacer, porque aunque la tarea estaba muy bien hecha, algunas veces encontraba rayones de Touya sobre sus tareas.

Algunas veces cuando su mamá tenía que ir a la tienda por algo, muchas veces tenía que hacer de niñera, claro era cómo por 10 o 15 minutos pero cuando estaba con otras amigas entre ellas cuidaban de los niños.

Sí niños porque no era solo Touya, sino también algunos vecinitos, que se iban a jugar con el pequeño Touya.

Uno de ellos se llamaba Syaoran Li.

Y mientras Syaoran estaba en su casa, se puede decir que era muy tranquilo porque sus hermanas lo traían a raya, pero cuando estaba con Touya, muchas veces terminaban en buenos líos, porque lo que no se le ocurría a uno, se le ocurría al otro.

Y Sakura siempre terminaba quedando mal con alguien, generalmente sus padres o amigas, aunque ya todos sabían de lo latosos que podían llegar a ser estos amiguitos.

Como por ejemplo, cuando los niños ya tenían 10 años, desde luego Sakura 15, ya una joven de tercer año de secundaria, que desde luego quería estar lo mejor presentable para qué se fijara en ella un joven de su escuela.

Se enteró que le gustaban las chicas de cabello largo, y bueno ella siempre lo había usado al hombro, no muy corto pero tampoco largo.

Ese día sus amigas le dijeron de un champú que ayudaba a crecer el cabello y le pidió a su mamá que le comprara ese champú que sus amigas le habían recomendado, que con ese champú le iba a crecer rápido el cabello, pero al terminar de bañarse y ver sus cabellos, estos estaban de color azul.

Desde luego empezó a gritar y sus papás llegaron corriendo a ver que le pasaba, y los dos se sorprendieron al ver su cabello azul,

- ¿Por qué tienes el cabello azul? –pregunto su mamá sorprendida

- No sé… no sé… me acabo de lavar el cabello y el champú lo acabamos de comprar… me dijeron que era para que me creciera el cabello, pero miren lo tengo azul –decía Sakura casi histérica

- Pero los ingredientes que dicen aquí, no dicen nada de pintura –decía su papá quien estaba leyendo la etiqueta de los ingredientes que contenía el champú

Cuando de repente escuchan que Touya se revolcaba de la risa en el pasillo viendo a su hermana

- ¿Qué hiciste Touya? –dijo en ese instante su papá muy serio

- Es una broma… solo quisimos ver cómo se veía mi hermana con el cabello azul –contesto Touya muy serio

- ¿Quisimos? ¿Quiénes? –volvió a preguntar su papá

- Syaoran, Yuki y yo –dijo Touya agachando la cabeza

- Y que pintura le echaron –pregunto su mamá

- Está –Touya enseñando un frasco de tinta para plumas

- Por la hora que es… ya no podemos hacer nada, mañana voy con Sakura a la escuela para platicar del problema y la reciban, cuando regrese de la escuela le pintamos el cabello para tratar de corregir el problema –dijo su mamá

Al otro día Sakura se puso un gorro para que no se le viera el cabello, pero le salían por las orillas cabello, desde luego la aceptaron en la escuela, aunque la condición fue que no podía entrar con gorro a la escuela, por la simple razón, que eran días muy calurosos y el gorro iba a provocar que la cabeza de Sakura sudara y se le iba a ver peor el cabello.

Había que reconocer, el color era azul celeste, y de cierta forma al traer el cabello suelto, se le veía muy original, y desde luego todos se fijaron en ella.

Si… el chico qué quería Sakura se fijara en ella, pues si se fijó en ella.

Además que muchas compañeros quisieron tomarse fotos con ella, por atreverse a romper todas las reglas de la escuela y pintarse de ese color el cabello.

Desde luego no iba a dar explicaciones a todo el mundo de la broma se su hermano y sus amigos.

En la tarde su mamá ya había conseguido un tinte de cabello, para pintarle su cabello al color más parecido al de ella.

Estaba enojada con su hermano y sus amigos, que estaban en su casa y desde luego le tomaron fotos, para recordarla.

Pero se sorprendió cuando al otro día, el joven que quería se fijara en ella, le pidió que fueran novios.

Continuara:

Hola, ya de regreso, si ya sé, me tengo que poner a escribir mi otra historia, "No puedo creer que encontré a mi príncipe azul", tengo siete días que regrese de Italia, y todavía estoy descontrolada con el horario, a las 5 de la tarde me caigo de sueño y a las 3 de la mañana ya me desperté. Me dijeron que en dos o tres días me regularizaba con la diferencia de horario, pero eso no es cierto.

Nos la pasamos muy bien, gracias por las atenciones que tuvieron con nosotras mientras estuvimos en Italia, gracias a mi hermana Irma, a mí cuñado Gean Paolo y a mis sobrinos Riccardo y Martina.

Nos pasearon por toda Italia, de sur a norte. Muchísimas gracias.

De esta historia, hace tiempo hice una lista de las diferentes ideas que me gustaría escribir, y bueno de esta historia ya tenía un cacho escrito, la empecé a leer y pues la seguí, espero no me enrede cómo de repente me pasa cuando estoy escribiendo varias historias a la vez.

Saludos a todos, gracias por leerme, los quiero muchísimo.

Dios que todo salga bien, cuídanos por favor.

Amelia Salazar Smeraldtsuki

2 de julio de 2018. 5:20 p. m.

Por cierto, vi la nueva serie de Sakura card captor, las cartas cristal o transparente, y no me gusto, ya terminaron con la primer temporada, me gusta más mi historia de "El secreto de Esperanza y la Unión de poderes" Saludos