Translator's note: Antes que nada quiero agradecer a Sammie-chan89por permitirme publicar su fic "Sperm Donor" en español.

Mi intención solo es compartir esta historia que ha gustado a muchas personas (a las de habla inglesa) y espero que a vosotros también os guste :)

Warning: Esta historia tiene un detalle peculiar… es futanari.

Sé que este género se le relaciona con lo hentai y otras cosas, pero esta historia es totalmente diferente. Con esto no quiero obligar a nadie a leerlo pero los que estén interesados en leerlo entenderán el por qué.

Disclaimer: Esta historia ha sido creada y escrita por Sammie-chan89.

Ni Mahou Shoujo Lyrical Nanoha ni sus personajes me pertenecen.


El Donante

Capítulo 1

Deseando un bebé

Por lo que recuerdo, siempre quise tener hijos. Quería compartir con ellos ese tipo de amor y cercanía que tuve con mis padres. Creo que no hay nada más maravilloso que eso. Me emocioné tanto cuando llegué a la edad adulta porque un embarazo podría ser posible. Pero, había un problema…

Me gustan las mujeres.

Necesitaba de un hombre para quedar embarazada y sé que no sería capaz de tener relaciones sexuales con uno aun si desease tener un hijo.

¿Había más alternativas? No conocía otra que acostarme con un chico pero eso era imposible para mí. Me llenaba de tristeza el saber que mi sueño de ser madre no se haría realidad.

Por suerte, después de contarle mi dilema a mi hermana Miyuki, ella me informó sobre los bancos de esperma. Me sorprendió la verdad ya que no sabía que existieran tales lugares pero, a la vez, estaba feliz por haber encontrado otra forma de hacer mi sueño realidad. Sin más que decir, le pregunté por la dirección.

Al día siguiente, me fui al banco de esperma para iniciar el proceso de mi embarazo. Mientras caminaba hacia el interior del edificio, me preocupé por lo que iba a suceder pero estaba segura que todo iba a salir bien.

"Buenos días, ¿en qué puedo ayudarla?" me preguntó la recepcionista que se encontraba detrás del mostrador. Por alguna razón, me puse nerviosa.

"B-Buenas. Vengo para hacerme una inseminación" intenté sonreír a pesar de mi nerviosismo.

La recepcionista se levantó de su silla dirigiéndose a una pila de archivos. "¿Sabes si estas ovulando?" dijo ella después de entregarme un archivador con algunos papeles.

No tenía idea de si estaba o no ovulando. Que tonta soy. "N-No, no lo sé. Estaba tan ansiosa en venir aquí que olvidé comprobarlo".

Ella sonrió. "Realmente deseas tener un bebé, ¿eh?" Asentí. "No pasa nada, no eres la primera que llega sin saberlo debido a la emoción". Se agachó para buscar algo, cuando lo encontró se puso de pie, en su mano había una especie de caja. "Esto te ayudará a ver si estas ovulando. Solo sigue las instrucciones y cuando termines me entregas el documento y podemos ya empezar".

"Gracias".

Caminé hacia las sillas que estaban en el vestíbulo, me senté en una de ellas y me puse a rellenar el trámite para la inseminación. El documento era bastante sencillo así que lo terminé en unos minutos. Ahora solo faltaba el test de ovulación.

Regrese a la recepción y coloqué el trámite frente a la chica.

"¿Has terminado ya?"

"No del todo. Me falta el test de ovulación pero no sé dónde está el baño" respondí tímidamente mientras frotaba mi nuca.

"Mira, tienes que ir por ese pasillo" señaló a mi izquierda, mis ojos la siguieron, "y la primera puerta a tu izquierda, esa es".

"Muchas gracias".

"No hay de qué. Regresas cuando termines y continuamos".

"De acuerdo, vuelvo en un momento". Dicho esto, me dirigí al pasillo y abrí la puerta de la izquierda.

El baño era una habitación espaciosa de color rosa. Había algunas revistas en la esquina las cuales me hicieron suponer que aquí probablemente los donantes de esperma llevaban a cabo sus negocios.

No pude evitar reírme por mi descubrimiento. Sin embargo, se sentía algo incómodo especialmente al pensar que "aquello" quizás hubiese caído en cualquier lugar que no sea el que debería caer.

Tratando de enfocarme en lo que había venido a hacer, coloqué el asiento del inodoro antes de sentarme, saqué el test de ovulación y me puse a leer las instrucciones.

"Entonces, básicamente, es hacer pis en el tirante, esperar 15 minutos y si aparece un signo más es que estoy ovulando. Qué cosa más fácil". Y así, me puse en marcha.

Fueron, sin duda, los 15 minutos más largos que he podido esperar y eso me estaba poniendo nerviosa. Quería realmente estar ovulando para convertirme en la madre que siempre quise ser.

Al mirar mi reloj me di cuenta que los 15 minutos habían pasado. Torpemente tomé el tirante, cerré los ojos con miedo a lo que iba a ver.

¡Que sea positivo! ¡Que sea positivo!

Abrí un ojo, no muy segura de qué encontraría pero para mi sorpresa, estaba ovulando.

"¡Sí!" di un salto y me puse a celebrar haciendo un pequeño baile de victoria. Después de tranquilizarme, deseché el tirante y volví al mostrador de recepción. "Ya complete el test".

"¿Y?"

"Estoy ovulando" le dije sin poder contener la emoción.

"Me alegro. Eso significa que pasamos a la siguiente parte del proceso". Se puso a revisar un archivador que tenía cerca, mientras hojeaba unas cuantas carpetas dentro de él.

"Y bien, ¿cuál es el siguiente paso?"

"Ahora debes elegir a tu donante, tonta". Ella se rió causando que me ruborizara, ¿cómo puedo ser tan idiota?

"En estas carpetas están algunos posibles donantes. Si no encuentras uno que te guste sólo vuelves y te dejo otras para que elijas".

Cogí las carpetas y luego de decir un rápido gracias me acomodé para leer.

"Veamos que tenemos aquí". Abrí la primera carpeta.

Hmm… Yuuno Scrya. Trabaja como arqueólogo. Interesante. Al mirar la foto que venía adjunta solo pude pensar en una cosa… Oh Dios, parece un hurón. No quiero que mi hijo se parezca a un animal. ¡Siguiente!

Chrono Harlaown… hmm… nada mal. Aunque no me gusta mucho su pelo azul, de todas formas lo tendré en cuenta.

Leía carpeta tras carpeta pero ninguno captaba mi atención, no encontraba un buen candidato para que sea mi donante de esperma. Quiero que sea un chico diferente a los demás… alguien mejor.

Me pasé a la última carpeta de la pila. No estaba muy segura de que si éste iba a ser o no el correcto dado que los otros anteriores no me gustaron

Fate Testarossa. Bueno, esto ya es diferente. Su nombre suena de chica. Eché un vistazo a su foto. Definitivamente, parece un chico de aspecto femenino pero es muy guapo. Y que hermosos ojos tiene.

Me encontré delineando el rostro de este tal Fate Testarossa. Había algo en él que nunca había visto antes. Sus ojos simulaban tal tristeza que no pude evitar preguntarme el por qué. Sin duda, estaba intrigada por este desconocido. Continué leyendo.

Edad: 25 años (Tenemos la misma edad)… Reside en la ciudad… Es abogado. Ahora sí estoy sorprendida.

Mientras seguía leyendo, me asombraba aún más con él; incluso estaba dispuesto a conocer al niño si este deseaba conocer a su padre.

Fate parecía una persona muy agradable y por eso supe que lo quería como mi donante.

Al llegar al final de los documentos de la carpeta, algo llamó mi atención.

Género no específico. ¡Es hermafrodita! ¿Ehh?

Sé que los hermafroditas existen pero nunca pensé encontrarme con uno. No sabía qué hacer.

Fate era el mejor candidato que había encontrado hasta ahora pero… ya no estaba muy segura.

Muchas preguntas inundaron mi mente. ¿Mi bebé tendría ambas anatomías masculina y femenina? ¿Cómo reaccionará la gente si mi bebé los tuviera?

Mientras más pensaba, yo no quería que mi hijo se arriesgara a pasar por problemas. No podía dejar que mi bebé pasará por eso.

Cerré el archivo de Fate, ya lista a devolverlo a la pila con el resto, pero me detuve, lo abrí de nuevo y no pude evitar quedarme atraída otra vez por esos ojos tristes.

Seguro habrás tenido una vida difícil, ¿verdad? Sentía pena por esta persona que no conocía; no dejaba de preguntarme sobre la vida de Fate, qué causó esa tristeza en sus preciosos ojos… esos ojos… mi bebé luciría hermoso con ojos como los de Fate.

Entonces lo decidí, en ese momento, que no importaba como fuera Fate, ella merece que utilicen su esperma y por eso la elegiría como mi donante.

Le comuniqué mi elección a la recepcionista y, poco después, fui llamada cuando el esperma de Fate fue descongelado.

Me indicaron que me pusiera un vestido largo como el del hospital. Ya vestida, me acosté para comenzar con el proceso de inseminación.

Debo confesar que me puse muy nerviosa cuando vi la jeringa con ese tubo largo y la verdad me preocupaba la idea de si dolería tener ese largo tubo en mi útero. Sin embargo, al final, no fue tan malo como lo imagine. Tuve que quedarme así por poco más de una hora, después el doctor introdujo el esperma en mí; no obstante, en lo único que pude pensar era en el proceso que estaba sucediendo en mi interior. El embarazo se estaba llevando a cabo y yo sólo deseé que todo saliera tal y como quería que fuera.


Me recomendaron hacerme una prueba de embarazo unos días después de la inseminación, sin embargo, cuando la hice, salió negativo.

Una gran tristeza me envolvió. Tendría que esperar hasta el próximo mes para poder intentarlo de nuevo pero no estaba muy segura ya de si iba a salir bien. Comenzaba a dudar de todo.

Me sentí tan deprimida por lo sucedido que empecé a comer mis penas. Yo sólo anhelaba tener un bebé, yo sólo deseaba ser madre cuanto antes. Era una lástima que la inseminación haya fracasado.

Mientras las semanas pasaban, yo seguía comiendo más y más, tanto así que, me estaba poniendo mala. Sé que debía reducir mis porciones de comida pero, por alguna extraña razón, tenía mucha hambre. Todos comenzaron a preocuparse por mí, les insistí que no se preocuparan; las cosas iban a mejorar cuando vuelva a ovular. Supongo que no fueron convencidos y continuaron preocupándose dado que yo seguía comiendo en exceso y estaba cada vez más enferma.

Un día mi malestar empeoró tanto que tuvieron que llevarme al hospital. Nadie sabía qué me estaba pasando. No dejaba de vomitar; era incapaz de mantener algo dentro de mi estómago, cosa que preocupada realmente a todos.

Después de pasar unas horas en el hospital, me informaron que estaba embarazada. Quedé totalmente en shock y, al parecer, no fui la única porque cuando se pronunció la noticia todos quedaron boquiabiertos, con los ojos de par en par.

Mi madre fue la primera en reponerse de la impresión diciendo que mi embarazo explicaba mi repentino hábito de comer como una vaca. Hice una mueca ante aquel comentario pero, no obstante, acepté todas las felicitaciones de mi familia.

Deslicé mi mano hacia mi vientre mirándolo tiernamente.

Voy a ser madre…

A medida que transcurrían los meses, mi barriga se hacía más grande… Creo también que me estaba poniendo gordita. Mi bebé, seguro, ha de estar con hambre constantemente porque aún seguía comiendo todo que tenía a la vista.

Los dolores nunca me abandonaron. Mis tobillos los tenía hinchados y la espalda, adolorida. ¿Quién se hubiera imaginado que tener un bebé fuera así de doloroso?

Cuando llegó el día para hacerme la ecografía y así, saber si mi hijo sería niño, niña o ambos, me puse algo ansiosa. No sabía con certeza qué iba a tener.

Nunca les comenté a mis padres sobre el hermafroditismo de Fate, y no lo hice porque no estaba segura cómo se lo tomarían el haber escogido alguien como ella. Por eso, me lo guardé para mí.

Mis nervios estaban a flor de piel cuando el gel se esparció sobre mi vientre. Creo que mi madre pudo deducirlo y tomó mi mano entre las suyas brindándome una sonrisa tranquilizadora. Su sonrisa me calmó un poco.

Pero al pensarlo, la verdad, daba igual como nazca mi bebé porque lo amaría indudablemente. Y prometí que lo iba a proteger de aquellos que intenten hacerle daño.

"Enhorabuena Nanoha, vas a tener una saludable niña" sonrió la doctora Shamal.

Miré a mi madre, su cara relucía con la sonrisa más encantadora. "Vas a tener una nieta, mamá"

"Estoy tan feliz de oír eso. Ahora tu padre me debe 100 pavos".

¿Eh? "Habéis apostado en qué iba tener".

"Sip, sabía que iba a ser niña. Era fácil de adivinar ya que tuve más hijas que hijos, es por eso que hoy recibiré un dinero extra".

Qué ridícula era mi familia.

Dirigí mi vista hacia mi vientre y pensando en la niña que estaba creciendo en mi interior, no pude evitar pensar en qué estaría haciendo Fate ahora mismo. ¿Sabía ella que iba a concebir a su hija?

Por alguna razón, una parte de mí quiso que Fate estuviese aquí para compartir toda esta experiencia conmigo.

Era, ciertamente, complicado ser madre soltera, y sin tener aún al bebé… pero al menos contaba con la ayuda de mis padres y hermanos para echarme una mano.


Esos últimos meses pasaron tan rápidos que, en un abrir y cerrar de ojos, ya me encontraba de parto, en el hospital.

Mi madre y mi hermana me sostenían las piernas mientras yo pujaba para que mi niña venga al mundo.

"Mamá, duele" grité, a la vez que tomaba un descanso de tanto esfuerzo.

"Shh" me confortó ella, al mismo tiempo que retiraba algunos mechones de mi frente sudorosa. "Para la próxima, vamos a pensarlo dos veces antes de tener un bebé y no quererlo así de rápido" bromeó. Hice un mohín a pesar de mi sufrimiento. "No te queda mucho, nena. Tu niña saldrá en nada, sólo tienes que pujar un poco más, ¿vale?" La sonrisa de mi madre sosegó un poco mi dolor.

Tenía una forma de calmar a las personas con una simple sonrisa; me alegra que ella esté aquí conmigo.

Con una nueva fuerza encontrada, gracias a mi madre, comencé a pujar otra vez.

"¡Ahhh! ¡Por Dios!" pujé más duro a pesar de sentirme como si me estuvieran partiendo en dos.

"¡Veo la cabeza!" exclamó mi hermana con emoción.

"Venga Nanoha, sólo un poco más" me animó mi madre.

Y eso fue todo lo que necesite para pujar con más fuerza y, al hacerlo, sentí como algo salía de mí. Habría pensado en el dolor que estaba sintiendo si no fuera por el llanto de un bebé.

Fue la cosa más dulce que jamás había escuchado.

Abrí mis ojos y allí delante de mí estaba mi niña. Los doctores la limpiaban su boca mientras ella lloraba. Pude sentir mis lágrimas caer.

Estaba tan feliz; al fin, era madre… y mi niña ya estaba aquí.

Los médicos pusieron una manta sobre mí antes de colocar a mi bebé en mi pecho, seguidamente, continuaron con su labor de limpiarla y retirar la placenta de mi cuerpo.

"Hola pequeña" le dije entre lágrimas. Me sentía orgullosa de lo que había creado… de lo que yo y el esperma de Fate habíamos creado. Le estaba tan agradecida por haber donado su esperma y haberme ayudado a concebir a este pedacito de cielo.

Apartaron a mi pequeña de mis brazos para limpiarla adecuadamente, le colocaron un pañal y, a continuación, la arroparon con una manta para luego pesarla.

"Pesa 3 kilos, Nanoha" me comunicó Miyuki al terminar de medir su peso.

"Me sorprende que no pese más. Te hizo comer como una vaca." Se burló mi madre, haciendo que le responda con una mueca. "No te preocupes gordita, ya perderás todo eso" comenzó a reír. Estaba a punto de protestar pero la doctora Shamal vino con mi pequeña.

"Aquí está tu niña" dijo mientras me la entregaba.

"Eres muy bella" Sí que lo era. Era como un ángel dormido. Tenía una bonita nariz, pequeñas manitas, unos cabellos de color marrón. Era prácticamente igual a mí y me pregunté si también tendría algo de Fate.

"Es muy preciosa, Nanoha. Lo hiciste muy bien" Mi madre besó mi frente. No hice más que sonreír por sus mimos.

"Sí, lo hiciste genial hermanita. Estoy muy orgullosa de ti".

"Gracias mamá, Miyuki, por estar aquí conmigo" mi sollozo se intensificó un poco lo cual provocó que a ellas también se le llenarán de lágrimas los ojos.

"Y bien" Mi madre se secó las lágrimas. "¿Cómo vas a llamar a mi nieta?" posó una mano en la cabeza de mi bebé.

"No lo sé. No se me ocurre ningún nombre adecuado todavía"

Ella soltó un grito mudo. ¿Qué no se te ocurre el adecuado? ¿Ni siquiera alguno posible?"

"No" confesé tímidamente.

"Bueno, eso no es excusa. No puedes tener un hijo sin nombre, Nanoha"

"Ya lo sé, madre" suspiré. Miré a mi bebé durmiente. "¿Qué nombre debería ponerte mi pequeña?". Justo en ese momento, sus ojitos se abrieron para revelar unos brillantes ojos borgoña. Al instante, el rostro de Fate vino a mi mente y supe, en ese entonces, cómo iba a llamar a mi bebé. "Faye"

¿Y eso? Preguntó mi madre.

Me acurruqué más a mi niña con una sonrisa en mi cara.

"Faye. Su nombre es Faye T. Takamachi".

Mi pequeño ángel…


Translator's note: Este es el primero de 10 capítulos -por ahora- que consta este fic.

Como visteis no me he ido al Google Traductor, copie, pegue y lo subí ¡no, no, no! Lo he traducido como debe ser, pero si me he equivocado en una q otra cosa me gustaría que lo dijeseis para no volver al mismo error y hacer un trabajo impecable!

Si queréis un avance del siguiente capítulo, os dejo el titulo "El encuentro más esperado"

Trataré de terminar la traducción del cap.2 de aquí a un par de semanas… espero… aunque si mandáis reviews de qué os ha parecido el fic pues quizá lo terminé aun más pronto, ya que así me animáis a traducirlo y también alegráis a la autora original del fic que, según me ha dicho, she loves reading reviews, right Sammie-chan89? xD

Hasta la próxima!