Sin salida.
Prologo.
Caminaba por las calles oscurecidas sin un rumbo fijo, sabía que debía dirigirse a su casa, sino mama y papa se enfadarían, pero francamente no le apetecía volver en esos momentos.
Esa tarde había visitado al tonto de su hermano y como siempre lo había molestado esperando que por fin lo reconociera. Se paró en seco viendo como había acabado frente a un parque, bueno no quería volver a casa, y este lugar era mejor que nada. Suspirando entro con pasos lentos dirigiéndose a los columpios más cercanos. Sentándose en uno empezó a pensar en la discusión que había tenido con el tonto ingles.
Flashback.
-¡Vamos estúpido ingles es hora de que me reconozcas!—exclamo siguiéndolo por toda la casa.
-Vete a casa, mocoso—gruño el ingles tratando de ignorarlo.
-No me iré hasta que por fin aceptes que soy un país—continuo siguiéndolo hasta que llegaron al estudio-biblioteca del ingles.
-Tch, como si eso fuera a pasar—gruño el ingles sentándose en su escritorio y empezando a revisar varios informes atrasados—estoy muy ocupado a diferencia de ti, si no te vas a marchar vete a jugar por ahí, no tengo tiempo para ti.
-British git—murmuro frustrado saliendo rápidamente de la habitación.
Recorrió los pasillos de la casa tratando de encontrar algo con que entretenerse, pero claro el tonto ingles no tenía nada entretenido en su casa. Debió traerse el DS que Japon le había dado por su cumpleaños, pero en su carrera por salir temprano de su casa para molestar al ingles lo había dejado. Tan sumido estaba en sus pensamientos, pensando en que hacer, que no se dio cuenta como termino en un ala, desconocida para él, de la casa. Miro a su alrededor tratando de reconocer algo.
-¿Dónde estoy desu yo?—se pregunto dirigiéndose a la puerta más cercana a él y encontrándola, sorprendentemente, abierta.
Miro la habitación con cuidado, las ventanas estaban tapadas y solo un poco de luz se filtraba entre las rendijas, parecía el cuarto de un niño… con varios juguetes de madera esparcidos por la habitación, y una pequeña cama en el centro junto con taburete y encima del taburete un marco. Se acerco con cuidado tomando la foto entre sus manos, en ella se encontraba Arthur con una pequeña sonrisa en su rostro, y en sus brazos un niño muy parecido a Alfred que sonreía abiertamente. Por alguna razón su corazón se oprimió al ver la sonrisa del ingles.
-¡Peter!—llamo voz del ingles cada vez más cerca.
Sobresaltado por el grito dejo caer el marco con la foto y observo en cámara lenta como este se estrellaba contra el piso y rompía.
-¿Qué-haces-aquí?—pregunto el ingles seriamente parado en la puerta.
-Arthur… yo…-trato de disculparse viendo como los ojos del otro se dirigían al suelo y al marco roto.
-Tu…-lo miro amenazadoramente sin moverse.
-L-lo siento… f-fue un accidente…-murmuro viéndolo suplicantemente.
-¿Un accidente? Ja, tu, mocoso, fuiste un accidente, un mocoso molesto que lo único que sabe hacer es arruinar todo y proclamarse un país, cosa que mi querido Peter nunca serás—a cada palabra hiriente que decía daba un paso más para acercarse a la inmóvil micro nación—un mocoso que ni siquiera puede respetar las propiedades y privacidad de otras personas, ¡solo eso eres una molestia, alguien que no es deseado, sería mejor si desaparecieras!—termino su hiriente discurso soltando una cachetada en la mejilla de la inmóvil micro nación.
Solo cuando vio los ojos llorosos del pequeño rubio, pareció salir de su transe y abrió los ojos sorprendido.
-P-Peter… y-yo…
Pero el niño lo aparto de un empujón saliendo rápidamente de la habitación.
-¡Peter!—lo llamo a voces persiguiéndolo por toda la casa hasta que llegaron a las escaleras las cuales Peter bajo rápidamente y salió por la puerta delantera dejándola abierta de par en par-¡Peter vuelve! ¡perdoname!—grito viendo como este desaparecia al doblar la calle.
Fin de flash back.
Sintio las lagrimas caer por sus mejillas al recordar el incidente, sabia que podía llegar a ser un poco molesto, pero nunca creyo oir salir de la boca de su hermano palabras tan hirientes. Poniendo una mano sobre su mejillas lastimada se solto a llorar fuertemente abrazandose a si mismo, tan fuertemente que no sintió como el columpio junto a el era ocupado.
-Es una hermosa noche, da.
¿Reviews?
Yay mi segundo fic!
Jejeje
Pues estare tratando de llevar estos dos fics a la par, tratando de actualizar lo mas seguido posible..
Demo… díganme si vale la pena continuar, sino mandare a Russia tras ustedes buajajaja
I
