El asesino y el vagabundo

Por: ETC o X

Basado en el cuento del escorpión y la rana

Hace mucho tiempo cuando el Japón se encontraba cubierto por las guerras civiles, existía un vagabundo que caminaba errante de pueblo en pueblo tratándose de ganarse la vida. Mucha gente lo conocía por su cicatriz y su pelo rojizo. Un día mientras caminaba hacia Kyoto, se encontró que cerca del camino había pasado una batalla, cientos de cadáveres se encontraban tirados por doquier. Asustado el vagabundo se dispuso a salir corriendo cuando escucho una voz muy débil.

-Ayuda…

Se acerco para ayudar al extraño al verlo se lleno de miedo, se encontraba cubierto de vendas de pies a cabeza, pero eso no fue lo que lo asusto si no el hecho de haberlo recocido, era el asesino mas famoso de la región se decía que el solo había matado a 100 hombres. El vagabundo se levanto para abandonar al asesino.

-Por… favor… ayúdame…

El vagabundo se detuvo, por mas que sabia lo despreciable que era ese hombre jamás podría vivir sabiendo que lo dejo abandonado a su suerte. Lleno de miedo ayudo al asesino se lo hecho en la espalda y empezó a caminar llevándolo cargando. El vagabundo trato de quitarle su espada que aun la sostenía, pero el asesino reacciono aferrandoce fuertemente a ella. Su padre había sido espadachín y sabía lo importante que era una espada para él, así que lo dejo.

Ya casi llegaban a Kyoto, el vagabundo se sentía feliz de su buena acción, lo dejaría en un hospital e informaría a las autoridades, así el asesino no moriría pero pagaría por sus crímenes. Cuando sintió el frió del acero atravesar su pecho. Miro hacia su pecho y vio la espada del asesino atravesarlo. Soltó al asesino cayendo este pesadamente, pronto el vagabundo se desplomo también. Mirando al asesino mirándolo con una incertidumbre tremenda le pregunto

-¿Por qué? Ahora moriremos los dos

-Soy un asesino, por mas que intente cambiarlo esta en mi naturaleza matar, perdóname.

Dicho esto el asesino soltó su espalda. El vagabundo pudo darse cuenta que había muerto. Soltando lagrimas por a ver sido tan entupido se sintió mal, si nunca hubiera confiado en el jamás habría muerto. Y así no tardo mucho en seguir al asesino al otro mundo. Pero por supuesto ambos vivirían vidas muy diferentes en el otro mundo por la vida que habían llevado.

Fin